Campillos encara la recta final de la renovación de su red de agua potable para garantizar el suministro y evitar fugas

Con esta actuación, el Ayuntamiento ha sustituido ya un total de 15,6 kilómetros de la red de agua de Majavea, lo que supone la renovación de un 75 % de la tubería. Esta sexta fase del proyecto ha posibilitado la instalación de un tramo de 2,1 kilómetros de tubería, con un presupuesto de ejecución de 244.382 euros, financiados gracias al Plan de Mejora de Infraestructuras Hidráulicas de la Diputación Provincial de Málaga.

En cuanto a la próxima fase, el regidor precisó que requerirá unas obras «más complejas», ya que recoge un tramo de mayor longitud (3,8 kilómetros) y transcurrirá junto a una de las carreteras de acceso a Almargen. Concretamente, esta tubería debe cruzar la vía del tren, un puente y el polígono industrial de esta localidad vecina, según indicó Guerrero. El presupuesto de ejecución asciende a 685.000 euros, cantidad que será sufragada con diferentes programas de fondos incondicionados asignados por la Diputación de Málaga.

La intención del Ayuntamiento es iniciar las obras de esta séptima y última fase «antes de que finalice el verano», culminando así un proyecto que comenzó hace más de cinco años. «Nos encontramos en la fase de redacción del pliego de adjudicación para licitarlo lo antes posible. El objetivo es que esté en funcionamiento el año que viene», apuntó el alcalde.

La sustitución de la red de Majavea centró el debate político en mayo de 2017, mes en el que la mayor parte de Campillos se quedó sin agua potable. Mientras que los camiones cisterna recorrían la localidad para llenar garrafas, depósitos y aljibes, el actual alcalde (entonces en minoría y ahora con mayoría absoluta), puso sobre la mesa de la Junta de Andalucía y de la Diputación la necesidad de abordar las obras que ahora se están realizando.

Este proyecto se suma a la reciente puesta en marcha del anillo de agua, que ha permitido mejorar la presión en la red de suministro en la localidad. Se trata de una actuación muy demandada que finalizó el pasado mes de mayo tras años de obras. El objetivo era conseguir un abastecimiento domiciliario de mayor calidad mediante la instalación de una tubería que circunvala el casco urbano y que a modo de arteria sirve para interconectar toda la red de agua potable existente.

La problemática de la red de Campillos es su estado, ya que tiene sesenta años de antigüedad y apenas se ha actuado sobre ella. Así, el cierre del anillo del agua se ha completado con la construcción de una red mallada que además ha permitido una mejora de la presión en las redes existentes, especialmente en la zona norte del casco urbano, donde más se sufre la falta de agua.