El Hockey Benalmádena: del ERTE a la necesidad urgente de liquidez

La crisis amenaza el proyecto del Benalmádena, que maneja un presupuesto anual en torno a los 250.000 euros y que controla 250 jugadores, además de las escuelas deportivas, el "canal de entrada" a la entidad, como le gusta describir a su presidente, Ramón López. "Nos ha pillado con el pie cambiado. La crisis nos cogió a punto de celebrar un Campeonato España de selecciones sub-16, porque el grueso de la selección era nuestro, y estábamos octavos en División de Honor B, en una situación para salvarnos fácilmente (con un colchón de siete puntos a falta de otras tantas jornadas)", relata.

"El club se ha parado en todo. Hubo que hacer un ERTE. Nosotros hacemos la gestión de la instalación y los trabajadores no tenemos ingresos de ningún tipo", explica López, en referencia a que en el campo de El Retamar –más conocido como 'La Estupa', por su cercanía al templo budista–, en Benalmádena Pueblo, hay un bar y dos pistas de pádel que aportan ingresos, al margen de la publicidad, los patrocinadores o el apoyo de las administraciones. En este último capítulo, la ayuda principal es la del Ayuntamiento de Benalmádena. También hay una de la Junta de Andalucía, pero llega sobrevenida. "Tenemos un par de reuniones semanales de la junta directiva y nos estamos planteando poner dinero para sobrellevar los gastos", reconoce el presidente, porque también se ha suspendido el ingreso de los socios.

El ERTE afecta a poco más de quince empleados, los monitores de las distintas categorías. El Benalmádena cuenta con un equipo sénior masculino en División de Honor B, otro en Primera Andaluza para foguear a descartes del primer conjunto y algunos juveniles, y representación del resto de categorías en hombres y mujeres (salvo el cadete femenino), entre los que destaca un juvenil masculino que es, en palabras del presidente, "la joya de la corona".

Tras cuatro cursos en la élite, el club permaneció otros tres en División de Honor B, hasta un nuevo descenso, con remontada, hace tres años, a la segunda categoría, donde la idea es afianzarse hasta optar de aquí a un tiempo a la División de Honor A. El club tiene confinados ahora en sus domicilios a dos fichajes argentinos, Nico Sousa y Matías, pero el deseo es el de no retomar ya la competición. "La semana pasada hice un llamamiento a la Federación Española para que dé por finalizada la temporada. Mientras otras ligas lo han hecho, nosotros seguimos dándole vueltas a esto, e incluso se plantea la posibilidad de jugar en julio. Parece que en hockey sólo interesan las selecciones nacionales y los Juegos Olímpicos. Prima más el interés de cada uno de los equipos que el general. Se barajan muchos egoísmos deportivos, aunque quizás lo diga desde mi posición cómoda", esgrime López.

Mientras, en su tercera temporada al frente del equipo –pasó de capitán a entrenador–, para Curro Meléndez, "no llega a ser justo del todo ni cerrar la primera vuelta ni dar todo por acabado ya". "Hay un comunicado no oficial que estipula ya como plazo mínimo tres semanas de pretemporada. Mientras el tiempo de confinamiento impida jugar antes de agosto habrá que eliminar el descenso y barajar sólo ascensos. Otra opción es un formato comprimido que permita dar sentido a ascensos y descensos, con una sede fija (que podría ser en Cataluña). De esta forma podría haber dos equipos más en División de Honor A, pero para nosotros, a donde nos tuviéramos que mover, sería un dineral. Madrid y Valencia es lo más cercano que tenemos".

Los viajes son el auténtico talón de Aquiles para la modesta economía del club malagueño, cuyo primer equipo no es profesional y cuyos componentes se mantienen ahora mínimamente en forma con entrenamientos en casa. "El preparador físico y el 'fisio' se coordinan conmigo y con el capitán para un trabajo semanal, de tres sesiones de una hora. Y el martes y el jueves se hace una sesión común a través de Zoom", explica Meléndez.

La base del equipo es joven (menores de 25 años), pero hay veteranos con experiencia en el ciclo vivido en División de Honor A, como Jesús Jiménez, Roberto Merino y Pablo Antón, que exceden la treintena, y valores ya asentados como Sergio Pedrosa Ramón Pérez y Bruno Borrini. Otro veterano es el argentino y exinternacional con su país Ezequiel, que lleva tres años en Benalmádena.