«Nunca es tarde para empezar a ahorrar: los jubilados también deben mover su dinero»
El periodista económico José María Camarero publica su segundo libro 'Gana dinero invirtiendo desde 1 euro', una guía para rentabilizar el capital desde el primer sueldo
Atreverse a poner los cuernos al banco, no tener el dinero inmovilizado y, sobre todo, situar el ahorro como una parte prioritaria del presupuesto familiar. ... Tras el éxito de 'Crisisfobia' (HarperCollins, 2023) -manual frente a la escalada de precios- el periodista económico José María Camarero publica ahora 'Gana dinero invirtiendo desde 1 euro' (HarperCollins, 2025), una guía para romper el mito de que solo quien tiene una renta alta puede 'hacer hucha' y rentabilizarla.
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A través de 200 páginas, el autor ofrece un itinerario de herramientas y consejos para demostrar que, aunque sea poco, siempre se puede ahorrar. Y que nunca es tarde para poner a trabajar nuestro capital. Ni siquiera cuando se llega al momento de la jubilación, ante una esperanza de vida cada vez mayor que, al tiempo, requerirá de mayores gastos. El autor repasa para este medio 10 claves para tomar las riendas de las finanzas personales y dejar claro que, debajo del colchón, al dinero se lo come la inflación.
1. El ahorro como algo prioritario
Debemos posicionar el ahorro como algo primordial de la economía doméstica. Por lo general, ingresamos una nómina y, a partir de ahí, pagamos nuestras obligaciones (hipotecas, créditos, recibos, etc). Luego nos gastamos el resto y, si llego con algo más a final de mes, eso es lo que ahorro. Yo propongo incluir el ahorro en la partida de obligaciones del presupuesto, aunque sea empezando por muy poco. ¿Un truco? Ahorra una semana un euro, a la siguiente dos, a la seguiente 3… si lo sumas, a final de año tendrás una cuantía interesante.
2. Mueve tu dinero
En una cuenta a la vista no se debe tener parado el dinero que supere el importe de dos o tres nóminas. Cuando pasa, hay que empezar a buscar alternativas. No hace falta irse a inversiones de riesgo; se puede empezar comparando ofertas entre bancos. Pero si, por ejemplo, gano 2.000 euros, a partir de 6.000 conviene moverlo. El resto, es perder poder adquisitivo por el 'efecto carcoma' de la inflación.
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3. Nunca es tarde
Nunca es tarde para empezar a ahorrar. Afortunadamente cada vez vivimos más y también en el momento del retiro debemos rentabilizar lo que podamos ahorrar. Cuando te jubilas, puedes tener por delante 20 o 30 años más de vida. Es mucho tiempo en el que hay que hacer frente a mayor gasto sanitario, de dependencia, etc. Así que, incluso jubilado, hay que serguir preocupándose, o más bien ocupándose, del dinero para rentabilizarlo.
4. Mensualizar pagos y recibos
Por lo general, solemos pagar impuestos como el IBI a final de año, igual que los seguros. Pero es mejor dividirlo y pagarlo en 12 meses. Así tendremos una mejor visión de lo que estamos abonando y no nos enfrentaremos a un desembolso importante que nos destroce la economía de ese mes.
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5. Revisar los contratos
Hay que revisar los contratos de los servicios básicos (luz, gas, móvil, etc.) cada año. Basta con poner una alerta en el móvil y comprobar si estoy pagando mucho, poco, o si hay mejores ofertas. Es una operación sin coste y que nos puede ayudar a ahorrar.
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6. Comprobar las coberturas
Debemos plantearnos si las coberturas de nuestros seguros son las que realmente necesitamos o las que nos ha impuesto la entidad. Muchas veces se solapan entre ellas, incluso entre distintos productos. Por ejemplo, podemos tener una tarjeta de crédito que incluye asistencia en viajes y, por desconocimiento, en vacaciones contratamos un seguro de viaje que, en realidad, no necesitamos.
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7. Evita el efecto 'bola de nieve'
Las tarjetas de crédito o los préstamos al consumo no son ingresos adicionales. Solo tienen que servir para pagar algo más fácilmente. Primero, hay que ver qué se necesita y luego decidir cómo se paga, no al revés. Otro consejo. Si se financia algo, que sea por un tiempo inferior a lo que dura el producto. Lo que no puede ser es pagar unas vacaciones de dos semanas con un crédito a un año. Eso va en contra de toda lógica, no solo financiera, sino la de cualquier presupuesto doméstico.
8. Pon los cuernos al banco
Tenemos una relación muy estrecha con el banco y tendríamos que ser un poco más infieles. No pasa nada por tener la nómina y la hipoteca con una entidad; una cuenta remunerada en otra o incluso otra destinada al pago de impuestos o a los gastos de viajar al extranjero, que no cobren comisiones. Ahora hay muchas opciones, sobre todo con la irrupción de la banca online gratuita.
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9. Huye de los 'criptobros'
Entre los jóvenes existe una dualidad. Muchos que no llegan a fin de mes y no se lo plantean, pero otros sí se preocupan de cómo hacer crecer su dinero. Buscan información e Internet funciona porque hay gente que ofrece conocimiento, lanza recomendaciones... pero también advertencias. Pero cuidado. La red esconde el peligro de estafas y auténticos fraudes. Mi consejo es desconfiar de los cebos que prometen mucho en poco tiempo.
10. Ten en cuenta a Hacienda
Si decidimos invertir, debemos restar a la plusvalía esperada el impacto de los impuestos. Hay fórmulas que ayudan a minimizarlo, como la posibilidad de compensar pérdidas con ganancias en la declaración de la renta o retrasar el ajuste fiscal con productos como los fondos de inversión, que permiten, si no vendes cada año por el ansia de ver el dinero en tus manos, dejas que se revalorice y pagas solo cuando liquides la posición.
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