Azahara Muñoz, tras su tercera Solheim Cup

Muñoz disputará hoy la primera sesión y jugará con la francesa Karine Icher, la misma compañera de viaje que tuvo en los foursomes de la Solheim de 2013 y con la que cosechó una victoria y una derrota. Carlota Ciganda deberá esperar turno.

La carrera de la malagueña subió varios peldaños, como era previsible. En 2013 volvió a lograr el título en Colorado y desde hoy viernes vuelve a ser una de las bazas del viejo continente para levantar el prestigioso trofeo de esta competición femenina las doce mejores europeas frente a las doce mejores estadounidenses similar a la Ryder.

Muñoz llega a la que considera su semana favorita del año en buenas condiciones «pegando bien y con confianza, en una modalidad de juego en la que me siento cómoda», como declaró a este periódico. Pero el reto de lograr una tercera Solheim consecutiva no es nada fácil. En el equipo rival, las estadounidenses llevan toda la artillería (Stacy Lewis, Lexi Thompson, Angela Stanfford...) y además están deseosas de revancha tras las dos últimas derrotas.

La ventaja de jugar en casa

Si en teoría las individualidades del equipo norteamericano son superiores, la principal ventaja del combinado europeo es su juego de equipo, más solido y muy importante en un torneo que se disputa durante tres días con un total de un total de 28 partidos (ocho foursomes y ocho fourballs por parejas y doce individuales el último día).

Azahara Muñoz se mueve como pez en el agua en las competiciones por equipo, y su balance en la Solheim Cup en las dos participaciones anteriores es positivo: cuatro partidos ganados, tres derrotas y un empate. Además, volverá a estar acompañada por la navarra Carlota Ciganda, buena amiga suya y clasificada también por su buen puesto mundial.

Europa contará también con la ventaja de jugar en casa. El torneo se disputará en el club alemán St. Leon Rot, cerca de la ciudad de Heidelberg. Se espera una gran afluencia de público que apoyará al equipo europeo, que cuenta con dos representantes alemanas (Sandra Gal y Caroline Masson). Durante las últimas semanas, el equipo estadounidense se ha quitado presión al señalar a Europa como favorita. Es cierto que el conjunto continental ha ganado las dos últimas ediciones, pero en el balance global las norteamericanas siguen venciendo por ocho victorias frente a las cinco del equipo europeo.

A Muñoz que está acompañada por su familia no le gusta el favoritismo y considera que la selección rival es, sobre el papel, superior. Pero en las dos ediciones anteriores pensaba lo mismo y terminó el fin de semana celebrando una victoria por todo lo alto junto al resto de la élite del golf femenino europeo.