Roscos de Cartajima hasta en París

Su actividad no es ni mucho menos comparable a la de una empresa que tenga en su punto de mira las exportaciones. Se trata de pedidos que se deben al boca a boca, gracias a los dueños de los paladares que ha conquistado el rosco de Cartajima. Además de a Francia, estos dulces también van a puntos de la Costal del Sol y de Madrid. Naranjo lleva haciendo estos dulces desde que tiene uso de razón. Indicó, sobre la receta: Para hacer unos 280 roscos es necesario echar en un recipiente 4,5 kilos de harina, a la que se añaden cuatro puñados de azúcar, dos sobres de levadura, dos 'tarritos' de canela y la ralladura de la piel de cuatro limones, relató.

Igualmente, se pone a calentar aceite y se fríen cuatro limones sin corteza que luego se exprimen para añadir el jugo a la masa. En el mismo aceite caliente se añaden dos 'tarritos' de matalahúva antes de verterlo en la harina. Se agregan al recipiente dos vasos de vino blanco y dos de aguardiente y se amasa la mezcla resultante. Por último, una vez que la masa esté uniforme, sólo queda dar forma a los roscos y cocinarlos en el horno durante alrededor de media hora, continuó esta vecina. Y ya solo queda chuparse los dedos.