Defensa personal para desterrar el miedo

Así se ha gestado un taller de defensa personal que se impartirá durante los próximos meses en el gimnasio Novagym, de Alhaurín el Grande, dos días en semana. Márquez cita a Mahatma Gandhi para definir la filosofía con la que conduce las sesiones: «La fuerza no procede de las facultades físicas, sino de una voluntad indomable». Mientras fortalece su pie lesionado quiere seguir ayudando, de ahí esta iniciativa, que es gratuita. Pretende que, con su ayuda, que cualquier mujer que asista a los entrenamientos, supere el miedo y aprenda a defenderse tanto de una agresión cuerpo a cuerpo como de aquellas amenazas con armas de fuego, arma blanca, palos u objetos similares.

Los motivos que han llevado a Márquez a dar este paso son muchos, y aparecen cada día en los medios de comunicación: «Me parte el corazón escuchar en las noticias las acciones atroces que se cometen contra las mujeres en España y también el dolor de sus familias, si puedo aportar mi granito de arena ya me doy por satisfecha».

Aunque los entrenamientos son totalmente gratuitos por parte de la experta en artes marciales, desde el CYD Santa María explican que es necesario el pago de la matrícula del gimnasio «a efectos del seguro de responsabilidad civil». En Novagym, por su parte, están «emocionados» con esta iniciativa por lo que reducirán el coste total de la matrícula a quienes sólo asistan a las clases de defensa personal.

En los talleres se utilizan réplicas de armas, para suprimir el miedo y aprender a repeler los ataques, aunque la máxima es la habitual de esta disciplina: lo primero es intentar huir, al igual que la mayoría de los movimientos están orientados a conseguir una evasión satisfactoria.

No es la primera actuación del CYD con mujeres que han sufrido. Desde hace varios meses, muchas de ellas se han puesto en contacto con el santuario y se han celebrado experiencias con caballos para mejorar la autoestima y dejar de lado el miedo. «Cuando juntas a una mujer que ha sufrido una agresión con un animal tan poderoso al principio tienen miedo, pero pronto se dan cuenta de que el caballo les respeta, es dócil», explica desde el santuario Virginia Solera, propietaria del refugio.