El pequeño pueblo de Málaga que convierte sus calles en un museo eterno
Desde 2016, el festival 'Art Tolox', que se celebra en septiembre, transforma este rincón malagueño en un escenario donde conviven poesía, moda, teatro y gastronomía, dejando nuevas huellas artísticas que permanecen en el municipio todo el año
Durante tres días de septiembre, un pequeño municipio de la Sierra de las Nieves se transforma en un laboratorio artístico a cielo abierto. Esculturas, murales, ... poesía, teatro, moda y música conviven en sus plazas y rincones, convirtiendo la vida cotidiana en una experiencia cultural compartida. Es 'Art Tolox', el Encuentro Internacional de Artistas que este año alcanza su novena edición, y que desde 2016 ha logrado algo insólito: transformar un pueblo en un museo vivo y permanente. Lo que comenzó como una iniciativa vecinal con apoyo del Ayuntamiento se ha consolidado en una cita que atrae tanto a artistas internacionales como a vecinos dispuestos a aportar su granito de creatividad.
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Las obras que nacen en Art Tolox no solo se disfrutan durante el festival, sino que permanecen después, integradas en las calles y en la memoria de los vecinos: mosaicos en escaleras, murales en fachadas blancas, esculturas en esquinas inesperadas. Pasear por Tolox ya no es solo recorrer un pueblo, es descubrir una galería al aire libre que crece cada septiembre y que se convierte en un motivo de orgullo para quienes lo habitan. A diferencia de otros encuentros artísticos, aquí lo importante no es solo lo que se produce en el momento, sino la huella permanente que el festival deja en cada rincón del municipio.
Uno de los rasgos diferenciales de Art Tolox es la enorme implicación del vecindario. Mujeres de entre 40 y 80 años que nunca habían tocado un pincel han participado en talleres de pintura y escultura, y hoy exponen orgullosas sus creaciones. Jóvenes que quizá soñaban con desfilar lo hacen en una performance colectiva, y familias enteras colaboran en la organización. «Para mí lo más importante es haber unido a tantísima gente del pueblo», afirma Pilar Moreno, diseñadora y vecina implicada en el desfile 'Tolox se viste de moda – Metamorfosis', que se ha convertido en uno de los emblemas del festival. En él, costureras, diseñadores y modelos, en su mayoría locales, presentan un espectáculo que no es un desfile convencional, sino una historia contada en trajes, música y movimiento.
«Es una fantasía ver cómo personas que estaban aburridas en sus casas descubren que son capaces de crear una escultura o pintar un cuadro», relata Moreno
La ilusión es el motor del festival. «Al principio dudaban, pero ahora lo viven con muchísimas ganas. Es una fantasía ver cómo personas que estaban aburridas en sus casas descubren que son capaces de crear una escultura o pintar un cuadro», añade la vecina de este municipio. Esa energía se respira en cada plaza y en cada actividad: desde el taller de máscaras para niños hasta las clases de costura creativa, pasando por las veladas de poesía en el balneario. El ambiente que se genera en el pueblo durante estos días es de entusiasmo compartido, de redescubrir talentos ocultos y de dar visibilidad a quienes jamás imaginaron que sus obras podrían exhibirse ante un público.
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Programa de este año
El programa de este año, que se celebra del 19 al 21 de septiembre, confirma la variedad y riqueza de Art Tolox. El viernes arranca con talleres poéticos en el histórico balneario y actividades en el colegio, pero a partir de la tarde la acción se traslada a las plazas. A las 20.30 horas llegará uno de los platos fuertes: el desfile «Metamorfosis» en la Plaza Alta. Después, teatro al fresco con Cómo llegar a fin de mes sin tirarse por la ventana, el monólogo de Miguel Ángel Martín, danza de Olga Cheripukhina, la música de Korashe Kfé y el grupo Sonido Internacional prolongarán la primera noche hasta bien entrada la madrugada.
El sábado será aún más intenso. Desde primera hora de la mañana se sucederán talleres de máscaras, costura y azulejos decorados, además de una degustación gratuita de la tapa Art Tolox, elaborada en el restaurante Ca n'Amatolox con pan de carbón vegetal. Por la tarde, se presentará el libro El don de la libertad de Elena Mérida y habrá exhibición de patinaje artístico en la Plaza Alta. La noche se reservará para la música, con un recorrido que irá desde el cuarteto Sur en la Puerta de la Iglesia hasta el flamenco fusión de Paul Seme & Luna Andalusí, pasando por reguetón urbano, rap, reggae y versiones de los años 80 y 90. El domingo se cerrará con la culminación de las obras y una ruta por el pueblo para descubrirlas.
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Este festival también funciona como escaparate para nuevos talentos. «Aquí encuentran un espacio quienes están empezando, pero también vienen profesionales consolidados», afirma la toloxeña. Nombres como Olga Cheripukhina, Viktoria Divo, el rapero Bore One o el colectivo Sonido Internacional compartirán escenario con jóvenes creadores locales. Esa mezcla de lo popular y lo contemporáneo, de lo profesional y lo amateur, es lo que da personalidad propia a la cita. En la misma jornada puede escucharse un recital poético y, minutos después, bailar con reggae o reguetón urbano, algo impensable en otros festivales más encorsetados.
Art Tolox es ya una tradición en la Sierra de las Nieves. No solo atrae a visitantes de fuera, que encuentran en el festival un motivo para adentrarse en este rincón de Málaga, sino que también ha devuelto a los vecinos el orgullo de ser parte de una comunidad creativa. «Queremos hacer de Tolox un verdadero museo al aire libre, accesible para todos los que nos visitan», resume Pilar Moreno. Y la frase no es una metáfora: en las calles quedan las huellas visibles de cada edición, desde murales coloristas hasta azulejos decorados por niños.
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