Casado sobre Díaz: «Es responsable de lo que hacían los gobiernos de Griñán»

Casado, en una comparecencia ante la prensa antes de visitar el Museo Pompidou de Málaga, una de las paradas de su maratoniana jornada en la provincia (estuvo en Estepona, Vélez-Málaga, la capital, Marbella, Benalmádena, Mijas y Fuengirola), le preguntó a Díaz si como consejera de Presidencia «no se enteraba» de lo que pasaba en el consejo de gobierno presidido por Griñán o qué tiene que decir ante las acusaciones del ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero en las que sostiene que «era la consejera por la que pasaban todos los asuntos y que nada se movía sin su consentimiento y que era la que mandaba de verdad en la época de Griñán».

«¿Tenía conocimiento de que se estaba perpetrando en la Junta el peor escándalo de corrupción en España con 900 millones de euros malversados del dinero de los parados andaluces?», inquirió el presidente nacional del PP, acompañado por el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo, y el presidente de la Fundación Concordia y Libertad, Adolfo Suárez Illana, al tiempo que recordó otros casos de presunta corrupción y que salpican a la Junta como el de los cursos de formación, Mercasevilla, Delphi o las tarjetas 'black' de la Faffe.

Pablo Casado inquirió a Susana Díaz si no se daba cuenta de lo que pasaba en los consejos de gobierno presididos por José Antonio Griñán «por incompetencia o es que lo estaba ocultando». «Porque si no se enteraba, mal, porque usted es una incompetente que no debería gestionar la Junta. Y si usted lo sabía, peor, porque está mintiendo y al final le acabarán pillando», afirmó.

Casado sostuvo que Díaz es «responsable» de lo que ocurría en el gobierno de Griñán porque era su mano derecha y agregó que ya no vale envolverse en la bandera andaluza y decir que no se puede criticar a la Junta porque es atacar a Andalucía. «Los que queremos a Andalucía queremos rescatar a Andalucía del gobierno más corrupto, más clientelar e ineficaz de su historia. Y los que insultan a Andalucía son los gobernante que lo que hacen es tener redes clientelares de corrupción y mientras sumen a esta tierra en los peores datos de desprestigio en sanidad, educación, empleo e infraestructuras», aseguró.

En este sentido, el presidente de los populares se sirvió del caso de un niño en Almería, con una grave enfermedad cerebral, al que le han suspendido una operación porque no se ha comprado un endoscopio (cuyo precio tasó en 40.000 euros) y la familia está buscando otra provincia u otra comunidad para poder operar a su hijo. «¿Esta es la sanidad que quiere Susana Díaz?», censuró en voz alta.

Por ello, Casado remarcó la importancia de las elecciones de este próximo domingo, donde Andalucía se juega «la continuidad o el cambio». «Aquí estamos hablando de seguir cuarenta años más con una sanidad y una educación de segunda por culpa de la Junta o tener una garantía de cambio y expectativa de futuro de la mano del PP», manifestó.

Ante las críticas del PSOE a su planteamiento de que la educación sea de competencia estatal, aunque administrada por las comunidades, el presidente del PP sostuvo que con ello «nadie quiere mutilar la autonomía de Andalucía, quiere restaurala y nadie quiere perjudicar la educación pública andaluza, quiere rescatarla» y reprochó a la Junta de haber puesto a la educación andaluza «por debajo» de otras comunidades.

La última parada de Pablo Casado en su intensa jornada en Málaga fue el Palacio de la Paz de Fuengirola, donde compartió mitin con Esperanza Oña, número dos de la candidatura. Un multitudinario acto, donde ambos coincidieron en apelar al voto útil del centro-derecha en torno al PP e invitaron a los votantes que un día abandonaron en las urnas a los populares a que «vuelvan a casa» en las elecciones de este domingo.

Casado recordó a los votantes desencantados con el PP que «ésta sigue siendo su casa» y a aquellos que en su día se sintieron «frustrados» porque su voto a otras formaciones –Ciudadanos– sirvió para que este partido apoyara al PSOE o no fue suficiente para obtener representación (en referencia a Vox) que «confíen en el PP». Incluso a los que apostaron por la extrema izquierda como alternativa «antisistema» les dijo que «no hay mayor rebeldía» que apostar por el único partido que puede garantizar el cambio en Andalucía.

En esa línea, Oña defendió la unidad del centro-derecha en torno al PP y su nuevo proyecto liderado por Pablo Casado, que es un partido «que encanta e ilusiona». «A esas personas que se fueron, les digo que pueden volver a casa, van a ser muy bien recibidos y se van a sentir muy cómodos», subrayó.

El presidente del PP hizo una encendida defensa de la bandera nacional y de la unidad de España y vaticinó que las elecciones andaluzas son el primer paso «para echar del Gobierno a quienes quieren romper a España». «Si logramos la victoria en Andalucía, al inquilino de La Moncloa le quedan dos telediarios», dijo.

Acompañado por Bendodo, que destacó la campaña del PPa pie de calle para «llevar a un malagueño a presidir la Junta» frente «a la tómbola de Susana Díaz, que promete el oro y el moro», Suárez Illana y la alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, Pablo Casado no cerró las intervenciones, dejando ese puesto a Esperanza Oña, para la que no ahorró elogios ya que fue uno de sus primeros y principales apoyos andaluces en las primarias. «Estoy aquí en Fuengirola para darte las gracias por tu apoyo, tu confianza, tu amistad y por ser una referencia para mí desde hace años», afirmó.