José Antonio Trujillo y Salvador Moreno Peralta, ayer durante la cita en el Centro Cultural La Malagueta. Migue Fernández

José Antonio Trujillo presenta su «novela positiva» en Málaga

El escritor exhibe 'El Estoque en Manhattan', un trabajo que hace un llamamiento «a las segundas oportunidades»

Julio Portabales

Miércoles, 3 de julio 2024, 02:00

«Esto es un milagro». Así arrancaba el médico y escritor José Antonio Trujillo Ruiz la presentación de su última novela 'El Estoque en Manhattan'. ... Y no, no lo decía por algo relacionado con su libro en específico, sino por la grata sorpresa que había sentido el autor y columnista de SUR al ver cómo las butacas del Centro Cultural La Malagueta se llenaban de amigos y seres queridos, en un día tan caluroso como era este martes. Además, a su izquierda y como presentador, volvía a encontrarse con el arquitecto y escritor Salvador Moreno Peralta -que ya habían coincidido en el pasado-.

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Ahora lo hacían de nuevo con la 'excusa' de esta novela que narra la experiencia de García Lorca en pleno Nueva York, donde a través de los ojos del protagonista se observan los aspectos más oscuros y luminosos de la Gran Manzana. Durante su estancia, los personajes secundarios que desafían las normas sirven de vehículo en el viaje del poeta.

En mitad de un mundo pesimista, nace esta obra literaria calificada por el autor como «una novela positiva». Por otro lado, la temática de las segundas oportunidades se ve referenciada durante toda la obra de manera reiterada y dejando un mensaje claro: «Normalmente, en nuestra vida, no suelen salir las cosas a la primera, pero no nos damos por vencidos e intentamos sacar fuerzas de donde podemos. Generalmente de nuestros allegados, de la familia o de tus convicciones personales», explicaba José Antonio Trujillo.

Los personajes secundarios es otro de los puntos fuertes de 'El Estoque en Manhattan', donde se le da relevancia a esas personas que entienden de manera clara cómo esa labor no les hace menos dignos. «Las sociedades no solo avanzan con los líderes que todo el mundo reconoce, sino también con las personas que trabajan en el día a día», apuntó.

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Toda la narrativa nace de la mente del autor y de su capacidad para novelar esa parte de la historia tan desconocida por muchos. Ese núcleo de emigrantes españoles que conviven en Nueva York durante los años 20 y que solían proceder de otras zonas de América como Uruguay o Puerto Rico, donde sus aventuras comerciales no habían terminado de ir del todo bien. A raíz de ese hito, que confiesa Trujillo «que le cabrea» porque en la actualidad es bastante poco conocido por los turistas, nace 'El Estoque en Manhattan'.

Sin ser una biografía, esta novela lleva impregnada en todas sus páginas la esencia del autor. Varios de sus gustos y pasiones quedan evidenciados en el libro, como por ejemplo es el caso de los toros. Un enamorado de la tauromaquia que «ganó el Gordo», como él bien explica, cuando conoció a su mujer y a su familia que vivían en Ronda y pudo conocer más de cerca si cabe este arte. «Yo digo que torear es vivir sin red, por eso es tan importante para nosotros y nuestra tradición», afirmaba. Su otra gran pasión, y que también queda resaltada en la historia, es el amor por la manzanilla, que se lo debe a su padre. «No llega a ser enfermiza», comentaba entre carcajadas Trujillo mientras hacía alusión a este mítico vino. «Cuando te pasas con la manzanilla, a diferencia de otros vinos que te hacen sentir mal, este te levanta con la necesidad de querer hacer más cosas», añadió.

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Por último, su amor por la poesía fue una parte clave en relación con la novela. Un arte que defendió y ensalzó durante su intervención, además de poner en valor la función de los poetas dentro de la sociedad actual en la que nos encontramos. «Los poetas deberían ser cuidados y mantenidos en la sociedad como los hombres más importantes», sentenció el escritor nacido en Jaén.

Salvador Moreno Peralta, que escuchaba con cara de admiración las palabras del autor, también intervino para dar la palabra al propio Trujillo, anteriormente. El arquitecto quiso hacer hincapié en el contexto de la ciudad de Nueva York, no solo en su aspecto territorial, sino también en el alma, el pálpito y el sentir de la ciudad. «Nueva York puede rastrearse fácilmente en los cientos de voces de los que allí llegan, procedentes de todo el mundo. Pero la voz final es la del origen. Por eso, cuando Antonio dice que Nueva York no es una poesía, sino un poeta, un personaje. Realmente la novela podría considerarse como el encuentro de dos poetas: Nueva York y Federico García Lorca», quiso matizar Moreno Peralta.

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