Un joven, a punto de morir desangrado tras ser apuñalado por un amigo en un encuentro motero en Alhaurín de la Torre

La víctima perdió tres litros de sangre tras sufrir una herida «mortal» de la que se salvó por la rápida asistencia sanitaria

Juan Cano

Lunes, 9 de mayo 2016, 01:09

Un joven de unos 27 años permanece ingresado en el Hospital Clínico tras recibir una puñalada en la ingle durante la concentración motera que se ... celebró el sábado en Alhaurín de la Torre. La víctima sufrió una herida «mortal», según los médicos, que le hizo perder tres litros de sangre. «Se ha salvado por la rápida asistencia sanitaria», aseguran testigos del suceso.

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El presunto autor de la puñalada, que es amigo del herido, se encuentra detenido por la Guardia Civil, que investiga las circunstancias de la agresión para, una vez terminadas las diligencias del caso, ponerlo a disposición de la autoridad judicial, según confirmaron a SUR las distintas fuentes consultadas. Los hechos ocurrieron sobre las cinco y media de la tarde del sábado en el recinto ferial de Alhaurín de la Torre, donde se congregaron entre tres y cuatro mil moteros desplazados desde distintos puntos de España e incluso del mundo, como una expedición de 15 personas que viajó desde Argentina para asistir al evento.

El herido y el detenido formaban parte de un grupo que habían llegado desde Estepona para disfrutar de la concentración. El primero sí es motero, mientras que el segundo iba como paquete en el vehículo de otro amigo, según las fuentes consultadas. Hasta ese momento, el ambiente entre ellos había sido festivo. Entonces, alguien escuchó a la víctima gritar: «¿Qué has hecho?». Acto seguido, cayó desplomada al suelo y comenzó a desangrarse.

Afortunadamente, uno de los responsables de la seguridad del evento (había 80 miembros de la organización destinados a tal fin, además de efectivos de Policía Local, bomberos, vigilancia privada y Protección Civil) se encontraba a pocos metros del lugar y se percató rápidamente de lo ocurrido. Él fue quien dio aviso al retén sanitario, repartido entre una uvi móvil y una ambulancia de traslado que habían sido contratadas específicamente para la concentración motera. El equipo médico destinado al evento asistió inmediatamente al herido, al que se le practicó un torniquete para detener la hemorragia y trasladarlo al Hospital Clínico.

En la ingle

La puñalada le alcanzó en la ingle y le afectó a una arteria, lo que complicó aún más su pronóstico. Además, la zona donde se había producido restaba eficacia al torniquete, por lo que siguió desangrándose incluso durante su traslado a urgencias. Según las fuentes, perdió tres litros de sangre e ingresó en el hospital en un estado de «extrema» gravedad. Ayer, los agentes de la Guardia Civil que investigan el caso acudieron a la unidad de cuidados críticos (UCI) del Clínico para tomarle declaración a la víctima, que pudo darles su versión de lo sucedido. Poco después, el joven pasó a planta, donde se recupera favorablemente.

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Un sargento de la Benemérita que se encontraba en el evento, aunque fuera de servicio, fue quien -con ayuda de agentes de la Policía Local- encontró al sospechoso, que se había marchado del lugar de la agresión. Fue localizado en la zona de los aseos, donde se le detuvo. También se intervino el arma, una navaja. La calificación definitiva del delito que se le impute tendrá que determinarla el fiscal y dependerá en gran medida de la evolución de la víctima y de la investigación del suceso.

Según las fuentes consultadas, la agresión supuestamente tuvo lugar de forma sorpresiva después de que ambos hubiesen estado divirtiéndose juntos. Estuvieron charlando con unas chicas y, al parecer, la víctima gastó una broma al ahora detenido, que se marchó del lugar. Segundos después, el joven sintió un «calambre» en la pierna. Al girarse, vio a su amigo detrás, agachado. Testigos aseguran que el presunto agresor trató de taponar la herida con sus propias manos cuando se dio cuenta del alcance del navajazo, extremo que no ha podido ser confirmado.

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La concentración, en la que no se registró ningún otro incidente, continuó hasta la noche, como estaba previsto, aunque con los oídos puestos en las noticias que llegaban desde el hospital. «Los cirujanos dijeron que, si llegan a tardar cinco minutos en asistirlo, hoy (por ayer) estaríamos en otro sitio», comentaba una de las personas que colaboró en la organización del evento.

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