Urbanismo tira el muro de un colegio que invadía la parcela colindante, ocupada por un supermercado
Tras reconocer el error en la construcción, se está procediendo a retranquear la pared un metro, lo que provoca críticas de los padres
M. Ángeles González
Sábado, 25 de octubre 2014, 02:03
Un error en la construcción del colegio público Rosa de Gálvez, en la zona de La Virreina, ha obligado a retranquear un metro uno de ... los muros exteriores que linda con una parcela que actualmente ocupa un supermercado. Tras la reclamación presentada en 2011 por el dueño del terreno, que denunciaba que se había invadido su propiedad, el Ayuntamiento de Málaga le ha dado la razón al demandante y ha procedido a tirar esa pared, de unos 15 metros de longitud, para levantar otra 90 centímetros más hacia adentro. Aunque el terreno que pierde el centro docente no formaba parte del patio ni era utilizado por los alumnos, estas obras han provocado las críticas de numerosos progenitores, que consideran que se trata de una superficie casi insignificante como para acometer unas reformas en mitad del curso. Desde la dirección del colegio, sin embargo, afirman que se están tomando todas las medidas de seguridad y que es algo «anecdótico» porque la pérdida de ese terreno no afecta para nada a la actividad diaria ni a los niños. Además, durante la hora del recreo se suspenden los trabajos para evitar riesgos.
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El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, explicó que la denuncia del dueño del terreno colindante se originó por unos problemas de filtraciones y que unos técnicos de la Consejería de Educación comprobaron que efectivamente se habían extralimitado en la superficie construida. Según el concejal, después de responsabilizarse mutuamente del fallo la administración autonómica y la local, «para no alargar más el asunto acordamos que el Ayuntamiento ejecutaría las obras para el retranqueo del muro». Desde la Delegación provincial de Educación, por su parte, explicaron que es responsabilidad de las administraciones locales proporcionar el suelo para la construcción de los centros educativos, «que lógicamente tiene que cumplir todas las condiciones legales tanto urbanísticas como respecto a su titularidad».
Tras comenzar las obras hace un par de semanas, empezaron a llover las críticas por parte de numerosos padres, que en las redes sociales han mostrado su enfado por que se reduzca el espacio de un colegio que se ha quedado pequeño para atender la demanda de la zona. « Todo lo contrario a lo que necesita este centro, cada año mas niños y cada vez menos espacio,esto es indignante», comenta un progenitor. Otros, sin embargo, le quitan importancia a lo sucedido y animas a movilizarse para reclamar el arreglo del gimnasio, que lleva más de dos cursos cerrado por unas grietas.
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