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La sequía del Rin reactiva el temor a la crisis de suministro energético

Las aguas del río navegable más importante de Alemania alcanzan el 'nivel cero' y la alarma salta en el transporte de mercancía

JUAN CARLOS BARRENA

Miércoles, 17 de agosto 2022, 00:11

berlín. El nivel de las aguas del Rin, el río navegable más importante de Alemania para el transporte de mercancías, ha alcanzado el punto cero por la larga sequía y la falta de precipitaciones. A la altura de la localidad de Emmerich, cerca de la frontera con los Países Bajos, el caudal es prácticamente inexistente, informó ayer la Oficina Alemana de Navegación Fluvial (WSV).

Es una cifra histórica, ya que su nivel más bajo hasta ahora en ese punto se había registrado en octubre de 2018 con solo 7 centímetros de profundidad. No así la estrecha franja dragada y navegable por la que circulan cada vez menos naves, cuya profundidad se encuentra actualmente por debajo del metro y medio y obliga a reducir la carga a no más del 30% de lo habitual para evitar tocar fondo, lo que hace que el transporte de mercancías se encarezca sobremanera y deje de ser rentable.

Cientos de naves de carga y pasajeros se encuentran ancladas en los puertos del Rin y sus afluentes sin poder operar. Una situación que agrava la crisis energética, ya que una buena parte del carbón para las centrales térmicas se transporta en este país fluvialmente, al igual que el gasoil para calefacción o combustibles para gasolineras.

La industria, en alerta

Las complicaciones en la navegación fluvial han hecho dispararse las alarmas en la industria alemana. «Es solo una cuestión de tiempo hasta que las plantas de la industria química o siderúrgicas tengan que ser desconectadas, los derivados del petróleo y el material de construcción no llegue a su destino y no puedan llevarse a cabo transportes fluviales especiales de grandes dimensiones», señaló este martes Holger Lösch, vicepresidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI).

Las consecuencias serían problemas de suministro, reducción de la producción, incluso parones de la misma y la inevitable reducción de la semana laboral. «Las empresas se están preparando para lo peor. La tensa situación económica que viven muchas firmas no hace sino agravarse», añadió Lösch.

«Los buques fluviales navegan, si llegan a hacerlo, con carga mínima. Y un trasvase de la navegación fluvial al ferrocarril y la carretera es muy difícil este verano por la falta de capacidades en las vías, la pandemia de coronavirus y la escasez de conductores de camiones», insistió.

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