Rey Enigma pone a prueba a los ajedrecistas de Málaga

Pero terminó el momento de café y tejeringos y cruzaba la calle para entrar a su destino: La Térmica. Allí, el ajedrecista llegaba dispuesto a sentarse junto al periodista y coordinador de La Térmica Ajedrez Manuel Azuaga en una conversación bajo el nombre 'Un superhéroe en el tablero'. Pero en el camino a llegar a la Sala 001 de este centro cultural, Rey Enigma era un fenómeno de masas total. Todos le paraban, todos le pedían fotos y todos le pedían autógrafos. Esperando a que diesen las 18.00 horas y que empezase la charla estaban muchos pequeños ajedrecistas esperando con intriga escuchar y ver jugar a Rey Enigma.

Sentados juntos estaban Marcos, de 9 años, y Lucas, con 5. Marcos le había dado un poema escrito a Rey Enigma y Lucas estaba inquieto ante cualquier movimiento que se producía en la sala. Pero antes de entrar a la sala y arrancar con la charla 'Superhéroe en el tablero', Rey Enigma comentaba esa parada que había hecho para tomar tejeringos: «He tomado un café para recargar pilas». Ya que probaba esos tejeringos malagueños era inevitable preguntar por el disfrute de los espetos: «No voy a decir si he probado los espetos, mis apariciones son enigmáticas», confesaba con su voz aguda modelada. «Puede que incluso me haya cruzado a alguien de Málaga y no lo sepan», añadía Rey Enigma.

Aunque admite que «eso de la doble vida es complicado». «Tengo que renunciar a cosas de mi vida social y hay muchos sacrificios por esto de mantener el anonimato. Pero merece la pena cuando vengo a sitios como estos y veo a gente tan ilusionada con el ajedrez», confiesa el ajedrecista estrella. Ilusión había en las miradas de esos niños y no tan niños que estaban sentados en la sala de La Térmica. Lanzaba la pregunta Manuel Azuaga: «¿Alguna vez habías pensado que podrías asustar? ¿Asusta o no asusta?», preguntaba el periodista al público. «No, no, no», se escuchaba entre ellos. Aunque Rey Enigma respondía: «Las primeras veces vi que provocaba reacciones. Una vez un niño se giró y sí que se asustó».

Medio millón de seguidores en TikTok, casi 43.000 en Instagram... Y lo de Rey Enigma es todo un misterio. Se sabe que empezó con cinco años a jugar al ajedrez y hay pocos datos más sobre este humano con pinta de superhéroe. Como le decía Manuel Azuaga: «Lo bonito de tu personaje es que pase lo que pase existe y existirá». Aunque Rey Enigma todas las semanas sueña que descubren su identidad, o eso confesaba desde La Térmica: «Siempre tengo la pesadilla de que se descubre quién soy, me han pasado todas las ideas posibles en las que podrían descubrir mi personalidad», admitía el jugador.

Al terminar la charla llegaba el sorteo para que, de los 75 inscritos, saliesen los elegidos para enfrentarse a Rey Enigma en partidas de tres minutos con bando. Nervios porque todos querían que les tocase enfrentarse a esta estrella del ajedrez. Ya seleccionados los 20 afortunados, unos minutos fuera para seguir haciéndose fotos y pidiendo autógrafos. Después, silencio en la sala y una gran pantalla para seguir las partidas de los aficionados ante Rey Enigma, que había llegado a Málaga para ponerlos a prueba. Y nadie consiguió ganarle.