El Marbella, a restar tensión en el campo del Cádiz B

El cuadro que entrena José Manuel Aira ha partido a Cádiz con dos bajas, al margen de las de larga duración. La mayor contingencia es la lesión del guardameta titular Herrero que se pierde al menos todo el mes de febrero por un problema en el cuarto dedo de su mano izquierda producido en un envite contra el Tamaraceite. Por suerte, el meta Santomé terminó los dos partidos de castigo por su expulsión desde la grada en el choque contra el Algeciras. El suplente será, por tercera jornada seguida, el cancerbero juvenil Serrano. La otra ausencia es la del ariete Óscar García, cuya recuperación se espera para la última semana del mes.

El segmento gaditano marcará el destino del Marbella. En ocho días se mide al Cadiz B, Linense (miércoles, a las 15.45 horas, en partido aplazado de la novena jornada) y acabará el domingo 14 contra el Sanluqueño en el Municipal Antonio Lorenzo. Con la dirección deportiva criticada por su configuración de plantilla, el cuerpo técnico muy cuestionado por no dar con la tecla para elevar al club donde aspira, los futbolistas señalados por su fragilidad mental y la propiedad sin dar un giro de timón, el triunfo es obligado para aplacar a sus seguidores, dolidos por la versión intermitente como costumbre. El mensaje del secretario técnico Víctor Moreno es pensar en el ahora: «Nuestro objetivo es ganar todos los partidos, el mismo del principio de temporada».

En cuanto al rival, el Cádiz B está a tres puntos del Marbella en la octava plaza, pero con un encuentro menos disputado que los malagueños. Arrastra la peor racha de la competición en el grupo, con cinco derrotas consecutivas, cuatro de ellas contra los cuatro primeros de la clasificación: Algeciras, San Fernando, Tamaraceite y Sanluqueño, equipos contra los que el Marbella tampoco ha sido capaz de ganar. En la primera vuelta rubricron un 0-0 en un choque sin errores, donde el filial mostró una fortaleza impropia para la juventud dominante en el grupo.