El año de la consolidación del mejor baloncesto femenino malagueño
El debutante CAB Estepona y el Unicaja concluyen el 2020 en la zona alta de la tabla del grupo B en la Liga Femenina 2
marina rivas
Martes, 22 de diciembre 2020, 00:04
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Parece surrealista, pero habrá quienes recuerden este 2020 como un año de éxitos. Además del balonmano, si un deporte en categoría femenina ha traído ... consigo importantes alegrías para al provincia este año, ese ha sido sin duda el de la canasta. El baloncesto femenino malagueño, impulsado por el refuerzo económico y competitivo que los clubes han venido planteando en los últimos años, ha recogido al fin sus frutos para poder decir que cuenta con hasta dos entidades de referencia a nivel nacional, gozando de buena salud y demostrando que no sólo han sabido adaptarse a la Segunda División, sino que pueden y quieren aspirar a más.
Tras superar un traspié inicial en su debut en Liga Femenina 2, el Unicaja de Lorena Aranda, que subió de categoría el pasado 2019, logró una escalada meteórica hasta la zona alta de la tabla. Un equipo que pudo hacer historia al encadenar dos ascensos en dos campañas consecutivas, pero que se vio afectado por el parón de la pandemia. Iniciado el confinamiento y cancelada la competición, la Federación Española anuló las opciones del Unicaja y sus rivales más cercanos en la tabla por disputar por la fase final, cara a la Liga Femenina 1 y optó por otorgar las plazas a los primeros de grupo. Una decisión que el club, dispuesto a jugar hasta el último momento, tuvo que acatar, por las circunstancias del momento.
Esta paralización en las competiciones también afectó al otro conjunto que hoy día acompaña al cuadro cajista en Liga 2, el CAB Estepona; aunque en su caso, el final fue más dulce. La Federación ofreció una plaza en esta categoría de plata al cuadro de Quique Gutiérrez; merecida y motivada por su brillante campaña en la Primera Nacional, donde se mantenía como líder de grupo. Así, se consumó la gesta y se cumplió con el objetivo que venía persiguiendo la entidad, subiendo por primera vez en su historia a la LF2, oficialmente, a primeros de junio.
A sabiendas de lo que suponía este salto de nivel, al igual que el Unicaja hizo en su momento, apostó por la creación de una plantilla con caras reconocidas en la Liga Femenina 1 y 2: Anne Senosiain, Jone Akue, Clara Cáceres, Claudia Calvelo, incluso la laureada internacional española Luci Pascua, como toque extra de veteranía. Un equipo no sólo para no pasar apuros, si no para ganarse el derecho a tutear a los grandes, como el cuadro de Los Guindos había conseguido. Pasaron los meses y, tras mucha incertidumbre sobre el comienzo de la campaña, esta arrancó el segundo fin de semana de octubre. Aunque mereció la pena la espera, porque los dos conjuntos de la provincia arrancaron enchufados. El debutante Estepona sólo tardó una jornada en conseguir su primer triunfo, fue precisamente ante un UCAM que al cierre del año lidera la clasificación del grupo B. Desde entonces, y pese a que sufrió un bache de cuatro derrotas consecutivas, el equipo costasoleño ha conseguido asentarse en el sexto puesto de la tabla, con siete victorias y sobre todo, la sensación de que puede plantarle cara a cualquier rival.
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Y si el comienzo del Estepona ha sido satisfactorio, el del cuadro cajista, ha sido sobresaliente. Más motivado que nunca a luchar por el ascenso a la Liga 1, el conjunto, reforzado con las americanas Taja Cole y Nneka Ezeigbo, María Torreblanca, Salomé García y el regreso de la montenegrina Ana Pocek, ha llegado a protagonizar una racha de siete triunfos consecutivos; un total de diez y sólo dos derrotas que lo llevan al tercer puesto de la tabla. Sólo por delante, el UCAM y el Leganés, que le adelantó en la última jornada de este año. Además, es líder del grupo en rebotes y asistencias y segundo en anotación. Cifras de un equipo que quiere seguir soñando.
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