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Castillón, posando para SUR en las instalaciones de Inacua. MARILÚ BÁEZ
Pádel

Carmen Castillón, de la gloria al infierno por un parte médico

Jugadora de pádel ·

La malagueña de 23 años, que llegó a ser 55ª del mundo, ha sido diagnosticada con trombos en los pulmones, lo que le ha obligado a paralizar carrera

Lunes, 28 de julio 2025, 23:46

Aunque ella es de las que siempre lleva una sonrisa por bandera y hace del humor su mecanismo de defensa, aún le cuesta asimilar el ... calvario que ha sufrido estos meses. Carmen Castillón es una de las grandes perlas de la cantera malagueña del pádel. Acostumbrada a ganarlo todo en menores y asentada ya en la élite absoluta desde hace unos años, atravesaba por su mejor momento, llegando a ser la número 55 del 'ranking' mundial, cuando la vida le dio un inesperado y duro revés. Hace poco más de un mes, esta joven de 23 años fue noticia, pero no por sus resultados deportivos, sino por una enfermedad que podría cambiar su vida.

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A finales de mayo, Carmen formaba pareja de competición con Carolina Navarro. Sin embargo, una tendinopatía en el hombro aún renqueante le impidió viajar con ella a Buenos Aires. Optó por acudir a un torneo internacional más cercano (con otra compañera), en Rumanía, para seguir sumando puntos aunque con la seguridad de que, en caso de lesión, tendría más fácil regresar a casa al encontrarse en Europa. Fue ahí cuando comenzó su pesadilla.

Antes de que el dolor la paralizase por completo, tuvo un preaviso, con unas agudas molestias abdominales y pectorales que ella asoció a agujetas por los duros entrenamientos de los días previos. «Llegué a pensar que tenía los nervios pinzados entre las costillas, siempre desde la ignorancia. Sin embargo, no le quería hacer caso, pensaba: 'Carmen, no hay dolor, tienes que competir y estar al 100%, ya se curará», recuerda. Pero no fue así. A pesar de que pasó una noche horrible, llegó al partido junto a Carla Touly y ganó. El dolor fue a más tras este, hasta el punto de que le costaba respirar. Pero al día siguiente volvió a competir… Y a ganar. Llegó hasta las semifinales, pero ya no pudo más.

MARILÚ BÁEZ

Su agonía continuó en ese viaje, porque aun en aquel estado, decidió esperar a llegar a España para tratarse. Para colmo, se le anuló su vuelo de regreso a Madrid y tuvo que buscar otro. Al fin, tras una larga travesía, llegó a la capital y se marchó directa al hospital, al cual le acompañó su madre, que viajó desde Málaga. Le realizaron un TAC y se esclareció el diagnóstico. «Los médicos flipaban conmigo, no podían creer que con lo que tenía, estuviera andando, haciendo bromas…». El sarcasmo era su forma de lidiar con el dolor. «Entonces me dijeron que tenía varios trombos en los pulmones y que en uno de ellos no corría apenas la sangre», asegura. Sobre las causas, los médicos valoraron tres posibilidades, aunque ella en su emotivo mensaje en redes sociales sólo publicó una: la exposición continuada a los viajes en avión.

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Tres factores

«He conocido a otros jugadores que han tenido trombos en las piernas, por ejemplo, pero no en los pulmones, y yo tengo un factor genético. Mi abuelo falleció de lo mismo que yo, de una embolia pulmonar, a los 35 años. Yo no lo sabía hasta ahora, lo que sí sabía es que mi madre también sufrió trombos en las piernas cuando estuvo embarazada. A raíz de esto me lo contó. El tercer factor que me comentaron fueron las pastillas anticonceptivas. Existe ese riesgo y muchas mujeres no lo saben», explica, aún impresionada.

Desde entonces, su percepción sobre el deporte de alto nivel y en general sobre su futuro, ha cambiado por completo. «Todavía no he aceptado lo que me ha pasado», reconoce, emocionada. Y es que apunta: «Los médicos me dijeron que no iba a volver a ser la misma y eso no quiero aceptarlo». A día de hoy, aun sin terminar de asimilar su diagnóstico, Carmen sigue un tratamiento anticoagulante, para prevenir o reducir la formación de coágulos sanguíneos. Eso sí, aún está lejos de poder volver a la competición y todo lo que supone: sobreesfuerzo físico, estrés… Aún es pronto para ello.

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Vive unos días más tranquila en Málaga, su casa, dado que este último año se había marchado a Madrid para entrenar de la mano del reputado Gaby Reca en una de las academias más punteras. En sus adentros, anhela volver a la pista cuanto antes, pero su cuerpo dice lo contrario, y eso le lleva al momento de reflexión que está atravesando. ¿Se ha planteado la retirada a raíz de esta enfermedad? «Sí que me lo he replanteado, pero es que esto es mi vida. Soy jugadora profesional de pádel, esto es lo que llevo haciendo toda la vida. Ahora estoy en un período en el que me pregunto quién es Carmen sin el deporte, y me he dado cuenta que he tenido totalmente olvidados los momentos con mi familia y amigos», valora.

Siempre haciendo gala de su persistencia y determinación, asegura que no tirará la toalla, y que cuando regrese, lo hará más fuerte que nunca y con una relación más sana con su cuerpo y mente, siendo consciente de que quizá nunca sea la misma. «Quiero volver, pero también tengo muy claro que, si mi cuerpo y mente me dicen que no, no voy a forzar, porque he estado a punto de morirme, suena fuerte, pero es así. Ahora mismo no quiero tomar una decisión. Vivir algo así te cambia totalmente. Si vuelvo será porque ya estoy al 100%. Ahora mismo, rendirse sí es una opción», apunta.

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