Cris Mata: «Duermo con una libreta por si nace la inspiración»

A veces, una conversación telefónica, si es una buena charla, puede deslizarte a lugares insospechados. Hace unos días me llevó frente al mar. Tarifa. Fue allí donde Cristina Mata, publicista e influencer, comenzó sus primeros garabatos y bocetos en su libreta mientras su novio hacía kitesurf - hasta cuatro horas en el agua, cuenta - . Una idea rondaba por su cabeza, y como, ya se sabe, menos es más. El nombre del proyecto fluyó sin avisar. Lo tenía delante. LA MAR: «Tengo una gran vinculación con el mar, soy una especie de sirena con los pies en la tierra. No encontré otro nombre que me hiciese más emoción para mi marca de ropa, ni que me representara más» explica en declaraciones a este periódico. No la veo, pero intuyo que esboza una sonrisa cuando lo cuenta.

Su tono de voz lo dice todo, mima hasta el último detalle: «Lo que quiero transmitir con esta marca es cómo me siento. Tengo bastantes etapas, momentos en los que mi estilo cambia, y también los colores. Eso se ve reflejado en la marca, que no es más que un reflejo de mi personalidad» razona, mientras apunta que su proyecto no va dirigido a un target concreto: «Mujeres, desde los 15 hasta los 50 años. Un tipo de marca con la que quiero que se sientan cómodas, independientemente de la edad».

Mata, muy vinculada a las redes sociales, cuenta con 32,5k de seguidores en su cuenta @crismata1, se muestra a favor de la plataforma, siempre que se le dé buen uso: «Son un trampolín espectacular. Tenemos mucha suerte. Soy publicista, y creo que hay pocas herramientas para transmitir con tanta rapidez e intensidad. Cuando avisé que la marca era mía hubo muchísimo movimiento. Hay que utilizarlas bien, y hay gente que no sabe utilizarlas, aunque me gustaría pasar de puntillas con este tema».

Es autodidacta, y desde el propio logo, ha sido ella quien ha dado forma a su proyecto. No obstante, camina acompañada por una compañera en labores de costura. Su pequeña idea crece como la espuma, y ella misma habla de cómo se imagina el futuro: « Quiero enfocar el proyecto de varias formas. Voy a seguir creando en el 'mood' que lo hago, pero sin perder la exclusividad. No me gusta ir a una boda y que todas las chicas vayan iguales vestidas de muchas marcas que venden mucho de lo mismo».

De momento, ella misma hace de modelo e influencer, y no cree mucho en el concepto de colaboraciones: «Yo me dedico a las redes, y sé cómo funcionan. Creo que detrás de algunas colaboraciones no hay demasiada sensibilidad con el producto. Creo que yo soy la mejor embajadora de mi marca. Solamente haré colaboraciones con gente que realmente sienta LA MAR, y en ocasiones puntuales. No me gusta regalas mi trabajo, aunque nunca digas nunca».

No todo son risas. Confiesa que hay momentos de bajón, pero mantiene la ilusión intacta: «A veces quieres llegar a todo, pero tienes que delegar y no todo el mundo es tan serio como te gustaría. No obstante, nada de eso me ha frenado. Estoy muy motivada. Duermo con una libreta por si me nace la inspiración». Al fin y al cabo, de eso habla también su marca. Mujeres fuertes e independientes que superan cada obstáculo con determinación. Termina la entrevista y charlamos un poco con una frase final que deseo que se cumpla fervientemente: volverán los días de Tarifa.