El negocio del 'fitness' se hace más fuerte en Málaga

En el último año han continuado abriendo nuevos centros que luchan por su trozo del pastel en una industria que mueve más de 2.000 millones en España (según Deloitte) y que crece en número de establecimientos, pero baja ligeramente en facturación por el efecto del modelo 'low cost' según los últimos informes. «El problema que tiene el sector es la sobresaturación. No crece tanto la demanda como la oferta, y eso nunca es bueno», opina Víctor López, gerente de Vals Sport, compañía que gestiona siete centros municipales en Málaga.

Pedro Martínez, co-fundador y director general de Synergym, cree sin embargo que sigue habiendo mercado, pero siempre que los operadores que vayan surgiendo ofrezcan «algo diferente». «La media nacional de la práctica de actividad física es de un 14%, imagina si queda margen para atraer a más gente. Si entras en Google Maps en Nueva York hay prácticamente un gimnasio en cada esquina. Aquí hasta hace poco había oficinas bancarias», explica Martínez.

Synergym ha sido precisamente una de las cadenas que más ha crecido en los últimos tres años, con la Costa del Sol como base de operaciones. La firma, impulsada por inversores residentes en Londres, ha pasado de un único centro en Los Guindos en 2014 a 10 en total, siete de ellos en la provincia: cuatro en la capital, uno en Marbella, otro en Mijas y otro en Estepona. «Se han invertido cerca de siete millones de euros. Tenemos cerca de cien trabajadores. Hemos apostado por un modelo de gimnasio de proximidad y lo hemos ido madurando y perfeccionando. Ahora estamos preparando la segunda fase de expansión para abrir seis centros más a finales de este año o principios del que viene», avanza Pedro Martínez. Almería, Granada, Sevilla, Murcia y Alicante están en su punto de mira.

Otra firma que ha mejorado su red malagueña es Vals Sport, que explota los centros deportivos municipales de Ciudad Jardín, El Cónsul, Cruz de Humilladero, Teatinos y Churriana. Ha sido precisamente en este último, donde el grupo inició su actividad en 2001 solo con un centro de raqueta, donde se ha ejecutado la reforma más importante, el pasado verano, que ha incluido la apertura de una nueva zona 'fitness', sala de actividades y más pistas de pádel. El proyecto pendiente es cubrir la actual piscina al aire libre. «Churriana era una plaza que venía tiempo demandando algo así y se ha notado bastante», apunta Víctor López.

Hace un mes que se inauguraba el nuevo centro reformado en La Trinidad, que en este caso ha supuesto el desembarco de un nuevo operador en la capital: Forus. Nacido en 2010, este grupo, que gestiona otras instalaciones deportivas por Madrid, Castilla y León y el Levante, irrumpió en Málaga arrebatando la concesión del complejo de la Trinidad a AQA (antigua Gaia), la anterior concesionaria, que todavía mantiene el centro deportivo de El Torcal.

La pugna en la gestión privada de las instalaciones municipales es una batalla más dentro de la guerra general que hay en el mercado, en el que apenas una decena de cadenas acapara el 35% del negocio en España. Basic-Fit, la tercera en este 'ranking', según eInforma, se estrenó en Málaga el mes pasado, aunque optó por alejarse de la capital y abrir primero en Torremolinos. El director general, Francisco Fragoso, destacó su situación céntrica y su personalidad «muy 'urban'», de acuerdo con la filosofía de esta marca, que suma 32 establecimientos en España, más de la mitad en Madrid.

La burbuja de los gimnasios ha dejado algún que otro pinchazo. Una cadena que no acabó cuajando fue la francesa Vita Liberté, que emprendió a finales de 2015 su plan de expansión desde Málaga, apostando por un modelo de franquicias y tarifas de bajo coste. A los pocos meses, unos pocos franquiciados cambiaron de concepto y de marca, pasándose a WUW Fitness, una enseña surgida en Cataluña. Diferente fue el caso de Málaga. Su propietario, Francisco Ordóñez, optó por crear su propia enseña: Koncepto Fitness, concebido como un «gimnasio para todos los públicos con entrenamiento y trato personalizados».

A su primer centro, en El Palo, sumaría meses después otro más en El Torcal, ambos con una cuota mensual de 29,90 euros y un horario de apertura de 18 horas diarias.

Wiemspro, en Inacua

Frente a la proliferación de la oferta, otros equipamientos ya consolidados han optado por enriquecer su catálogo de servicios con nuevas alianzas. Es el caso de Inacua, la marca que utiliza el grupo Ferrovial para su división de gestión de centros deportivos y que explota el Centro Acuático de Málaga. Recientemente Inacua ha dado entrada a sus instalaciones a Wiemspro, el fabricante de chalecos inalámbricos de electroestimulación tras su acuerdo con el grupo Deporocio. En el caso de Málaga, Wiemspro cuenta con su propia sala en el Centro Acuático, donde lleva a cabo rutinas personalizadas para cada cliente. «Aplicamos una metodología global usando todos los medios: electroestimulación, entrenamiento convencional, piscina, aparatos, carreras, ciclismo, etcétera», subraya Víctor Martín, uno de los profesionales responsables de este servicio.

Diferenciarse y aportar un plus al cliente son claves para competir frente al 'low cost', uno de cuyos máximos representantes es McFit, el primer operador en España en cuanto a facturación según el 'raking' de eInforma. De origen alemán, este gigante del 'fitness' se promociona con tarifas planas por debajo de los 20 euros y clases los 365 días del año. En Málaga están presentes en la galería comercial del Carrefour Alameda. Go Fit, la marca del grupo Ingesport que gestiona los centros deportivos de Huelin y Segalerva; VivaGym (CC Málaga Plaza) y O2 (El Perchel) son otros operadores de referencia.

«El modelo 'low cost' está generando lesiones y problemas. Hay un factor de rechazo. No es lo mismo una clase teledirigida que una con un profesor», recalca Víctor López, de Vals Sport, que apela precisamente a la calidad profesional, humana y técnica de los buenos monitores como un valor añadido para competir en este contexto. «Esto es España, no Alemania. Somos sociables, nos gusta trabajar más con la gente», añade.

Algo similar piensa Pedro Martínez, de Synergym, donde apuestan además por la última tecnología en sus equipos, con cintas de correr donde puedes ver la TV o conectarte a las redes sociales. «Trabajamos con una filosofía de trato cercano y personal. Al final, un 'low cost' es comprar una nave y meter máquinas».