María Pérez, una histórica campeona olímpica forjada en el Club Nerja

El extremeño Álvaro Martín y la granadina María Pérez se proclamaron campeones olímpicos en la nueva disciplina de marcha mixta por relevos, convirtiéndose así en los primeros atletas españoles de todos los tiempos en lograr dos medallas olímpicas. El escalón más alto al que todo gran atleta pueda aspirar a su carrera.

Ponemos el punto de mira en ella esta vez, porque esta carismática y luchadora granadina también tiene una estrecha vinculación con la provincia de Málaga. Esta estrella nacida en el pequeño municipio granadino de Orce, con poco más de 1.000 habitantes, que comenzó a dar sus primeros grandes pasos en este deporte de la mano del Club Nerja, al que se mudó tras iniciarse en el Juventud Atlética Guadix, filial del club malagueño. Comenzó en la entidad axárquica siendo cadete, por la necesidad de buscar una joven marchadora que completara el equipo para las competiciones de clubes.

Entonces, desde los 16 hasta los 19 años, creció de la mano de este conjunto, con el que debutó a nivel internacional absoluto (en una Copa del Mundo) y júnior (en un Mundial) y por supuesto, siendo una de las titulares indiscutibles de su equipo femenino en cada competición, muy querida, alegre y entregada al club y a sus compañeras, que la recuerdan cariñosamente como 'Mariquilla'.

En aquella etapa fue cinco veces campeona de España en 5 y 10 kilómetros marcha desde sub-18 hasta sub-23, aunque desde aquellos 16 ya competía junto a las séniors, con la que más tarde se estrenaría en los 20 kilómetros. Aunque no fue fácil para ella dejar el Club Nerja, en 2016 apostó por el reconocido Valencia Terra i Mar, con el que sigue en la actualidad.

El resto, es historia: campeona de Europa en 2018, bicampeona mundial (20km y 35km) en 2023 y ahora, doble medallista olímpica en los Juegos de París 2024. Todo ello con el mérito añadido de haberse sobrepuesto a unos meses extremadamente complicados por una lesión en el sacro, justo en pleno proceso de preparación para los Juegos, algo que la llegó a mermar psicológicamente. Este gran triunfo de su vida se ha gritado en toda España, pero con mucho cariño, también en Nerja y en toda Málaga.