«Vox ha recogido el espíritu de protesta, indignación y desilusión del 15-M»

–¿Por qué se presenta VOX a las elecciones andaluzas?

–Porque en España y en Andalucía hace falta otra forma de hacer política que le devuelva a la gente la ilusión y la esperanza. Yo tenía mi camarote muy bien amueblado desde el punto de vista personal y familiar y no me hacía falta meterme en política, pero si ese camarote está en el Titanic, que es España, hay que hacer algo para servir a España y Andalucía.

–Parece incoherente que estando ustedes a favor de la supresión de las comunidades autónomas se presenten a los comicios regionales.

–No hay ninguna incoherencia. Vox es un partido de vocación eminentemente española y estamos en contra de las autonomías porque han supuesto un despilfarro y generan inseguridad jurídica, insolidaridad y desigualdad entre los territorios. Dicho esto. ¿Cómo se lucha contra ese estado de las autonomías? Pues desde las armas que nos da la democracia. Nosotros no venimos a destruir, sino a construir una España mejor y para eso tenemos que entrar en las instituciones. Por eso nos presentamos a las elecciones autonómicas.

–¿Cuáles son sus propuestas para Andalucía?

–Nosotros defendemos una reforma del título VIII de la Constitución, que regula el estado autonómico. Mientras tanto, planteamos que las autonomías adelgacen y devuelvan al Estado las competencias en educación, justicia, sanidad o seguridad. También planteamos la reducción del gasto quitando los organismos paralelos, los 'chiringuitos' montados por la Junta y donde el PSOE tiene su red clientelar formada. Proponemos mejorar el campo andaluz con un empleo rural más eficaz; apoyar y fomentar las pymes, los autónomos y las empresas que son los que generan empleo; bajar los impuestos porque hay una política de confiscación; y reducir las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y a esa gran gama de asociaciones, sobre todo en el ámbito de género, que nos llevan al clientelismo. Si el PSOE quiere clientelismo para que le voten, porque son estómagos agradecidos, el pesebre de la Junta, que lo paguen de su dinero. A todo ello unimos nuestros postulados en favor del derecho a la vida, la defensa de la familia y de las tradiciones y la oposición a la ideología de género.

–¿Qué se juega Vox?

–El estar en las instituciones para servir a Andalucía. Queremos que Andalucía sea el trampolín de salida de un partido en el que ya está empezando a confiar la gente. Hemos recogido el espíritu de protesta, de indignación, de desesperanza y desilusión del 15-M. En este movimiento hubo mucha gente desencantada que confió, erróneamente, en un partido comunista y bolivariano como Podemos, y ahora se sienten otra vez desamparados. Esa gente pueden encontrar en Vox otra forma de hacer política y hallar la confianza que les llevó a la rabia y la indignación. Los nuevos partidos se han convertido en las antiguas castas. Nosotros no queremos ser casta. Yo no soy un político profesional, estoy aquí para servir.

–¿Vox es el 15-M de la derecha?

–No. Somos el partido de la luz, de la familia, la esperanza y la indignación. Frente a la España de la mugre y la turbiedad ofrecemos transparencia y limpieza en nuestras ideas. Eso sí, nos expresamos con claridad: estos son nuestros principios y nuestros valores y no los vamos a cambiar. No vamos a ser ninguna veleta que en función de las encuestas vamos hacia un lado o hacia otro. Nuestros principios y valores los defiende mucha gente tanto sea de izquierda como de derecha porque nuestro horizonte está en recoger votos no sólo de la derecha y la izquierda, sino de la abstención, de mucha gente que está pidiendo otra forma de hacer política y ve en nosotros realmente esa esperanza.

–Desde ciertos sectores se les achaca que son ustedes la extrema derecha.

–Somos un partido de extrema necesidad. No tenemos nada que ver con la extrema derecha.

–¿Qué siente cuando le llaman fachas?

–Los auténticos fascistas son esas gentes de la extrema izquierda que nos ataca. Nosotros somos los demócratas, los constitucionalistas que defendemos los valores y principios de la Constitución, mientras que esos fascistas de extrema izquierda son liberticidas. El cielo, a diferencia de lo que decía el señor Pablo Iglesias, no se conquista al asalto, sino que se conquista construyéndolo cada uno.

–La encuesta del CIS le otorga un representante por Almería. ¿Cuáles son sus aspiraciones?

–La encuesta del CIS está cocinada en Masterchef y es una cocina de diseño; nosotros tenemos encuestas que son más fiables porque son de cocina casera que nos dan un parlamentario por cada una de las provincias e incluso por Sevilla y por Málaga nos dan dos. Nuestro objetivo es entrar en las instituciones, en este caso el Parlamento andaluz, y lograr tener grupo político propio en la Cámara autonómica.

–¿Si entran en el Parlamento, pactarían con el PP y Ciudadanos para que haya un cambio de gobierno?

–Por supuesto. Vox pactaría con PP y Ciudadanos para quitar a la izquierda de la Junta. Si obtenemos más de dos escaños, la izquierda pierde la mayoría.

–¿Son ustedes una amenaza para el PP y Ciudadanos?

–El PP y Ciudadanos nos consideran una amenaza pero nosotros no nos consideramos una amenaza para nadie porque aquí el voto no es de nadie. Si hay partidos, no sólo el PPy Ciudadanos, sino también Podemos y el PSOE, que nos ven como una amenaza es porque realmente han visto que hay otra forma de hacer política. En el caso del PP el voto a este partido es un voto inútil porque traicionó sus principios. El único voto útil en la derecha es para Vox que trae una nueva forma de hacer política de derechas sin complejos y recogiendo esas banderas y valores que abandonó en su día traicioneramente el PP.

–Su figura ha estado en el centro de la polémica, ¿eso es un hándicap o un valor a la hora de afrontar la elecciones?

–Es un valor. Es como una medalla. El que conoce el funcionamiento de los totalitarismo sabe que se vale de armas como el engaño, la mentira y la represalia. Yo fui represaliado y perseguido por un Estado totalitario y la dictadura de género. He luchado durante siete años hasta que he sido rehabilitado. Si alguien encuentra un caso como el mío en la UE que me lo diga porque no hay ninguno

–Hace unos días Santiago Abascal decía que la Reconquista iba a empezar por Andalucía. ¿tiene usted alma de don Pelayo?

–Hace unos días estuve en Gijón, donde hay una escultura de don Pelayo, y resulta que la gente joven cree que Don Pelayo es una compañía de seguros. Eso es fruto del sistema educativo que tenemos. Don Pelayo empezó la Reconquista por Asturias y ahora estamos en un momento en el que la Reconquista empieza por Andalucía. Si una vez hubo aquí un reino musulmán fue por la traición en el reino visigodo del conde don Julián y aquí creo que hay que acabar con tanto conde don Julián y acabar con los que están traicionando la grandeza de nuestra cultura española. Y si ahora empezamos por Andalucía buena sea esa Reconquista.