EFE

Mentalidad ganadora, la clave de Ana Peláez

La joven de 22 años se convirtió el domingo en la mejor amateur nacional de todos los tiempos en el Open de España de golf, batiendo el récord de la olímpica Carlota Ciganda

marina rivas

Martes, 1 de diciembre 2020, 00:11

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Da gusto escucharla. Relata sus triunfos con tal tranquilidad y naturalidad que pareciera acostumbrada a reescribir la historia cada día. La malagueña de 22 ... años Ana Peláez se entrena física y psicológicamente para ser la mejor y por ahora no va por mal camino. Que no les engañe su juventud o su anonimato en lo que a la cúpula profesional del golf respecta, porque en su primer gran escaparate, el Andalucía Costa del Golf Open de España que acogió Guadalmina (Marbella) la pasada semana, su objetivo no era otro que el título. Aunque fuera debutante y partiera como invitada, tras coronarse en la cuarta prueba del Santander Golf Tour de este año, en Madrid. «Mi objetivo siempre es ganar, pese a que sé que es difícil y es un mundo que desconozco», reconoce.

Y no, no se coronó, pero no sólo no fue una derrota, sino que fue la mayor victoria de su corta trayectoria. La golfista de Málaga capital hizo historia al convertirse en la mejor 'amateur' española de la historia en este Open. Desde 2007, el récord pertenecía nada menos que a la olímpica Carlota Ciganda, que concluyó octava; eso sí, con sólo 17 años. «Ha sido histórico. Ya al tercer día, en la entrevista que me hicieron al terminar la jornada, me dijeron que Carlota había sido la mejor española amateur. Yo no lo sabía. Entonces iba séptima y me dijeron que a ver si podía igualar o incluso mejorar; eso fue un extra de motivación», recuerda Peláez, que añade: «El cuarto día ya sabía que había hecho historia, así que nada nuevo. Me lo tomé como una victoria en lo personal». Sobre el papel, la danesa Emily Pedersen fue la que se impuso en este Open y la mallorquina Nuria Iturrioz se hizo con la plata.

Fue además una vivencia que nunca olvidará Peláez, porque no sólo fue la primera vez que se midió de tú a tú a su gran referente, sino que incluso la venció esta vez. Se trata de la consagrada y laureada malagueña Azahara Muñoz (concluyó sexta en Guadalmina), su ejemplo a seguir. «Ya la conocía de antes, de un torneo en el que me invitaron para competir como amateur, pero han pasado cinco años de aquel momento. Esta ha sido la primera vez que jugaba con ella en un torneo profesional y haber estado ahí y encima haberle ganado ha sido como un sueño», asegura emocionada. Focalizada al máximo en su concurso, al igual que Muñoz, apenas tuvieron tiempo para hablar demasiado, aunque sí que pudieron intercambiarse algunas palabras sobre el día a día. «En el campo, cuando coincidimos, hablamos un poco sobre la vida, sobre que ambas hemos estudiado en Estados Unidos y demás», cuenta escueta. Y es que hay que recordar que la joven se graduó en Finanzas y Cadenas de Suministros, además de tener un grado superior de Análisis de Datos, por la Universidad de South Carolina.

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El podio del Open de España, en Guadalmina (Marbella). EFE

Incide la joven promesa en que un factor crucial en este torneo, «hasta ahora, el mejor de mi vida», destaca, fue la capacidad para sobreponerse a un mal arranque y convertir los nervios iniciales en motivación. «Sentí un nerviosismo que nunca antes había sentido, porque no todos los días una amateur juega con las mejores, pero luego no intentaba hacer nada diferente a lo habitual. Ha sido muy emocionante, se retransmitió por la tele, me han seguido hasta en Estados Unidos... Ha sido como un escaparate, sí». Está acostumbrada a lidiar con la frustración, algo que trabaja a diario para que después no le tiemble el pulso. «En los entrenamientos intento imaginarme situaciones que puedan pasar, así de alguna manera me meto presión. Eso me imagino que me ha ayudado a saber trabajar con presión en la realidad y que haya sido más fácil ejecutar ciertos golpes o estrategias».

Sin tiempo para descansos, hoy pondrá rumbo a Valencia cara a la disputa del Campeonato de España de profesionales, al que acude de nuevo como invitada. «Yo voy a salir a ganar, ojalá logre otra victoria como profesional», asegura. Será la cita que cierre un año tan atípico como brillante para ella, actualmente la número 77 del ránking mundial amateur (que todavía no se ha actualizado tras su bronce). En su futuro a corto plazo está el regresar a Norteamérica para concluír una última parte de sus estudios universitarios y ya, cara al próximo verano, empezar a luchar por su clasificación para el circuito mundial profesional (LPGA). Y ya a largo plazo, además de poder vivir de su deporte, cuenta con un anhelo más. «Ser olímpica sería un sueño hecho realidad. El año que viene me pilla lejos, pero París 2024 también me viene bien», bromea.

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