Amira Jamghili, una malagueña multicultural que sueña con alcanzar el Olimpo
Esta joven gimnasta de 14 años del Club Miralmar acumula metales nacionales y ha debutado ya en el Mundial júnior con España
Hay deportistas que nacen con una cualidad innata para desarrollar su disciplina y hay otros que, gracias a su constancia y esfuerzo, logran llegar a ... la cima partiendo desde un escalón inferior al resto. Estos son, sin duda, los mayores ejemplos a seguir, porque nos enseñan que no hay imposibles si uno pelea por lo que verdaderamente desea. La historia de Amira Jamghili es un perfecto ejemplo de este segundo caso. Esta malagueña de 14 años comenzó gimnasia, como cualquier otra niña, a los 4 años. Sin embargo, su proyección no fue meteórica, siempre sintió que tuvo que esforzarse más que el resto para recoger los frutos que ahora está consiguiendo.
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Así lo relata ella misma, recordando sus inicios: «Ya desde el principio sentí que me gustaba mucho la gimnasia., aunque siempre he sabido que no tengo las mismas condiciones físicas naturales que otras chicas en cuanto a flexibilidad, por lo que siempre he tenido que trabajar más. Siento que todo lo que estoy consiguiendo es gracias al trabajo». Ahora, en su etapa júnior, antesala de la categoría sénior (a la que podrá acceder a partir de los 16 años), es una de las gimnastas andaluzas y nacionales de mayor proyección del momento.
La malagueña lleva desde los 7 años acudiendo a campeonatos de España y desde 2020 acumulando medallas andaluzas y nacionales (de todos los colores) en distintas categorías de edad y disciplinas, tanto en manos libres como con aparatos: aro, pelota, maza, cinta, cuerda… Y tanto por selecciones (con la andaluza) como a nivel individual. Además, también compite en la Liga Iberdrola de gimnasia junto a su club, el Miralmar, fábrica de grandes talentos como ella. Cabe mencionar el trabajo de sus entrenadores, Nuria Arias y Miguel Ángel Álvarez.
A pesar de lo que reflejen sus apellidos, Amira es cien por cien malagueña. Nació en el seno de una familia multicultural que lleva más de dos décadas asentada en la capital costasoleña. Su madre, rumana, conoció a su padre, mecánico marroquí, cuando esta trabajaba en un restaurante en Málaga. Así, de la manera más casual, surgió el flechazo que años después desembocó en un longevo matrimonio de 20 años (Que sigue activo) y tres hijas, siendo Amira la mayor de ellas, ejemplo para sus hermanas.
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Una estudiante aplicada que cumple a rajatabla con los estudios (ahora cursará 3º de la ESO, con vistas a estudiar una carrera de Ciencias) y los entrenamientos, siempre haciendo gala de una madurez muy adelantada a su edad. Sin estos valores, realmente sería imposible llevar a cabo una carrera en un deporte tan sacrificado como la gimnasia. Tras años acumulando preseas en campeonatos de España, fue ya el pasado 2024 cuando se adentró en el mundo internacional, participando en las dos últimas ediciones del Grand Prix internacional de Marbella, donde también se ha colgado ya varias medallas de plata y bronce, y también acudiendo este mismo año a su primera cita con la selección, en Polonia, donde fue quinta por equipos y tercera individual en cinta.
Sueño olímpico
Sin embargo, la joya de su corona, aunque no por el puesto conseguido sino por experiencia, fue el pasado mes de junio. Al fin, tras mucho trabajo a sus espaldas, Amira recibió la llamada de la selección española cara a su debut en su primera gran cita internacional: el Mundial júnior de Sofía (Bulgaria). Primero acudió a una concentración en el Centro de Alto Rendimiento de León (donde se concentra el equipo español becado) y acto seguido, partió con España al gran evento: «Fue muy ilusionante para mi porque al fin y al cabo todos soñamos con ir a un Mundial. Mi gran sueño para el futuro es llegar a unos Juegos Olímpicos», cuenta la joven gimnasta, que desde que era una niña sueña con alcanzar la meca de todo gran deportista, el olimpismo.
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Eso sí, siempre autoexigente y con los pies en el suelo, sabe que el camino hasta ahí no será nada sencillo: «De momento, antes de soñar con los Juegos Olímpicos, tengo que seguir trabajando y seguir yendo a campeonatos importantes para coger experiencia y seguir superándome cada día». En la cita mundialista de Bulgaria no acarició las medallas esta vez, aunque sí acabó satisfecha con su trabajo al tratarse de su primer Mundial: concluyó vigésima primera en aro (de 68) y undécima por equipos.
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