Vicepresidenta del Congreso de los Diputados, exalcaldesa de Málaga, diputada n veces, tertuliana de televisión con el malogrado Hermida. Un personaje. Sí, Celia Villalobos es ... un personaje, sobre todo en Málaga, donde es más conocida que la mayoría de los candidatos que se presentan a la Alcaldía. Por eso no se entiende mucho que el PP la tenga escondida, que no la saque a los mercados en busca de apoyos, donde ella se desenvuelve tan bien. Las municipales se ganan a pie de calle y no con discursos de salón, por muy buenos que sean. Ayer estuvo en el acto en el que De la Torre dio una conferencia. No hubiera estado mal, por ejemplo, que Villalobos lo hubiera presentado, sin que esto suponga demérito alguno para el decano del Colegio de Abogados, Javier Lara, que estuvo a la altura de lo que se exige en ese tipo de ocasiones. La exregidora ha dado minutos de gloria en las campañas de la capital. Aún resuena aquel soy la más maruja de las marujonas. A la malagueña le persigue la polémica por sus salidas de tono, pero pocos se paran a pensar que también tiene sus cualidades. Que haberlas, haylas. Parece olvidado que fue precisamente ella quien consiguió la primera victoria del PP en unas municipales en el año 95 cuando era Málaga la roja, y que cuatro años más tarde logró también la primera mayoría absoluta en la capital. Resulta curioso además que De la Torre esté echando estos días mano a la gestión que llevó a cabo Villalobos para gobernar en minoría, donde se hicieron grandes cosas en la ciudad, como el Palacio de Ferias o el túnel de la Alcazaba. A lo mejor no hubiera estado mal contar más con la diputada en estas elecciones, en las que por primera vez el PP de Paco de la Torre podría perder la mayoría absoluta. Le debe resultar desconcertante que sólo cuenten con ella para ir a Nerja o para participar en un acto en Almogía, cuando en la capital sin duda que sigue teniendo mucho predicamento. Pero se ve que ni el partido ni el alcalde tienen feeling con ella. Sólo de esa manera se puede entender que tengan encerrado a este animal político.
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Las perlas de María Gámez
La entrevista a María Gámez que ofreció ayer este periódico desvelaba datos interesantes de la candidata socialista. Está realmente bien su apuesta por seguir siendo una persona normal si llega a ser alcaldesa. Mantiene la aspirante que no se debe renunciar a la vida privada. Lleva razón, porque alcanzar la Alcaldía supone un sacrificio y un servicio a la comunidad, pero no una condena de cuatro años y un día. También resultó llamativo el optimismo con el que afronta las elecciones, en las que solo se ve ganadora e incluso asegura que tiene tal subidón de adrenalina que se prohíbe otro escenario que no sea el de la victoria. A la socialista se le podría recomendar que mañana en su merecido día de asueto viera después de los duros combates que ha mantenido con De la Torre el clásico del cine americano Más dura será la caída, de Humphrey Bogart. Por si acaso.
Los 'podemos' quieren más
La candidatura de Málaga Ahora, la formación que apoya Podemos, le ha cogido el gusto a la campaña electoral. A éstos les parece poco quince días y apuestan por un mes. Se ve que les gusta el rollito de reunirse en la calle con la gente para discutir... Y que son novatos en estas lides.
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