Julia López supera a Azahara Muñoz y se hace profesional con 21 años y 9 meses

En estos tres años y medio ha batido el récord de victorias de la universidad en la NCAA (ocho), la mejor media de golpes y el mayor número de vueltas por debajo de 70 golpes, entre otros registros. Y además, ha logrado una gesta… Por partida doble. Y es que se ha coronado campeona individual de la Conferencia Sureste (SEC), siendo nombrada además mejor golfista del año de la misma (en 2023 y 2024). Entre victoria y victoria, Julia llegó a firmar otra gesta este verano: la de alzarse como la número uno del 'ranking' mundial 'amateur', erigiéndose como la primera española en conseguirlo.

Con la moral por las nubes y mucho trabajo a sus espaldas, hace unos días se lanzó a una de las aventuras más exigentes de su carrera por el momento, la conocida como 'La Escuela', donde las golfistas del mañana buscan dar el salto al profesionalismo. Algo que acaba de conseguir. Con sólo 21 años y 9 meses, Julia López ya es profesional. ¿Y por qué remarcar esos 9 meses? Porque mejora por un mes el logro de la golfista malagueña más laureada de todos los tiempos, Azahara Muñoz, que dos meses antes de cumplir los 22 años (en septiembre de 2009), también se pasó a profesional. Mejora así el registro de las golfistas más icónicas que han llegado a tener esta provincia a nivel internacional, dado que Ana Belén Sánchez (la pionera) y Noemí Jiménez lo lograron con 22 y Ana Peláez y Laura Gómez, con 23 años.

López oficializó este mismo jueves su estatus de profesional, tras haber sido 26ª en el segundo de los tres torneos de La Escuela (con 195 participantes) y pasados 15 días en los que debía replantearse su futuro. «Hablé con la Universidad, con mis entrenadores, con mi familia… Terminaré la Universidad 'online'. Me voy a hacer 'pro' con la promesa de que voy a terminar la universidad, esta era una oportunidad que no podía desaprovechar», reconoce, muy ilusionada. Y añade: «Estoy escalando para llegar a mi sueño. Más que nervios, siento alegría y emoción por haber conseguido algo nuevo y estar cada día más cerca del sueño».

Y es que, aunque sabía que podía conseguirlo y creía firmemente en sus capacidades, es consciente de la dificultad de lo que ha conseguido. Ahora comienza una nueva vida para ella: «Al hacerme profesional, tengo que volverme adulta por así decirlo. Ahora el golf no es sólo un 'hobby', sino que se convierte en un trabajo, así que tengo que estar más enfocada y me toca buscarme la vida. Ya no juego sólo para divertirme, tendré que hacerlo para ganarme el sueldo y pagar mi carrera. Aun así, yo siempre mantendré que no juego por el dinero, esto va mucho más allá del dinero, juego porque me gusta».

Eso sí, aún no ha acabado la temporada la de Benahavís, es más, en apenas tres semanas se enfrentará a otro de los grandes retos de su carrera: buscar la tarjeta para el máximo circuito mundial, el LPGA. «Para eso me queda un torneo más, que se juega en Alabama del 5 al 9 de diciembre y tengo que quedar entre las 25 primeras para conseguirlo». En este último torneo al que se refiere no sólo se medirá a algunas de las mejores 'amateurs' del mundo, también a profesionales que quieren recuperar su tarjeta o mejorar las condiciones de la misma. Sobre esto, explica: «Son cinco días de torneo, cuatro de competición normal y uno último tras el corte. Somos unas 100 chicas y el corte final es para 25. Hay muchas profesionales que van a jugar, así que el nivel será mucho más alto que el segundo».

Independientemente de lo que suceda, con su actual status pasaría a competir en el EPSON Tour, el segundo circuito mundial, conocido como la 'Carrera al LPGA', además, podría acceder directamente a los torneos profesionales, algunos de ellos, del LET, entre otros. Sin duda, un salto de calidad en su prometedora carrera.