Un café con Mel Gibson en Ronda

Gibson, como todos los mortales, está sujeto al paso del tiempo. Casi irreconocible, envejecido, con pantalón vaquero, zapatillas negras, gafas de sol y una poblada barba blanca, trató de pasar desapercibido pero García, al frente de una boutique de moda, Ene de Nati, lo reconoció, se dirigió a él, en Confitería Daver, con un simple ¿Mel?, y éste le confirmó que era él. «Ha sido sobre las cinco. Estábamos en la cafetería mi marido y yo, la camarera y ellos y nadie más. La camarera me dijo que era él...», comentó García y bromeó: «¡Y yo con estos pelos!».

«Soy fan de él de toda la vida, mi marido me animó a acercarme, le pedí que si se podía quitar las gafas de sol para la foto y accedió, fue muy amable en el trato», dijo. El encuentro terminó con la invitación de Gibson a García. «¡Y encima me pagó el café!», afirmó.

Otros testigos afirmaron ayer que vieron a la pareja en el Hotel Catalonia Reina Victoria. Ésta llegó el lunes a Granada, donde visitaron la Alhambra y acudieron a un espectáculo flamenco. En la ciudad del Tajo seguro que el afamado actor disfrutó de las magníficas vistas a la Serranía, pisó el Puente Nuevo y se asomó al Tajo. Gibson también habría incluido a Marbella en su viaje por Andalucía, como un turista más.