Gaucín vive la crisis del coronavirus de lejos

Gaucín, con 1.576 habitantes, es una de estas localidades libres de este coronavirus. La Covid-19 ha dilapidado la rutina de antes y ha impuesto otra. Ha vaciado las calles en una época en la que el pueblo, conocido como 'El balcón de la Serranía', por la posición estratégica que ocupa con la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar a sus pies, estaría lleno de turistas. «Echo de menos... todo: la familia, los amigos, el ambiente, las fiestas de Gaucín..», lamentó José Luis Machado, que trabaja en el Ayuntamiento y que tiene tres hijos: José Luis, Alfonso y Ana Belén, de siete, cinco y tres años, respectivamente. Se siente afortunado de vivir en un pueblo: «Tenemos miedo, no se sabe con el virus, pero no tener casos cerca, da tranquilidad. Es un privilegio vivir aquí», explicó y agradeció que los niños puedan salir: «Vivir en un piso con tres niños... es complicado. Salimos, pero siendo muy responsables y cumpliendo las medidas», dijo.

Y es que los vecinos de Gaucín están muy concienciados y no bajan la guardia. Francisco José Ramos y Pilar Bautista tienen tres niños también: Guillermo y Sofía, mellizos de diez años, y Alberto, de cinco. «Seguimos todas las medidas aunque no haya positivos, no se sabe por la gente que viene de fuera, tenemos mucho miedo», confesó Bautista, ama de casa, junto a su pareja, que es camarero. «Yo misma les he hecho las mascarillas y guantes no llevan porque no encuentro de su talla», afirmó. No está de acuerdo con sacar a sus hijos a la calle: «Hubiera preferido que se hubiesen quedado en casa hasta que todo esté más controlado», señaló y finalizó: «Sí estamos más tranquilos... se escuchan tantas cosas en los medios de comunicación. Ahora nos sentimos más orgullosos aún de vivir en un pueblo, donde hay más población, hay más riesgo... aquí tenemos suerte», mantuvieron ambos.

Lo que peor lleva Antonia Delgado es no poder ver a sus nietos, 13 en total, aunque a tres de ellos, Aser, Mario y Daniela sí los ve, ya que viven en el piso de arriba. «Es dura la situación», reconoció. Ayer fue el cumpleaños de Daniela. «Estamos haciendo la tarta», comentó su nuera, Paloma Cubillas, que saludó a su suegra, con Mario en brazos, a través de una ventana.

La estampa de calles vacías en Gaucín la quiebran las tiendas. Concentran la poca actividad y hay algo positivo en esta situación: un aumento de las ventas ya que los vecinos no acuden a grandes superficies. «En esta época esperábamos turistas... aunque hay un aumento de las ventas. La gente no sale fuera a comprar», expresó Toñi Almagro, propietaria de Supermercado Alsara, que ha limitado el aforo a cuatro personas y tiene horario solo de mañana. Susana Andrades, al frente de La tienda de Susana, declaró: «Hay miedo e incertidumbre, aunque no haya casos, pero si pienso en eso, no estaría aquí. Ayer limpié toda la tienda con lejía. Es un poco complicado trabajar con mascarilla, guantes...», describió.

El alcalde, Pedro Godino, agradeció el comportamiento de sus vecinos y añadió: «Aquí sabes que si sales, te vas a cruzar con el vecino de enfrente, todo el mundo se conoce. Cerramos los accesos al pueblo, excepto uno, para tener más control», afirmó. El regidor cree que la situación de cero contagios puede convertirse en una fortaleza para potenciar Gaucín como destino turístico, también frente a la despoblación: «Hay muchos sitios que visitar en España y Gaucín es uno», dijo.