Málaga el día que finalizó la II Guerra Mundial

El texto entrecomillado era publicado como 'entradilla' de la información tomada de la agencia Efe en la portada de SUR que con el título a toda plana daba la buena nueva: «Esta madrugada cesó el fuego en Europa», a la vez que anunciaba que «Los mandos, autoridades y fuerzas armadas alemanas, prisioneros de guerra». ¿Y Málaga? ¿Qué pasaba en Málaga en las fechas de tal acontecimiento? Apenas seis años después de finalizada la Guerra Civil, no estábamos para celebraciones, y difícilmente los malagueños nos abríamos paso en un momento de muchas necesidades. Ese 9 de mayo se anunciaba un gran partido amistoso en La Rosaleda entre el Málaga y el Levante, al igual que otros encuentros «de segunda categoría» en Segalerva. El Teatro Cervantes ponía un anuncio para publicitar el gran espectáculo lírico 'Cabalgata', que llegaba a Málaga tras más de 400 representaciones en el Teatro Lara. Desde luego, pese a los malos tiempos, Málaga a principios de mayo de 1945 tenía una amplia oferta de espectáculos. A los referidos había que unir el debú de los «extraordinarios artistas Marcel y Addy en el Circo Price, con precios de una peseta. Entrar en La Rosaleda valía 6 pesetas en tribuna y 4 en preferencia. Mientras el cine Rialto se estrenaba 'Los tres mosqueteros', del inolvidable Mario Moreno 'Cantinflas', y en el cine Goya se ponía en pantalla 'El capitán Cautela', mientras en el Teatro Principal se podía ver al ya famosísimo Gary Cooper en 'El vaquero y la dama', a la vez que el Moderno llamaba la atención de los malagueños con uno de los dúos artísticos del momento, Juanita Reina y Miguel Ligero, con su película 'Macarena'... Mientras, una de las 'grandes noticias' del día era la presencia del gran torero mejicano Carlos Arruza el sábado siguiente, día 12, en La Malagueta, en la que era una de las primeras ediciones de la Corrida de la Prensa: «Las entradas prácticamente están agotadas», decía la noticia que publicaba SUR, que en aquellos días, por la falta de materia prima, sólo tenía 4 páginas, de las que la primera y la última se dedicaron en el número del 9 de mayo al fin de la II Guerra Mundial, y la segunda y tercera eran noticias locales, fundamentalmente, ya se ha dicho como no podía ser de otra manera al igual que ocurría en todos los periódicos españoles de aquellos años, de espectáculos, deportes y sociedad.

En la portada, además de recoger los discursos pronunciados por el Día de la Victoria por el Rey Jorge VI de Inglaterra, el premier Winston Churchill y por el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman.

En la información del fin de la II GM en Europa, el periódico daba cuenta también de «la gran cantidad de telegramas que desde Málaga capital y la provincia» habían llegado «al Caudillo como testimonio de agradecimiento y felicitación a su actitud que ha mantenido a España fuera del conflicto europeo, permitiendo que nuestra patria alcance un grado de prosperidad difícil de superar». A nivel cultural, lo más destacado es que Salvador González Anaya iba a leer un capítulo de su última novela a través de las ondas de Radio Málaga, lo que había despertado gran expectación, al tiempo que se refería en la página 3 los nuevos avances que había realizado la medicina respecto a la gota y al reúma... Había mucha hambre, mucha miseria, y mucho miedo, pero Málaga se levantaba en su quehacer diario aliviada porque el final de la guerra mundial en Europa ponía fin a una pesadilla demasiado larga. Era un martes 8 de mayo de 1945. En Málaga era alcalde en aquellos momentos uno de los médicos más importantes y prestigiosos de la historia de la ciudad, Manuel Pérez Bryan, que entre 1939 y 1941 fue presidente de la Diputación, cargo del que dimitió al declararse la grave epidemia de tifus exantemático (o del piojo verde) que afectó a toda la provincia, convencido de que estaba obligado como médico a dedicarse al cuidado de los enfermos, ya que siempre mantuvo el ejercicio de su profesión. De 1947, ya sin ocupar la Alcaldía, hasta su muerte, en 1958, ocupó el cargo de presidente del Colegio de Médicos de Málaga y de 1956 a 1958 fue director del Hospital Civil. Su prematura muerte a los 57 años fue muy sentida al ser una persona respetada y muy querida.

Hoy, 75 años después, aquí estamos, encerrados, porque seguimos en confinamiento. No hemos alcanzado la fase 1. Pero aquí ha ocurrido una cosa: como Málaga capital no ha sido capaz de superar el examen, por eso, simplemente por eso, suspenden al resto de la clase... Pocos creían que Málaga capital iba a superar la criba, toda vez que aquí la virulencia del Covid-19 ha sido más fuerte que en el resto de Andalucía, pero sin embargo, hay zonas de la provincia, que es grande, muy grande como se sabe, que sí cumplían los ratios perfectamente y que merecían un mejor resultado en el primero de los exámenes finales: por ejemplo, Marbella; por ejemplo, la Costa del Sol; por ejemplo, la Serranía de Ronda... ¿Por qué distritos sanitarios no aquí? ¿Por qué distritos sanitarios en otros lados? Cosas difíciles de responder, lo mismo que el por qué de la decisión de Juan Cassá. Relean el artículo de Antonio Soler del viernes. No tiene desperdicio. Igual les contesta sus interrogantes.

Con la que está cayendo la felicidad es una utopía. Nos conformamos con tener salud, que ya es bastante. Buena suerte.