Bombilla encendida Philipp guelland

La tarifa regulada de la luz vuelve a ser la más competitiva

El comparador de la CNMC señala que el mes pasado la PVPC fue imbatible después de que el precio del MWh se haya desplomado desde los más de 500 euros de marzo de 2022 hasta los 5 actuales

Martes, 17 de enero 2023, 17:22

El mercado eléctrico se ha dado la vuelta. La tarifa regulada, la PVPC, se ha convertido en la más barata de nuevo. De esta manera ... lo recoge el comparador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Al menos, así fue en el último mes contabilizado, el transcurrido entre mediados de diciembre y mediados de enero. En ese periodo fue imbatible. Para un hogar tipo español, la factura regulada ascendió a los 41,36 euros, frente a los casi 49 euros en que se colocó la oferta más atractiva de Endesa, la Conecta, que ahora no se puede encontrar en la web de esta empresa.

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La PVPC es la factura ligada a la evolución del mercado mayorista, que está regulado y que marca una variación hora a hora y día a día del precio de la electricidad en función de cuáles sean las energías que entren en el pool y cuál sea la que marque el precio, en modo que recuerda al de la cotización de las acciones. Contratarla puede parecer, a priori, más arriesgado que optar por otra oferta que establezca una tarifa plana o una tarifa con tramos horarios fijos. Pero, como afirma el experto en energía Jorge Morales de Labra, en una tarifa fija subyace la incorporación de un seguro en el precio, es decir, de una prima, que el cliente paga a cambio del saber a qué atenerse, y para dar certidumbre y algo más de margen a la empresa, que también renuncia a potenciales subidas estratosféricas de los precios como las sucedidas a cuenta de la invasión rusa de Ucrania.

Precisamente, Morales de Labra señala que el mercado libre, es decir, las tarifas planas y las que establecen tramos horarios con los precios que determinan las propias compañías, la única vez que han sido más baratas que la regulada, que la PVPC, ha sido con ocasión del incremento de los precios de la energía provocado por la guerra. En cualquier otro contexto, ha salido a cuenta optar por la tarifa regulada. Nadie sabe si volverá a haber momentos de tanta tensión en el mercado eléctrico que vuelvan a disparar el mercado mayorista y, con él, la tarifa PVPC. Y también es una incógnita si en algún momento se eliminará el tope al gas y cuál será el impacto que ello pueda tener en los precios. Por lo pronto, el precio del Mwh, que llegó a marcar máximos históricos cerca de los 550 euros en el mercado mayorista, en marzo del año pasado, diez meses después ronda los 5 euros. Este miércoles, de hecho, marca mínimos de lo que llevamos de 2023.

En este sentido, Rubén Sánchez, secretario general de Facua, lanza una advertencia: en los días que van de enero, la tarifa regulada apenas ha estado unos céntimos por debajo de las del mercado libre; también advierte de que no es una certeza que en lo sucesivo vaya a seguir siendo más barata; y también sugiere que se desconoce cómo va a seguir evolucionando el mercado. En definitiva, avisa, «es muy apresurado» apostar por la PVPC frente al mercado regulado. En el gas, por el contrario, sí que está mucho más claro que la tarifa regulada es más atractiva.

En todo caso, conviene revisar el contrato de cada hogar. Por ejemplo, en el momento en que vence y se ha de renovar, quizás con un encarecimiento en el caso de tarifas del mercado libre, como está ocurriendo en los últimos meses. Las compañías están obligadas a comunicar las nuevas condiciones a sus clientes, por lo que facilitan la comparación. Pero también pueden revisarse las condiciones, sin que medie la necesidad de una renovación, con el solo objetivo de reordenar las finanzas personales con vistas al año que acaba de comenzar.

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Las compañías comercializadoras ofrecen una enorme batería de ofertas: en primer lugar la tarifa PVPC, la regulada; algunas, también otra parecida, que varía de manera similar a como lo hace el mercado mayorista, aunque es tan compleja que la CNMC no la incluye en su comparador; y, además, tarifas planas, que implican que cada mes se paga una cantidad fija basada en el historial del consumo de cada cliente, por ejemplo, en los doce meses anteriores a la firma del contrato; así como las que marcan un precio estable de la electricidad en todas las horas del día y todos los días de la semana; a las que hay que sumar las que establecen discriminación horaria, es decir, que marcan horas más baratas y otras más caras para la energía, así como días de mayor coste y otros de menor. Dentro de estas últimas tarifas, también hay comercializadoras que ofrecen paquetes de horas gratis o hasta un día a la semana sin coste energético.

Claves para optar por una tarifa o por otra

Si se renuncia a contratar la tarifa PVPC, ahora -ya veremos si de forma coyuntural o estructural- más atractiva, para tratar de escoger entre unas ofertas y otras del mercado libre, primero hay que realizar un análisis de los hábitos de cada hogar en concreto, para saber en qué horas se produce un mayor consumo y así contratar aquella oferta que las tarifique más baratas. O si se detecta que hay un concreto día a la semana en que hay un sobreconsumo, se puede dejar tentar por la tarifa que da a escoger un día gratis o esas horas en las que el consumo es más abultado. Aunque, ello, sin dejar de comprobar que los precios del resto de franjas horarias se dispara a tal punto que anula el ahorro que se quería conseguir.

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En cada oferta, hay dos parámetros que hay que vigilar: el precio del término de potencia y el precio del término de energía. El primero suele ser menos relevante para la factura que se termine pagando, pero no hay que dejar de prestarle atención, especialmente en las segundas residencias, porque en éstas, como el consumo es muy bajo, puede terminar resultando muy importante; pero el segundo es al que hay que atender más, porque es el que contabiliza el coste de la energía realmente consumida.

Rubén Sánchez también advierte de que, en las tarifas planas, aquellas que ofrecen pagar lo mismo todos los meses al margen de lo que se consuma, hay que tener cuidado con que no incluyan una cláusula que puedan usar las compañías para aplicar un sobrecargo si se ha traspasado una determinada barrera de consumo.

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La ventaja de las propuestas de las comercializadoras es que en su mayoría no exigen una permanencia mínima, por lo que en cualquier momento se puede rectificar la decisión tomada y es posible cambiar la tarifa contratada por otra que convenga más. De hecho, ésta es una recomendación especial que realiza Morales de Labra: hay que optar siempre por contratos que no exijan un periodo mínimo de contratación. Además, como cada vez existe más autoconsumo, sobre todo en el sur, con placas solares, para escoger la oferta de la compañía suministradora no sólo hay que fijarse en el precio que se paga por la electricidad, sino también en el precio que la empresa remunera por la energía sobrante del hogar.

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