España no puede en Antequera con una Hungría más sólida

El equipo español no logró sentirse cómodo en el partido, en la primera parte estuvo por detrás hasta los instantes finales y en la segunda parte, a pesar de comenzar mejor, una relajación final permitió de nuevo a los húngaros meterse y ganar por dos tantos en un partido que fue mucho más intenso y regular para ellos.

Le costó a los Hispanos entrar en el partido, quizá sobrepasados por una Hungría que desde el primer momento encontró pasillo entre los pivotes nacionales en el ataque. Llegó a hacer un parcial de 0 a 4 en los primeros minutos, donde los lanzamientos por parte española se topaban siempre con el portero Mikler.

Tuvo que reaccionar Jordi Ribera y comenzó a mover banquillo una y otra vez, cambiado el ataque y la defensa, esperando el momento propicio en el que comenzara a funcionar su equipo.

Y llegó justo con la salida de Raúl Entrerríos, apoyado en Daniel Sarmiento y también en los tantos de Adriá Figueras, consiguieron revertir la situación que se había puesto bastante peligrosa para ellos. Cambió también poniendo una defensa de 5:1 que frenó las entradas libres y lanzamientos exteriores de los húngaros. Al final la maquinaria comenzó a funcionar y se marcharon al descanso con la ventaja de solo un tanto, 15 a 14.

Comenzaron mejor los Hispanos en la segunda parte donde, a pesar de ponerse con ventaja de hasta dos tantos, no tuvieron la contundencia necesaria en los momentos precisos para intentar sentenciar el partido.

Dani Sarmiento y Adriá Figueras, que habían llevado el peso del tanteo nacional, comenzaban a estar cansados y a estar muy vigilados por la defensa rival. Cuando en el 50 se empató de nuevo el marcador, Ribera cambió portería dando salida a Pérez de Vargas, buscando el revulsivo en portería para que no se marchara el partido.

Pero el pivote Bánhidi, así como Szita y Mathé fueron un continuo martilleo a la malla local, así como Mikle estuvo acertadísimo bajo palos en esta recta final. El 28 a 30 solo fue un reflejo de que Hungría fue mejor que España en Antequera donde la grada no se pudo llenar de aficionados y banderas por las restricciones de la pandemia.