Faty: la niña malagueña que triunfa de modelo de Zara, Dior o Carolina Herrera
La pequeña, de seis años y residente en Las Lagunas de Mijas, se ha convertido en uno de los rostros más habituales de la línea infantil del buque insignia de Inditex
Si eres asiduo a la tienda 'on line' de Zara Kids, su rostro te será familiar. Su belleza exótica y el desparpajo con el que ... posa ante la cámara hacen que no pase desapercibida al navegar por la sección infantil del buque insignia de Inditex. Se llama Faty Mangane Counboul. Acaba de cumplir 6 años en octubre y estudia en Las Lagunas de Mijas. Allí reside desde que tenía seis meses con sus padres y su hermano de seis meses. Puede que muchos de sus vecinos del barrio o de sus compañeros de clase no lo sepan, pero a su corta edad esta menor puede presumir de ser toda una mini top model. No en vano, en su corta -y meteórica- trayectoria ha sido imagen de campañas de firmas 'low cost' tan comerciales como Zara, Mango o Sprinter. También de marcas 'deluxe' como Carolina Herrera o Dior.
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Malagueña de adopción (nació en Madrid pero a los pocos meses se instaló en Mijas), por sus venas corre sangre de Senegal, de donde procede su familia. Su madre, Bigue Counboul, llegó a España en 2007. Desde entonces, ha encadenado trabajos de dependienta para diferentes tiendas. Amante de la moda, hace ahora tres años unos amigos le animaron a apuntar a Faty a una agencia de modelos -Happy Kids- y no dudó en probar suerte. Para su sorpresa, el teléfono sonó muy pronto y la primera propuesta solo tardó un par de meses en llegar.
Desde entonces, esta pequeña de Mijas hace malabares para compaginar sus clases -«es muy buena estudiante», admiten sus padres- con viajes por ciudades europeas como Londres, París o Lisboa. También son frecuentes sus escapadas a Barcelona o a Coruña, a la sede de Zara. En su maleta, cuenta su madre, nunca falta «su brillo de labios» o un paquete de chucherías, «que no las perdona para el avión» bromea.
Preguntada por sus sesiones de trabajo ante la cámara, su madre explica que los 'shooting' suelen prolongarse unas tres o cuatro horas. «En medio les dan algún catering y en algunos casos hay animadores que les ayudan a que se entretengan y para ellos sea como un juego, así no se les hace pesado», revela.
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No es el caso de Faty, que disfruta al máximo cada vez que tiene que posar. «Ella es muy presumida y le encanta este mundo. Si algún mes no le llaman empieza a preguntarnos porque lo echa de menos. Ella adora los focos y, sobre todo, le encanta descubrir nuevos hoteles y bajar al buffet. ¡Eso le vuelve loca!», confiesa Bigue entre risas.
Sobre su futuro, esta familia de Senegal asegura que su hija tiene las ideas bien claras: «Cuando le preguntan qué quiere ser de mayor ella dice que modelo. Porque aclara que ella ya es modelo. ¡Y quiere seguir siéndolo!», concluye. De momento, ya se ha labrado un futuro prometedor.
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