Visto bueno a un nuevo desarrollo en Torremolinos: un millar de viviendas, suelo comercial y zonas verdes al norte de Los Álamos

El dictamen de la Administración regional atiende la idea de la local, que apostaba por un cambio que saque de la ecuación el terreno plagado de hoyos, aunque sin renunciar al uso deportivo en esta parte del municipio, pendiente de su crecimiento. Esta expansión, frente a Los Álamos, transformará una pastilla que linda, al norte, con un suelo urbano consolidado, conocido como urbanización El Olivar; al sur y sureste, con la AP-7 y la MA-20, y al oeste, con el Cortijo de Maza.

Como es preceptivo en este tipo de documentos, que emite la Delegación de Medio Ambiente, tras elevar consultas a otras áreas del Gobierno andaluz o del Estado, se han analizado tres alternativas y la más favorable, la número 2, es la que contempla un millar de viviendas nuevas; unos 13.000 metros cuadrados de superficie comercial y unos 10.500 metros para instalaciones deportivas privadas.

La cifra de unidades habitacionales no está recogida en el análisis medioambiental de la Administración regional, aunque son las que se barajan en la modificación del proyecto de reparcelación, que ya está en marcha, tal y como explica la concejala de Urbanismo, Marina Vázquez.

Con la innovación impulsada, lo que se logra, sin modificar el plan parcial aprobado previamente, es que, en lugar de dedicar los terrenos previstos para el campo de golf solo para ese uso, se libera una superficie de 179,168 metros cuadrados para actividades deportivas de otro tipo, como una red de senderos asociados a los arroyos y sus hábitats, unido a pistas para fútbol, tenis, o atletismo.

Igualmente, se defiende la necesidad de mejoras en el espacio viario, con más espacios para el peatón y áreas verdes, que reduzcan las islas de calor, y la urbanización de los espacios que presentan deterioro o que no están completados.

El uso comercial en este nuevo desarrollo, donde prevalece el residencial, es visto con buenos ojos, por las posibilidades de brindar una red de negocios de cercanía, que reduzca los desplazamientos. Uno de los argumentos para no circunscribir esta transformación urbana al campo de golf es que, el plan parcial que lo preveía, le otorgaba una superfice inerior a 20 hectáreas, es decir, menor que la establecida como mínima por el Decreto 43/2008 que regula estos complejos en Andalucía.

La Dirección General de Aviación Civil, por su parte, advirtió del posible riesgo de la lámina de agua prevista en este terreno deportivo, ya que podría atraer aves, que pusieran en peligro las operaciones de los aviones del cercano aeropuerto. Al margen de ello, y de medidas de respeto al entorno y ahorro hídrico, entre otras, que pide la Junta, Cultura pide conservar el acueducto del Cortijo de Maza, previa definición de su trazado.

Hay otro aspecto importante, sobre el que llama la atención la Unidad de Málaga de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y es que, como queda reflejado en el informe de la Junta, no se ha presentado un estudio de tráfico y capacidad en el que se analicen los volúmenes generados y su posible afección a la autovías AP-7 y MA-20 de los 130.000 metros cuadrados de edificabilidad máxima de nuevas actividades hoteleras, comerciales, residenciales y deportivas previstos.