Emasa estudia una presa en la parte alta del Limonar para evitar riadas

Fue el 19 de noviembre de 2012. Dos días después de la tromba que sembró el caos en Málaga, el alcalde planteaba a la Junta de Andalucía la idoneidad de construir una presa en la parte alta del arroyo del Mayorazgo (también conocido como el de La Caleta y que confluye con el Toquero en El Limonar) que en caso de lluvias torrenciales como las de hace dos años permita retener la crecida del caudal y evitar que se vuelvan a desbordar y el agua arrase todo lo que encuentra a su paso. El Gobierno andaluz no descartó tajantemente la propuesta de Francisco de la Torre, pero sí que abogó por acometer otras soluciones menos agresivas para el entorno como la creación de diques o la reforestación de las cuencas de los arroyos. Ahí quedó todo. Hasta ahora, porque el Ayuntamiento ha reactivado el asunto con la idea de redactar un proyecto y presentarlo al resto de administraciones en busca de financiación autonómica, estatal e incluso europea.

De momento, solo hay un estudio previo elaborado por la empresa municipal de aguas (Emasa). Un trabajo en el que se contempla aprovechar una especie de valle existente en la cuenca del arroyo del Mayorazgo justo por encima de la autovía para crear un azud que pudiera desempeñar, a menor escala, una función de seguridad similar a la que ejerce la presa de El Limonero en el paso del río Guadalmedina. Las diferencias en cuanto a capacidad serían notables, ya que mientras el embalse puede albergar hasta 25 hectómetros cúbicos, esta infraestructura alcanzaría, a lo sumo, el hectómetro cúbico (mil millones de litros).

Pese a ello, en el ente municipal consideran que este azud sería muy útil para retener la avalancha inicial procedente de toda la cuenca para luego ir laminando su salida por el arroyo de forma gradual antes de unirse al arroyo Toquero a la altura del Paseo del Limonar ya bajo la denominación de arroyo de La Caleta. Para un correcto funcionamiento, sería necesaria una permanente labor de gestión y control, de modo que la presa permaneciera siempre vacía para almacenar la mayor cantidad de agua posible cuando se produjera el torrente.

Pocas alternativas

Al margen de esta propuesta, pocas soluciones más ven en el Consistorio para impedir que la confluencia de los arroyos Toquero y Mayorazgo ponga en jaque la zona Este de la capital cada vez que las nubes descargan más de la cuenta. En principio, también se había barajado la ubicación de este azud en el tramo alto de Toquero, aunque puestos a elegir, en Emasa defienden que el de Mayorazgo es la mejor opción puesto que es el que más agua suele llevar porque tiene una cuenca más amplia con mayor número de afluentes procedentes de Los Montes.

Una vez realizado este estudio básico en cuanto a capacidades y ubicación, el Ayuntamiento pretende avanzar en la redacción de un anteproyecto que pueda ser valorado, y sobre todo financiado aunque sea parcialmente, por la Agencia Andaluza del Agua y, dado que su objetivo es evitar grandes avenidas, también por el Ministerio de Medio Ambiente.

Aún no se ha cifrado la inversión, pero sería la actuación más barata de las que hay sobre la mesa para acabar con el resto de puntos negros que tiene la ciudad ante las lluvias, como la red transversal de colectores que canalizarían todo el agua de la zona norte de la ciudad hacia el río Guadalmedina para evitar que se acumule en las zonas más bajas del Centro y Carretera de Cádiz, o el proyecto valorado en 60 millones que el Consistorio tiene guardado en el cajón desde hace tres años para solucionar de una vez los problemas en el polígono Guadalhorce.