Olivier Rioux, 18 años y 2,36 de altura, el récord Guinness que pasó por Málaga y busca su hueco en el baloncesto mundial

La evolución física de los deportistas de élite es más que evidente y la gran incógnita es saber dónde está el límite. En el baloncesto universitario de Estados Unidos, la gran prueba de fuego para los jóvenes valores antes de dar el salto al profesionalismo, esta temporada hay otro jugador grande que acapara gran parte de los focos: se llama Olivier Rioux, es canadiense, tiene 18 años y mide la friolera de 2,36 de altura, unos 20 centímetros más que Pau Gasol, por citar un ejemplo muy reconocible.

Rioux empezará este próximo lunes la temporada con los Gators de Florida para convertise en el jugador más alto de la historia de la NCAA, la liga universitaria. Es un jugador por hacer, con problemas de coordinación y de velocidad, que no llamaría la atención por su calidad si no fuese por su impacto físico en el juego. Con 15 años ya medía 2,26, lo que le hizo ganar el récord Guinness del adolescente más alto del mundo. Y los expertos creen que puede seguir creciendo. Pero habrá que darle tiempo, ya que el primer año no lo tendrá nada fácil. El salto a la primera división de la NCAA no es fácil para los jugadores, especialmente durante el primer año. Para empezar, Rioux ni siquiera fue convocado para el primer partido de la temporada, en el que los Gators ganaron a los Bulls de South Florida, la universidad donde estudió el marbellí Rubén Guerrero. Es posible que el estreno del gigante canadiense -Oli, como es conocido en el campus- tarde aún en llegar.

Hasta ahora, Rioux se ha hecho famoso por los vídeos que protagonizaba en las categorías de formación. De hecho, en 2022 jugó en Málaga el Mundial sub-17 con Canadá: tenía 16 años y ya medía 2,28 metros. En un torneo en el que participaron Zaccharie Risacher o Cooper Flagg, seguramente dos de los nombres más talentosos de su generación, el canadiense tuvo un papel más que discreto. Canadá acabó novena y Rioux acabó con 2,7 puntos por partido y 4,7 rebotes en los pocos minutos que disputó en los partidos que se jugaron en el pabellón El Limón de Alhaurín de la Torre. Antes ya había estado en España, ya que incluso llegó a probar con el Real Madrid, equipo con el que participó en un torneo sub 13 en Castelldefels.

Su formación se ha completado en la prestigiosa IMG Academy para dar el salto a la liga universitaria norteamericana, donde tendrá que mejorar mucho su juego para destacar en una competición muy exigente y lograr hacerse un hueco en el baloncesto profesional en los próximos años. En su propio país tiene un buen ejemplo a seguir: Zach Edey, 2,24 metros y 22 años, que ya está teniendo buenas actuaciones con los Memphis Grizzlies de la NBA.