Así operan los taxis pirata en el Aeropuerto de Málaga: el sector los cifra en 40 y crece la tensión

El asunto de la piratería en el sector no es nuevo pero se empezó a recrudecer en 2019. Ahora se ha multiplicado la tensión en la zona de la terminal de llegadas. En estos días, las redes arden, vídeos, fotos, enlaces... Es un asunto que se ha hecho un hueco por derecho propio en la actualidad informativa.

«Enseguida se empezaron a dar cuenta de que el Aeropuerto, con el crecimiento que estaba alcanzando, era un filón», apunta Díaz, que cuenta que se trata de grupos perfectamente organizados con «ojeadores» que detectan a turistas más despistados o con perfiles de mayor adquisitivo para hacerles una oferta de viaje más barato. «Van buscando a los que llevan palos de golf o a los que van a hacer trayectos más largos. Tienen también a chivatos que alertan de la presencia policial», expresa. Entre los más de 21 millones de viajeros anuales que se alcanzan, el negocio está asegurado.

«No hay día que no los veamos. Hoy sin ir más lejos acabo de intervenir para ayudar a un compañero que estaba increpando a uno. Y están aleccionados para decir que somos racistas y que ellos pueden estar allí. Y no. No tienen ni papeles ni funcionan por aplicaciones», prosigue, al tiempo que asegura que «día sí y día no» ha tenido que hablar con la Policía en el tiempo que lleva en asociaciones del taxi.

Lamenta la distancia que hay entre la salida de pasajeros y la parada, aunque al menos ahora está bien señalizada, a su juicio: «Hemos estado ocho años sin una triste señal». Sobre las posibles soluciones, Díaz precisa que en lugares como Madrid o Barcelona, se ha hecho frente a esta situación con taxistas voluntarios que ejercen de informadores con un chaleco identificativo y la comunicación con las autoridades. Asegura que hay una propuesta similar aquí en Málaga a la espera de autorización. «Sería algo que no le costaría dinero a nadie y que serviría. Y, fíjese, hablamos de padres de familia teniendo que dedicarnos a esto. Somos 1.500 taxistas, con todo en regla. Esto se podría arreglar con inspección policial y vigilantes de seguridad en la entrada».

Salvador Gómez, también de Aumat y Élite, corrobora estas manifestaciones y los números. Al menos 32 vehículos y más personas en el entramado. «Con seguridad privada que los echara de ahí tendríamos mucho ganado», explica.

Desde la presidencia de Aumat, Miguel Ángel Martín es uno de los rostros más combativos con el problema y alerta de la tensión al alza. «Hemos asistido a muchos juicios de compañeros a los que hemos dado cobertura jurídica desde nuestra asociación. Yo personalmente tuve un juicio el 4 de diciembre, me agredió verbalmente un pirata diciéndome, palabras textuales, que me iba a matar solo porque le llamé la atención cuando estaba haciendo una captación ilegal», incide.

Martín corrobora que hay más de 30 vehículos pirata. «El perfil de muchos de ellos es de ser muy agresivos. Hoy ha tenido que ir uno de nuestros socios a poner una denuncia a la comisaría de Policía Nacional. Cada vez son más agresivos. También a la chica del 'stand' de información al usuario que tenemos por la Confederación de Taxis de la Costa del Sol no paran de agredirla. Ya lleva 3 denuncias puestas. Desde Aumat en los juicios que se celebran acompañamos a los taxistas y nos metemos en la sala cuando se celebran los juicios para que se sientan protegidos y arropados», detalla.

El colectivo del taxi se queja de la inacción de las administraciones y critica que siguen a la espera de ser recibidos en la Subdelegación del Gobierno: «No entendemos cómo es posible con lo delicado del asunto y a lo que esta expuesto nuestro colectivo en el aeropuerto como no nos han dado esa reunión. Es la tercera vez que la solicitamos».

Martín explica que, como en casi todos los órdenes, los costes, tanto fijos como variables, a los que tiene que hacer frente un empresario del taxi son grandes. La letra del vehículo, la hipoteca de la licencia, el autónomo, la seguridad social en caso de tener algún asalariado, los carburantes, el mantenimiento, las tasas... Es difícil aventurar un cálculo porque es una cifra muy variable, pero desde luego muy superior a los gastos de los taxis piratas, que se ciñen al vehículo y al combustible. «El seguro del vehículo ha subido mucho. Es un problema a nivel nacional. Las compañías no nos quieren ya que al tener las VTC tantos accidentes nos ha metido en el mismo saco y ha repercutido negativamente hacia el sector del taxi. Tenemos que asegurar en el Consorcio a veces por no querernos las compañías», lamenta.

Todos coinciden en que los taxistas pirata reinciden porque les renta. Les ponen una multa pero vuelven a las andadas. «He visto de todo en estos años. Por ejemplo, venir con su familia con maletas vacías para simular que son viajeros para ofrecer a los turistas compartir viaje y gastos. He visto poner 3 ó 4 denuncias en un rato que se hizo una operación más especial en la zona de Vialia...», abunda Díaz.

Pueden recaudar más de 100 euros (o libras) por carrera. Marbella, Estepona o Gibraltar son algunos de sus destinos favoritos. No tienen ni licencia, ni permiso, ni seguro de cobertura al viajero. Ni pagan autónomos o cuotas. «La dificultad es pillarlos in fraganti. Siempre pueden alegar que están llevando a un familiar», comentan desde la Policía Local, que ha iniciado estos días una nueva fase del dispositivo especial de vigilancia.

En lo que va de año, los agentes llevan realizadas más de 1.500 intervenciones de manera general en el sector. Esta labor de control e inspección se ha saldado en este periodo con 110 sanciones a VTC por incumplir la normativa vigente. Además, también se ha denunciado a los titulares de cuatro vehículos por ejercer la actividad de transporte de viajeros sin licencia o autorización municipal. En estos últimos casos, la intervención policial también incluye un acta de inmovilización o depósito de los vehículos por transporte de viajeros sin título habilitante para ello. Quedan en depósito hasta el pago de la sanción de 4.001 euros por infracción muy grave, tal y como establece la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres.

Como cada año, el dispositivo policial se refuerza en el entorno del Aeropuerto a medida que se incrementa el número de vuelos, tanto con agentes uniformados como de paisano desplegados mientras haya actividad en el aeródromo. Eso indican desde el Ayuntamiento, aunque desde el sector ven insuficientes las actuaciones.

En materia de VTC, 98 de las citadas 110 denuncias se han registrado en el Aeropuerto. Allí, en 2023, alcanzaron las 465. Las principales infracciones son carecer o no llevar cumplimentado el libro de registro de contrato de viajeros (infracción leve con sanción de entre 201 y 300 euros) o propiciar la captación de clientes sin contratación previa en lugares de concentración y generación de demanda de estos servicios (infracción grave, de 601 euros), aunque también constan denuncias por carecer de seguro (motivo por el cual un vehículo también fue retirado por la grúa y trasladado al depósito municipal) o carecer del rótulo o distintivo obligatorio de la Comunidad Autónoma de procedencia (de 301 a 400 euros). Igualmente, constan intervenciones preventivas como la cancelación de servicios contratados para llevar a familias con menores sin dispositivos de retención infantil.

 

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