Alerta por la procesionaria en Málaga: se adelanta cuatro meses a la fecha normal de salida

Así ocurre en municipios como Alhaurín de la Torre, donde el concejal de Medio Ambiente, Abel Perea, advierte de que el cambio climático está afectando directamente al ciclo de vida de la 'Thaumetopoea pityocampa'. «Lo que de forma habitual se debería dar en los meses de febrero-marzo se está produciendo en octubre», explica. Un «comportamiento anómalo» que está relacionado con las altas temperaturas y la ausencia de lluvias hasta fechas recientes.

La larva, en su quinto estadío, baja en hilera (procesión) tronco abajo hasta el suelo para enterrarse y formar la crisálida que dará lugar a la mariposa adulta. Es en ese momento cuando la oruga es más peligrosa debido a su recubrimiento de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, provocando intensas reacciones alérgicas, especialmente en niños y mascotas.

Esta fase normalmente suele producirse durante los meses de febrero y marzo en nuestras latitudes, aunque este año están ocurriendo en octubre, al menos en algunos puntos. Por ello, el Área de Sanidad del municipio ya lleva a cabo tratamientos para controlar la plaga durante todo el año en los parques públicos, y reclama a los propietarios de jardines donde haya pinos que hagan lo mismo.

Raimundo Real, catedrático de Zoología de la Universidad de Málaga (UMA), confirma que la aparición de hileras de procesionaria en otoño es «raro», pues lo normal es que ocurra al principio de la primavera y en verano. Aunque también pone de relieve que tiene un ciclo complejo y hay que diferenciar entre su fenología (estadíos de la especie) general y la que tiene en Málaga.

Por ello, considera que puede ser un hecho puntual que afecte sobre todo a Alhaurín de la Torre, que estaría relacionado con las lluvias fuertes que ha habido en octubre, después de una sequía muy intensa. «No han salido hasta ahora por la falta de agua, porque no llovía desde marzo; han estado aguantando el verano y han salido cuando ha habido lluvias y las temperaturas todavía no son muy frías».

Sin embargo, el catedrático pone de relieve que las especies se adaptan a las circunstancias, pues «lo único que en la Naturaleza no cambia, es el cambio». Y recomienda a los vecinos de las zonas de afectadas que tomen medidas de precaución con los menores y los perros, que pueden sufrir los peores daños en caso de tocarlas.

A Juan Zamudio, supervisor de Rapiplaga, empresa especializada en el control de plagas con sede en Málaga, tampoco le extraña que esté ocurriendo un adelanto de este tipo, ya que el clima suave y la falta de lluvia «altera gravemente la biología de este y otros insectos». De hecho, pone como ejemplo el caso del avispón oriental, donde las reinas en teoría deberían aletargarse en invierno, pero su empresa está quitando nidos «hasta diciembre y enero».

«Que aparezca 3-4 meses antes de lo previsto es una barbaridad, rompe completamente el ciclo biológico, lo que lo hace más peligroso», afirma, y explica que en esta fecha se tendría que estar haciendo el tratamiento al pino, para prevenir que anide la mariposa. «Es tan anómalo como sorprendente y complica aún más su control». Este experto propone un control biológico, mediante la bacteria 'bacillus thuringiensis', que es un tratamiento ecológico.