Pepón Nieto: «Uno aprende a ser feminista cada día»

-En 'Anfitrión' no es solo actor, sino también cómplice de la obra. La productora Mixtolobo es usted.

-Sí, en este caso es una coproducción con Pentación y con el Festival de Mérida. Producir es un deporte de riesgo y más con los tiempos que corren. Pero ahí estamos intentando salvar los muebles.

-Ser actor y productor ya no es una rareza, empieza a ser lo más habitual en el sector. ¿Es que no queda otra opción o se hace por llevar las riendas de la carrera?

-Empecé a pensar que nadie me iba a ofrecer nada mejor que lo que yo produjera para mí. Era decir 'voy a ser generador de mi propio proyecto'. Y luego tiene una cosa muy atractiva, que es generar trabajo para los compañeros y montar algo desde cero. A mí ahora producir me gusta muchísimo. No diré que más que actuar, pero forma parte de mi vida. En lo próximo que vuelva a hacer de teatro, volveré a meterme en estos 'fregaos'.

-A pesar de los miedos añadidos.

-A pesar de todo. Cuando sales al escenario como actor, los nervios no se te quitan nunca. La responsabilidad y el sentido de la honestidad, de querer hacer un trabajo bien hecho, forman parte de la profesión.

 

-'Anfitrión' es una versión actualizada del clásico de Moliere. Para empezar, da más protagonismo a la mujer, ¿no es así?

-Sí, me parece que el mayor acierto de la versión de Juan Carlos Rubio es que la acerca a los tiempos que vivimos. Con Molière y Plauto, los personajes femeninos no tenían ninguna personalidad. Hacían y deshacían con ellas lo que querían los dioses y los hombres, y ellas se callaban y aceptaban su destino. El gran hallazgo de esta versión es darle a la mujer el protagonismo que hoy tiene. En palabras de Juan Carlos, si Molière hubiera escrito esta función en estos tiempos, probablemente las mujeres hubieran tenido la importancia que tienen aquí. Todo esto queriendo ser muy fieles al texto de Molière .

-¿Usted ha tenido que aprender a ser feminista? Hace diez años, sin ir más lejos, no se hubiera planteado este nuevo enfoque.

-Uno aprende a ser feminista cada día. Ser feminista es desaprender continuamente las pautas que educacionalmente nos han marcado. El feminismo no es más que la igualdad entre el hombre y la mujer. Nos han enseñado a marcar mucho las diferencias. Hay que aprender a disolverlas.

-¿Qué diría a quienes puedan pensar que es un enfoque oportunista?

-Que vayan a ver la función y que no lo es. No salimos con ninguna pancarta reivindicando absolutamente nada. Solo traemos a nuestros tiempos un clásico. Esos personajes vacíos, poco interesantes incluso para las actrices, meros peones en un tablero, no tenían ni voz ni voto. Aquí se apuesta por que tenga su papel. No es oportunista. Es que en la realidad de nuestro tiempo, afortunadamente, las mujeres tenéis voz y voto.

-En este 'Anfitrión' también está el tema de las redes sociales, de cómo nos exponemos en ellas.

-Cuando Anfitrión y Sosia llegan a su casa después de la guerra y se encuentran con Mercurio y Júpiter suplantándoles, se encuentran de frente con otros que son ellos mismos. Y los personajes se gustan más en el otro de lo que se gustan a sí mismos. Analizando el texto encontramos un paralelismo con el signo de nuestros tiempos, que son las redes sociales. Cómo de repente damos más importancia a la imagen que queremos dar de nosotros mismos que a lo que en realidad somos, cómo cubrimos nuestras imágenes con filtros continuamente, cómo llega el verano y todo el mundo está con los pies en la playa tomándose un mojito, y lo pasamos súper bien con los amigos en sitios estupendos.

-Usted es comedido en las redes sociales. ¿Por miedo a las reacciones o por pudor?

-Bueno, y cuando he dicho cualquier cosa me han saltado encima… La gente en las redes sociales es muy dura. Hay perfiles sin foto ni publicaciones que solo insultan. Es casi mejor no entrar a ningún trapo porque el revolcón ya viene garantizado. En Twitter soy muy poco activo, Instagram sí me gusta un poco más, pero básicamente pongo cosas de mi trabajo o felicito a mi padre el Día del Padre. Nada demasiado personal.

-Y aún así, hace no mucho sufrió el ataque de los 'haters' por unas declaraciones sobre Díaz Ayuso sacadas de contexto. Le llegaron a amenazar de muerte. ¿Cómo se lidia con eso?

-Te genera muchísima angustia, porque no quieres hacerle caso pero no puedes evitar hacérselo. Había uno que decía mi dirección exacta, sabía dónde vivía. Si es tan loco como para poner esto aquí, puede ser tan loco como para hacerlo en la calle. Te genera mucha angustia, sobre todo porque yo siempre he hecho personajes cercanos, que han contado con la simpatía del público, me he sentido muy querido. Se puede no estar de acuerdo en algo, pero en las redes sociales la gente dice verdaderas barbaridades.

-¿Era necesario pedir disculpas como hizo en un vídeo?

-Creo que se mal entendió y sí me llegó que hubo gente que realmente se había sentido molesta. Solo hablaba de que Díaz Ayuso parecía que estaba despistada, pero en lugar de decir que le faltaba un hervor dije que parecía que estaba mal medicada. No tenía que haberlo dicho. Es una forma de hablar, nunca he insultado a nadie en absoluto. No va conmigo. Pero hay gente que se sintió ofendida. Mi intención no era insultarla, pero sí que es cierto que podría parecer, y así me pareció que a la gente le ocurría, que yo me estaba riendo de una enfermedad mental. Nada más lejos. Desgraciadamente me es muy cercano ese tema. Estaba relajado con Nuria Roca, pero uno tiene que darse cuenta de que en la tele no puede hablar como si estuviera con un grupo de amigos. Luego vi que pedir disculpas tampoco servía de nada porque la gente que tenía intención de usar ese argumento para machacarme iba a tiro hecho. El problema de este país es que la gente vota como si fueran 'hooligans'. Me parece bien que tu seas del Betis 'manque' pierda o de la Hermandad del Cautivo hasta el final de tus días. Todas estas cosas que uno tiene con fe y devoción me parecen bien para los asuntos de fe y devoción. Ahora, que de repente no pueda haber una opinión crítica hacia un político que está ganando el suelo a base de los impuestos de los demás....

-Últimamente se habla mucho de salud mental, eso está bien.

-Claro que está bien, hay que normalizar que tengamos un tratamiento cuando lo necesitamos. Ninguno estamos libres de en algún momento de nuestra vida pasar por un episodio de depresión.

-¿Usted alguna vez ha necesitado la ayuda de un profesional?

-Todos hemos tenido ataques de ansiedad y de pánico, y más en esta profesión. Todos hemos necesitado alguna vez un diazepam para dormir. No hay que tomarlo como un tabú. Todos hemos pasado por momentos depresivos en los que no tienes ganas de salir de tu casa. En mi caso no ha sido preocupante, no tengo ningún episodio que tenga que contar, pero todos hemos pasado por etapas en la que nos hemos sentido una mierda.

-Sobre todo en una profesión en la que están tan expuestos y se depende tanto de gustar a los demás…

-Y que somos material muy sensible en ese sentido. Trabajamos con nosotros mismos, con nuestras emociones y muchas veces te afectan las cosas de una forma en la que te trastocan mucho.

-Es uno de los actores más conocidos del país, pero tengo la sensación de que no le conocemos como persona.

-Ni falta que hace (ríe).

-Bueno, pues volvamos al trabajo. La película 'El intercambio' fue el primer trabajo que hizo en Andalucía. ¿Ha sido uno y no más?

-No lo sé… Hay muchos proyectos que se hacen en Andalucía que me parecen muy interesantes, pero es cierto que no me llaman. Es una cuestión de casualidades.

-En realidad, lleva en Madrid más tiempo que en Málaga.

-Me fui de Marbella con 18 años a Madrid y tengo 54.

-Pero si no hubiera sido actor, ahora estaría regentando un restaurante en Marbella.

-Eso lo digo porque mis padres se han dedicado a la hostelería, y mis hermanos se siguen dedicando a la hostelería. Yo soy un niño de los bares, que son como una raza aparte. Me ha gustado mucho la cocina, y me sigue gustando. Pero tampoco sé qué hubiera pasado. Ese estrés que hay en las cocinas lo hubiera llevado muy mal.

-¿'Masterchef' es el único reality en el que participará?

-No lo sé. Yo eso de 'de este agua no beberé' no lo digo nunca. De momento es el único del que me han llamado.

-¡Lo mismo le vemos en una isla!

-No, a una isla no creo que vaya.

-El 20 de enero cumple 55 años. ¿Qué deseo va a pedir al soplar las velas?

-Lo que pedimos todos y ahora más, la gente mayor como yo: salud y estar tranquilo. Desde luego no voy a pedir nada material.