¿Por qué la Ermita de la Virgen de los Remedios de Cártama permanece cerrada entre semana?
Vecinos denuncian que la clausura afecta a la devoción y al turismo, mientras el párroco asegura que se trata de una baja médica temporal de la sacristana y que el templo abre los fines de semana con voluntarios
La Ermita de la Virgen de los Remedios de Cártama, uno de los lugares de mayor devoción del municipio, permanece cerrada de lunes a viernes ... desde hace aproximadamente un mes. La razón es la baja médica de la sacristana encargada de su apertura y mantenimiento. Desde la parroquia se asegura que la medida es temporal, mientras que algunos vecinos se muestran indignados por las consecuencias que está teniendo en la vida del pueblo.
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Entre quienes critican la situación se encuentra la vecina Reme García Pérez, que explica que entiende la baja por enfermedad, pero lamenta que coincida con los meses de verano, cuando muchos cartameños que viven fuera regresan para pasar unos días en el pueblo. «La ermita está cerrada porque la sacristana se ha puesto enferma, pero en pleno verano mucha gente vuelve al pueblo y viene expresamente a visitar a la Virgen», afirma.
La vecina asegura que durante la semana la ermita permanece cerrada y que solo algunos voluntarios la abren los fines de semana, algo que, en su opinión, ha indignado a gran parte del municipio. Señala además que el descontento llega hasta los negocios locales, ya que varios comerciantes le han trasladado que sus clientes se quejan porque vienen a ver a la Virgen y no pueden entrar. Considera que la Virgen es un símbolo muy importante para Cártama y que no debería encontrarse inaccesible. «La Virgen tira mucho del pueblo y no debería estar cerrada», añade.
«En pleno verano mucha gente vuelve al pueblo y viene expresamente a visitar a la Virgen», apunta Reme García
García Pérez insiste en que no habla únicamente por ella, sino que recoge un sentimiento generalizado. Explica que las quejas se escuchan en reuniones de amigos, en conversaciones familiares e incluso en encuentros en el campo. A su juicio, el tema se ha convertido en asunto recurrente de debate entre vecinos que ven con sorpresa que la ermita no esté abierta a diario. Por ello pide un toque de atención para que se respete lo que, en su opinión, forma parte de la identidad colectiva de Cártama.
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El párroco
Frente a este malestar vecinal, el Rvdo. P. D. José García Macías, párroco de San Pedro Apóstol de Cártama, ofrece una explicación diferente. Señala que la situación está directamente relacionada con la baja de la sacristana y recuerda que se está actuando de acuerdo con los procedimientos habituales. «Ella está de baja por enfermedad, y como en cualquier empleo hay un tiempo prudencial antes de poner un sustituto», explica.
García asegura que, para evitar el cierre total, se tomó la decisión de abrir la ermita los fines de semana con ayuda de un voluntario. Subraya que no se ha dejado sin servicio del todo y que se ha tratado de garantizar un mínimo de accesibilidad para los fieles. Precisa que la baja médica lleva apenas un mes y que, según le han informado, pronto podría resolverse. Por ello insiste en que se trata de una situación «estrictamente temporal».
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Sobre las quejas de los vecinos, el párroco considera que la mayoría lo ha entendido porque conocen a la sacristana, que es del propio pueblo y goza de la comprensión de muchos feligreses. «Todo el mundo tiene derecho a ponerse enfermo. La mayoría lo ha comprendido. Solo un pequeño grupo busca polémica», sostiene. Reconoce que lleva tiempo escuchando críticas similares y admite que resultan cansadas, aunque insiste en que no tiene intención de alimentar confrontaciones.
José García sobre las quejas: «Todo el mundo tiene derecho a ponerse enfermo. La mayoría lo ha comprendido. Solo un pequeño grupo busca polémica»
Por otro lado, el sacerdote añade que, si la baja se prolongase más de lo previsto, sí habría que estudiar la opción de un relevo, aunque por ahora no lo considera necesario. «En caso de que la baja se prolongase, entonces sí habría que poner a otra persona», afirma. Y lanza un mensaje de tranquilidad a los cartameños al recordar que, en cuanto la sacristana regrese, todo volverá a la normalidad.
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Mientras tanto, la ermita continúa cerrada de lunes a viernes y únicamente abre los fines de semana. El debate se mantiene vivo en el municipio, donde coexisten dos posturas claras: la de alguno vecinos que reclaman una apertura diaria porque consideran que el cierre perjudica a la devoción y a la vida social y económica de Cártama, y la de la parroquia, que defiende que se está actuando conforme a un procedimiento ordinario y que la situación debe resolverse en breve.
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