La última conquista del emperador Antonino en Málaga
Cultura protege como BIC el busto del gobernante romano hallado en Huelin, que fue robado y rescatado gracias a la televisión. Hoy es propiedad de la Colección Ifergan
Desde que algún maestro la esculpiera en mármol en un taller de la Bética allá por el siglo II, la pieza ha sobrevivido a un ... imperio, al abandono y hasta a un robo. Un busto con un periplo de película y con un enorme valor histórico que ahora recibe la máxima protección del Gobierno andaluz para garantizar que no vuelva a desaparecer. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha puesto en marcha el procedimiento para inscribir como Bien de Interés Cultural el busto romano del emperador Antonino Pío localizado en Málaga, hoy propiedad de la Colección Ifergan.
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Se trata del único retrato imperial romano que se conoce relacionado con la ciudad de Malaca, donde el tiempo ha revelado muy pocos testimonios de esculturas romanas de este nivel. Pertenece a la época altoimperial (años 138-161 d. C.), cuando Antonino Pío se hizo con el gobierno. Un reinado que ha pasado a la historia como un periodo de relativa paz, con muy pocas revueltas e incursiones militares, y con una administración eficaz.
La pieza, de bulto redondo en mármol blanco con elementos cristalizados brillantes, volvió a la luz de manera casual hacia 1912 en la antigua finca de San Guillermo, en la barriada malagueña de Huelin, a unos tres kilómetros del casco histórico de Málaga. Se conoce así su procedencia exacta, aunque no se tengan datos arqueológicos de primera mano de su contexto. A nivel científico se tiene constancia del busto en 1963, en el VIII Congreso Nacional de Arqueología, celebrado entre Sevilla y Málaga, a través de una de las grandes figuras de la arqueología malagueña, Simeón Giménez-Reyna.
Pero su trayectoria no se quedó ahí. El busto formó parte de la familia Bolín hasta 2004, cuando lo robaron durante la obras de reforma de la residencia en la que se encontraba. Sus propietarios denunciaron la desaparición y se inició una investigación policial, pero nada se supo de él. Hasta que llegó Michelle Obama, su hija y las cámaras de televisión. La ex primera dama se alojó en el verano de 2010 en Marbella, en el hotel Villapadierna. Su director, Ricardo Arranz, atendió algunas peticiones de entrevistas para explicar detalles de la visita. Y fue durante la emisión de una charla en el despacho del responsable del Villapadierna cuando reconocieron a Antonino Pío.
La familia Bolín se dirigió al hotel Villapadierna para mostrarle la denuncia. El establecimiento había adquirido la escultura por unos 6.000 euros en un anticuario en Sevilla y contaba con toda la documentación, pero cuando Arranz comprobó el origen ilícito la devolvió a sus legítimos dueños. Nueve años después de reaparecer, el busto fue adquirido por la Colección Ifergan, que tiene su sede en la calle Sebastián Souvirón de la capital. Allí se expone junto a otras joyas arqueológicas en una galería que mantiene las puertas cerradas ante el avance de la pandemia.
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Pese a sus idas y venidas, el rostro de Antonino Pío presenta un buen estado de conservación, con solo algunas pérdidas en una parte. Además, cuenta con algunos orificios de los que ahora se estudia su función. Al parecer, podrían utilizarse para añadir algunos elementos decorativos metálicos. En todo el país solo existen, con este, ocho retratos de Antonino Pío de los que se conoce su procedencia concreta. Hay ocho más en España que no se pueden ubicar en un lugar. Por este motivo, la Junta valora su «excepcionalidad» y lo incluye en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como BIC. La última conquista del emperador.
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