Las obras de emergencia en la Ronda-San Pedro acortan plazos y permiten reabrir al tráfico el día 14

Según ha sabido SUR, se trata de una apertura parcial, que permtirá habilitar un carril de circulación en la Ronda-San Pedro, un alivio para los miles de conductores que cada día utilizaban este eje de conexión de la Serranía con la Costa del Sol. Estos meses, de hecho, se han acentúado las quejas de los alcaldes de la comarca y la preocupación de trabajadores y empresarios por la debilidad de las comunicaciones de Ronda y su entorno.

Los hechos sucedieron el pasado 8 de marzo, en pleno tren de borrascas y danas en la provincia. Una gran cantidad de roca se precipitó por la ladera en el término municipal de Benahavís. No sólo quedó cortada la carretera A-397. El deslizamiento provocó serios daños en el tablero de uno de los puentes y en más elementos de la infraestructura.

a Junta acorta así los plazos previstos para habilitar un carril de circulación en esta carretera estratégica de la Serranía de Ronda.

Los últimos trabajos se han centrado en el hormigonado del tablero del puente, cuyas vigas además han sido fabricadas en unos talleres de la comarca rondeña. Anteriormente, se finalizó con la colocación de las mencionadas vigas en los cuatro vanos del puente. Después, se colocaron las prelosas. Y, en los próximos días, el programa de obras contempla trabajar en la barrera de defensa lateral, el firme, el drenaje y la señalización correspondiente.

Se trata de una vía con un carril por sentido en la mayor parte de la traza. Lo que se va a permitir en unos días es reabrir uno para dar paso alternativo, mientras se siguen con los trabajos para completar la obra de emergencia.

La consejera de Fomento, Rocío Díaz, se comprometió personalmente a acortar los plazos para devolver a la normalidad lo antes posible la carretera y, desde luego, su departamento ha conseguido pisar el acelerador. El monto global de la inversión pública supera los 4,5 millones de euros.

Como es de esperar en un lugar en el que el terreno se muestra hostil, los equipos de trabajo han estado asesorados en todo momento por expertos en geotecnia.

Para reconstruir la carretera ha sido necesario antes ejecutar medidas para garantizar la estabilidad del talud. Y el gran reto inicial fue el de retirar todas las rocas inestables con maquinaria pesada, medios manuales con especialistas en trabajos verticales y, en último lugar, micro voladuras controladas.

Asimismo, se han instalado membranas de contención en las zonas de cabecera e intermedia del deslizamiento y una pantalla dinámica.

En la fase de ejecución posterior a la reapertura de la carretera autonómica se realizarán medidas adicionales de sostenimiento del talud y un refuerzo del muro de hormigón existente.

Se ha trabajado con macizos rocosos inestables, lo que ha obligado a extremar las cautelas y medidas de seguridad. De hecho, hasta que el saneo de taludes y laderas no tocó a su fin, nadie se atrevía a ofrecer plazos.

Cabe recordar que el marco inicialmente previsto era de cuatro meses y medio para poder abrir un carril, con lo que en principio se podría cruzar dando pasos alternativos entre los dos sentidos en el mes de agosto, aunque todavía con complicaciones. De este modo, se han acortado unos quince días en total. Es de esperar que la normlidad completa, con los dos sentidos del tráfico completamente habilitados, se recupere para durante el mes de septiembre.

Durante los trabajos de estabilización ha habido que resolver problemas como el de conseguir el acceso de una grúa de gran tonelaje a la escarpada zona.

Las labores iniciales también obligaron a aumentar la inversión, inicialmente prevista en 3,7 millones, que acabó siendo de los reseñados 4,5 millones. El motivo es que se detectaron riesgos adicionales que se corrigieron mediante voladuras.

Cabe recordar que el pasado 8 de marzo, cuando acaecieron los hechos, la borrasca Jana hizo estragos en la provincia malagueña, con lluvias registradas de hasta 44 litros por metro cuadrado en una hora en algunos puntos del interior. Las alertas en los cauces de ríos y arroyos se sucedían y, de hecho, otras instituciones, como la Diputación de Málaga, siguen inmersas en millonarias obras para reparar los importantes daños de la red provincial de carreteras.