El turismo residencial, un segmento estratégico que aporta riqueza, mejora las ciudades y combate la estacionalidad

Además, en los últimos años la capital se ha sumado al protagonismo de municipios tradicionalmente receptores de este turismo, como Marbella o Benahavís, gracias a la mejora de la oferta cultural y de ocio, la apuesta de la ciudad por un modelo 'smart', y un urbanismo adaptado a las necesidades actuales.

Para hablar de estas y otras cuestiones tuvo lugar la Mesa Técnica 'Tendencias y aportaciones del turismo residencial en la sociedad' organizada por SUR con la colaboración de Metrovacesa y Sierra Blanca Estates.

El encuentro, que se celebró en el Hotel by Marriott Málaga Palacio y estuvo moderado por la periodista Carmen Alcaraz, contó con la participación de Pedro Rodríguez Castillo, fundador y presidente de Sierra Blanca Estates; José Carlos León, presidente de la Asociación Leading Properties Agents; Rafael Fuentes García, director de Área de Análisis e Inteligencia Turística en Turismo y Planificación Costa del Sol; Ricardo Bocanegra, abogado especialista en Extranjería y fundador de la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol (FAECOSOL); Laura Pou, presidenta de la Asociación de Empresarios para la Vivienda de Alta Calidad DOM3 y paisajista.

Como punto de partida Pedro Rodríguez puso en valor el papel del turismo residencial en Málaga, analizando las claves de su desarrollo. «La mejor consecuencia del éxito del turismo vacacional es el inicio, desarrollo y más tarde consolidación del turismo residencial. Pero esto no se produce en cualquier lugar, porque para ello necesita una serie de ingredientes fundamentales, que son infraestructuras, instalaciones sanitarias y servicios (gastronomía, comunicaciones, etc.). Y la provincia de Málaga ya tiene todo eso y mucho más. Por eso se ha posicionado como un destino residencial que ofrece seguridad y calidad de vida».

De igual modo, en su intervención el presidente de Sierra Blanca Estates recordó que no se podría concebir la economía de núcleos como Marbella, Benahavís o Estepona sin este estratégico turismo residencial, «que aporta sin lugar a dudas más del 50 % de todos los empleos directos e indirectos».

«Yo siempre he dicho que el turismo residencial es la base de la economía de la provincia de Málaga», intervino Ricardo Bocanegra. «Todo lo que se haga para apoyar esta actividad es poco comparado con la gran riqueza que deja en la provincia de Málaga a través de puestos de trabajo y de todo el movimiento que genera. Son personas que adquieren su vivienda aquí, que viven buena parte del año, emplean su dinero en el comercio local, compran y consumen. Yo tengo claro que, si desapareciera el turismo residencial, especialmente conformado por extranjeros, habría que declarar la Costa del Sol como 'zona catastrófica'».

José Carlos León se mostró de acuerdo con estas intervenciones. «El turismo residencial es la base, y además ha mejorado muchísimo en los últimos años. Clientes que antes venían 2 o 3 veces al año ahora vienen 10. Y se están diseñando viviendas para estos usuarios. Tenemos un verdadero paraíso en la Costa del Sol y ya se habla de Málaga como la California europea».

«Estos turistas son personas que generan sus rentas fuera de la provincia de Málaga pero lo gastan en buena medida en ella, generando empleo y riqueza. Y para valorar su importancia solo hay que mencionar que podemos estar hablando de unos 3.000 millones de euros de generación de renta, que viene a ser tres veces y pico más que todo lo que genera el sector agrario y ganadero de nuestra provincia», apuntó Rafael Fuentes. Asimismo, el director de Área de Análisis e Inteligencia Turística en Turismo y Planificación Costa del Sol recordó que hay 275.000 extranjeros empadronados en la provincia de Málaga, lo que supone entre 16 % y el 17 % de la población total de la provincia. Y más del 40 % de los extranjeros que residen en Andalucía lo hacen en la Costa del Sol, principalmente en la franja que va de Estepona a Marbella. De igual modo, el director subrayó que esta aportación no se queda solo en lo cuantitativo, sino también incluye beneficios cualitativos ya que «rompen la estacionalidad porque, cuando en sus países hace buen clima, se vuelven con su familia y es cuando llegan los turistas de sol y playa. Todo ello sumado a su fidelidad, su respeto por la sostenibilidad y a un gasto per cápita que suele rondar entre 5.000 y 7.000 euros al mes para gastar en la Costa del Sol. Son el segmento ideal».

«Yo nací en Madrid. Llegué a Málaga como una turista residencial y ahora soy una ciudadana de pleno derecho de la Costa. He asistido a la transformación de la Costa y lo que ha ocurrido es un absoluto bombazo. Es un desarrollo muy importante y muy cuidado, por supuesto con determinados desaciertos en algunas ocasiones. La asociación que yo presido cuida la vivienda de alta gama, que es la que habita en la mayoría de los casos estos turistas residenciales que pagan impuestos (IBI, basuras, etc.) por todo el año cuando solo vive unos meses. Unos ingresos que entran a las arcas municipales bastante importantes que no generan demasiado gasto. Hay que tener en cuenta que estas edificaciones se convierten en una pyme empleando entre 2 o 3 personas y generando riqueza. Hay que verlo como lo que es, un sector estratégico y fundamental», aportó Laura Pou. Además, la presidenta de DOM3 apuntó que el sector generó el pasado año 500 millones de euros y empleado a 5.000 personas en empleos directos y 15.000 indirectos. También subrayó que se construyeron 100 villas y 200 apartamentos, todo ello de alta gama. Con respecto a este año, la experta recordó que, si bien ha bajado el número de edificaciones, se ha incrementado el PEM (Presupuesto de Ejecución Material). «En mi vida había visto que la reforma de una casa tuviera un presupuesto de 18 millones de euros. Si me preguntas en qué punto estamos, esta es mi respuesta».

En relación a la situación actual provocada por el COVID-19, los participantes se mostraron convencidos. «El turismo residencial ha salvado la economía desde el inicio de la pandemia. Y es triste que tenga que venir una crisis sanitaria como esta para poner en evidencia la situación», quiso incidir Pedro Rodríguez.

«Efectivamente, la pandemia ha puesto de manifiesto que gracias al turismo residencial se está manteniendo el consumo de la hostelería y el comercio. Y son extranjeros que integran en su mayoría el sector comprendido como turismo residencial, porque por desgracia el turismo vacacional tiene prácticamente prohibida la entrada», convino Ricardo Bocanegra.

En este sentido, el abogado y presidente de FAECOSOL aprovechó para reclamar «más facilidad para que los extranjeros que tienen propiedades en nuestra provincia y que no tienen permiso de residencia (porque no tienen que tenerlo) puedan venir a sus residencias. Se debería de facilitar la entrada a esos propietarios, por supuesto previas pruebas para garantizar la seguridad sanitaria». De igual modo, Bocanegra apuntó que hay muchos extranjeros que están buscando propiedades en nuestra provincia para poder disfrutar aquí ante un posible confinamiento en sus países de origen.

En relación a la tipología de las construcciones que se estaban realizando, Pedro Rodríguez recordó que desde Sierra Blanca Estates son especialistas en propiedades de máxima calidad, que es hacia donde, según apunta el empresario, debe tender el sector. «El turista residencial busca propiedades amplias con grandes porches y terrazas. Esto es lo que nosotros venimos haciendo desde hace más de tres décadas, adaptar la gran vivienda señorial andaluza abierta al sur y a los nuevos tiempos».

En este sentido, el especialista recordó que en el caso de las ciudades se está apostando por el urbanismo vertical «con edificios de gran altura que, además de dar buena imagen de apuesta por la modernización y el crecimiento, son más sostenibles, y generalmente de más calidad». Este es el caso de Málaga Towers, uno de los grandes proyectos en desarrollo que Sierra Blanca Estates tiene junto a Metrovacesa en la capital de la Costa del Sol. Diseñado por el prestigioso estudio Lamela, los edificios cuentan con 20 plantas de altura, viviendas de lujo, un diseño innovador y una ubicación inmejorable en la que se ha venido a llamar «la Milla de Oro de la capital».

«El lujo es el espacio», recordó José Carlos León. «Se están haciendo cosas muy interesantes, pero los promotores deben reforzar su apuesta por los espacios y la calidad, como se ha dicho, pero también la sostenibilidad, que en muchos casos es una asignatura pendiente».

En lo que respecta a la capital, los participantes pusieron en valor la evolución que ha tenido en los últimos años impulsada, en buena medida, por el equipo de gobierno. «Lo que han hecho en la ciudad es para reproducirlo a nivel clonal. El despegue y la evolución de la ciudad es extraordinario a todos los niveles», incidió Laura Pou.

Durante el encuentro, los expertos recordaron el papel creciente de internet y las nuevas tecnologías. «Se han realizado muchas e importantes compraventas a través de internet, y es algo que debemos tener en cuenta y reforzar», explicó Pedro Rodríguez. Del mismo modo León se mostró optimista con la situación del sector pese a lo complicado de la situación. «Nosotros hemos incrementado entre un 15 y un 20 % las ventas en los meses de verano, que es algo atípico para nosotros, y es un dato muy positivo y esperanzador. El turista residencial ve la provincia como un activo refugio para invertir su dinero».