Bea González y Paula Josemaría no logran la remontada y caen en la final del Open de Las Rozas

Tras una semifinal con 'morbo' incluído al derrotar a sus excompañeras en el inicio de la presente campaña, Marta Ortega (la de González) y Marta Marrero (la de Josemaría), eran nada menos que las actuales números uno del 'ranking' las que las esperaban en la lucha por el título, este domingo por la mañana. Se trata de la menorquina Gemma Triay y la barcelonesa Lucía Sáinz, campeonas del Open de Cerdeña, el Open de Alicante y el Master de Barcelona. Una final inédita y una auténtica prueba de fuego antes del mayor reto del año, la cita de Menorca, que coronará a los nuevos maestros y maestras del WPT, del 10 al 13 de diciembre.

El partido pareció llevar la misma hoja de ruta que la semifinal ante las Martas, porque la clara superioridad de las favoritas sirvió para doblegar a González y Josemaría en el primer set. Pese a la concentración de las benjaminas y la reducción de errores no forzados con respecto al partido del sábado, les vino grande la dupla rival, que llevó las riendas de esta primera manga, que sentenció en poco más de media hora con un contundente 6-0. Una demostración de por qué Sáinz y Triay, con una tranquilidad y complicidad apabullantes, son las mejores del mundo en la actualidad, devolviendo cada bola por complicada que sea y dirigiendo a su antojo a la dupla de la malagueña y la cacereña, a remolque.

Eso sí, también tuvieron sus momentos de gloria las más jóvenes, con vistosas jugadas como la del 3-0 (30-15) del primer set, donde se firmó uno de los 'highlights' del torneo, un punto digno de un partido de exhibición y cómo no, de una gran final, con salida de la pista de Bea González, respuesta 'in extremis' de Lucía Sáinz, contraparedes y punto final para la dupla más experimentada.

Eso sí, de nuevo al igual que en la semifinal, la malagueña y su compañera entraron de lleno en le partido en el segundo set. El primer punto llegó para poner las tablas 1-1 y algo de emoción al resultado. Lo necesitaban como agua de mayo para creer en sí mismas y volver a demostrar que todavía tenían mucho que dar; y después de este llegó el 1-2 y el 1-3, su mayor renta en el marcador. Una situación que hacía creer en la remontada. Sin embargo, reaccionaron Triay y Sáinz para devolver las tablas al marcador 3-3; eso sí, ahora en un duelo mucho más ajustado y mucho más protagonismo ofensivo de la malagueña y la cacereña. Fue crucial la evolución de Josemaría para conseguir un nuevo quiebre en el marcador (3-4) y el esfuerzo defensivo de la paleña.

Un fallo de comunicación para responder a una bola de Triay al centro volvió a poner por encima a la dupla rival 5-4, en el momento perfecto para terminar de sentenciar el encuentro, pero no fue así; González y Josemaría presionaron muy bien arriba para forzar los errores de la menorquina y la catalana y lograron de nuevo el empate 5-5. Le siguió un 6-5 y un 6-6, con las benjaminas enchufadas cara a un 'tie-break'decisivo (7-6), que acabó por decantarse, por la mínima, del lado de las favoritas, no sin sufrimiento por el esfuerzo titánico de la paleña y la extremeña.