Ignacio Nacho: «Me gusta el cine claustrofóbico, pero es que las películas caras no me las producen»

Esta película –quizá la más malagueña de la 25 edición del Festival– no solo ha venido a pasearse, sino que es una de las candidatas a los premios en la sección de ZonaZine, donde se presentó ayer ante mucha expectación del público local.

Después del visionado y de los aplausos tocaba hablar de ella, e Ignacio Nacho fue muy sincero cuando se le preguntó por su cine, habitualmente ligado a los espacios pequeños. «Me gusta el cine claustrofóbico, pero es que las películas caras no me las produce nadie. Tengo proyectos de millones de euros escritos, aviso», comentaba entre risas el director, que admitió que estas propuestas eran más realizables, «pero no por ello menos interesantes», matizaba.

Sin embargo, tanto Nacho como Salva Reina y Mara Guil admitieron que no tener helicópteros volando y centenares de extras paseando por el 'set' tenía también sus ventajas. «Ha sido un proceso creativo muy interesante, un modo de trabajar que no te permite un proyecto más grande. Hay más libertad y eso nos ha permitido ser barro en manos de Ignacio», explicó Salva Reina.

Precisamente, tanto el realizador como el resto del equipo hicieron bastantes referencias a todo el proceso de construcción de la película, desde la fotografía oscura que presenta a Alfredo López hasta el propio guión, un texto cerrado desde el primer momento. «Yo soy muy escrupuloso con el guión. No me gustan las injerencias porque a lo mejor se les ocurre algo mejor que a mí», bromeaba Ignacio Nacho, que reconocía que trabajar con Guil y Reina era una «garantía absoluta. Es que si no fueran solventes tendríamos un problema», añadía.

Parte de la esencia de esta película radica, según afirmaron los tres, en haber hecho una preproducción más parecida a una obra teatral que a una película. «En España se ensaya poco, se gasta más en otras cosas que marcan menos la diferencia en una película», recalcaron los tres.