Los escritos iban acompañados de medallas y la legión de honor, máxima condecoración francesa. Ñito Salas
Historia

Los papeles de la invasión napoleónica de Málaga aparecen en un rastro

El Duque de Dalmacia y el mariscal Sebastiani dirigieron en 1810 el sangriento asalto a la capital, a la que además multaron con doce millones de reales. Ambos firman los documentos encontrados en el mercadillo de Benalmádena

Domingo, 23 de junio 2024, 01:31

Fue en la confluencia de la avenida Lope de Vega con la plaza de Manos Unidas. Aunque entonces la zona no se llamaba así, ni ... tenía este aspecto. Conducía a Málaga, como hoy, pero entonces esta parte conquistada ya por el urbanismo era un camino polvoriento más allá de los arrabales. Aquel día, el ambiente era frío, el habitual del invierno sureño, aunque la sangre estaba muy caliente ya que la ciudad, lejos de rendirse a las tropas napoleónicas como se pactó en un principio, levantó aquí su primera línea de defensa, con soldados, mujeres y niños incluidos, que se armaron con lo que tenían a mano para hacer frente al invasor. Nuestro 2 de mayo fue un 5 de febrero de 1810 en el que la capital cayó, con matanza a cuchillo y bayoneta. No fue poco castigo ni el único. El mariscal Horace Sebastiani de la Porta, al mando del IV Cuerpo del Ejército galo y de lanceros polacos, saqueó la ciudad y le impuso una multa de 12 millones de reales por resistirse. Los manuscritos de aquel cruento episodio de la invasión francesa han aparecido más de dos siglos después en el rastro de Benalmádena.

Publicidad

José Antonio Fernández Molina sostiene la colección de documentos junto al monumento de la batalla napoleónica de Málaga. Ñito Salas

«Cuando vi los documentos supe que tenían valor, pero mi sorpresa fue cuando estudié los textos y vi que estaban firmados por los mariscales de Napoleón en España, que dirigieron la conquista de Málaga», reconoce José Antonio Fernández Molina, tasador de antigüedades y «recuperador histórico», una definición que prefiere a la de coleccionista. Lo de los autógrafos no lo dice a la ligera ya que este especialista suma a sus facultades acreditadas la de perito caligráfico judicial. Y con esa mezcla de pasión por la Historia y legitimidad profesional certifica la autenticidad de los documentos que reviven este episodio ocurrido precisamente a las espaldas de nuestro interlocutor, donde una placa conmemorativa y un parque, Héroes del Combate de Teatinos, recuerdan aquel heroico y negro episodio de la invasión francesa.

La colección de 14 documentos fueron adquiridos a pocos kilómetros de aquí, en el mercadillo benalmadense de los miércoles, procedentes al parecer del 'vaciado' de una casa por parte de una persona que adquirió todo el contenido de la vivienda en bruto. Algo así como los programas de televisión de subastas de trasteros abandonados que el personal compra a ojo con la esperanza de encontrar cosas de valor dentro de un mueble o un embalaje. En este caso, el tesoro inesperado fueron unos papeles con pinta de antiguos que han resultado ser parte de la historia épica de Málaga.

La multa millonaria a Málaga por resistirse

El documento más valioso de la colección está firmado por el general Sebastiani en 1810 y solicita, entre buenas palabras y amenazas veladas, el pago a Málaga de 12 millones de reales tras la caída de la ciudad. Ñito Salas

El hombre de confianza de Napoleón en España

Esta carta del duque de Dalmacia, que batalló con Napoleón en la Batalla de Austerlitz, muestra su mano dura al reprender al prefecto de Antequera. Ñito Salas

1 /

¿Cómo llegaron estos documentos oficiales a una colección de la Costa del Sol? «No lo sabemos, después de dos siglos han pasado vicisitudes, traslados e incendios que, cuando no destruyen los archivos que guardan este tipo de registros, los dispersan», explica este experto con un ojo especial para encontrar joyas en los rastros, donde también ha rescatado el casco de aviador del héroe de la II Guerra Mundial John Braham, los planos originales de la remodelación de la murallas de la Alhambra en el siglo XIX o las memorias de un músico judío alemán, pariente de Albert Einstein, que narraba en primera persona el infierno nazi. «Creo que los objetos vienen a mí, lo digo con humildad, pero es verdad que tengo un imán especial para estas piezas», reconoce el también escritor, que debutó hace menos de un año con la novela con 'El tasador de antigüedades', un 'thriller' ambientado en el mundo del arte antiguo que bien conoce y del que ya ultima su segunda parte, 'La corona de espinas'. «Espero publicarlo a finales de 2024 o el que viene», avanza.

Publicidad

La más valiosa

A su historial de recuperaciones une ahora la colección de documentos manuscritos e impresos tanto en español como en francés que relatan el sometimiento de la ciudad a «José Napoleón, por la gracia de Dios y la Constitución del Estado, rey de las Españas y de las Indias», según reza la mayor parte de ellos. Unos papeles que han amarilleado, pero que no han perdido una letra de su valor histórico. Especialmente relevante es la carta escrita por el entonces general Sebastiani, el brazo ejecutor de la matanza de Málaga por orden del mariscal Jean-de-Dieu Soult, duque de Dalmacia y hombre de confianza de Bonaparte. Dirigida a José Cervera, el afrancesado prefecto –alcalde– de Málaga nombrado por los vencedores, la misiva recuerda al político que debe pagar la suma de doce millones por «los gastos generales del ejército» en la toma y control de la capital, además de solicitarles otras cantidades, como otros 50.000 o 60.000 reales para la «sede» de Marbella.

Decreto del rey José Napoleón

Avalado por el marqués de Almenara y el ministro Mariano Luis de Urquijo, esta orden expedida en Madrid anula impuestos anteriores e impone nuevas contribuciones. Ñito Salas

Decretos del prefecto de Málaga

En su búsqueda de fondos para reconstruir la ciudad, el alcalde José Cervera publicó estas ordenes, en nombre del rey José Napoleón, sobre el pago de deuda pública. Ñito Salas

Reclamación del Ministro de Hacienda a Málaga

El marqués de Almenara exige también al prefecto de Málaga la «restitución» a la corte de 2,5 millones de reales tras una operación con «mercaderías inglesas». Ñito Salas

1 /

«Lo llamativo es que el propio militar escribe la carta de su puño y letra en francés, lo que no es habitual y le da un especial valor al documento e importancia a lo que se solicita», argumenta Fernández Molina en calidad de perito caligráfico, que ha traducido la misiva que «se despide con cordialidad y corrección, pero que, pese a estar enviada a uno de los 'suyos', está redactada en tono amenazante para que la deuda se pague lo antes posible y sea enviada a Sevilla al duque de Dalmacia». Efectivamente, a las «distinguidas consideraciones» que usa el general Sebastiani en el trato hacia el «señor prefecto» también se une un tono menos amigable cuando menciona que de no satisfacerse las cantidades «me obligará a emplear medios de apremio». Una frase que, dicha por el máximo autor material de la carnicería de la invasión de Málaga, no necesitaba más explicaciones.

Publicidad

La colección de documentos adquiridos en el rastro incluye varios edictos impresos y firmados por el propio alcalde José Cervera, así como por el ministro de Economía y Hacienda y Marqués de Almenara, José Martínez de Hervás, que después de la guerra de independencia huyó a Francia. No obstante, otra misiva que no pasa desapercibida es la que lleva la rúbrica del mariscal general de Francia y máximo responsable napoleónico de la invasión de España, Jean-de-Dieu Soult, que a pie de página visa su carta con su cargo más noble: duque de Dalmacia. «Lo que no dice es que este héroe de Austerlitz y hombre de confianza de Napoleón también fue el mayor expoliador de obras y tesoros de España que en algunos casos fueron devueltos, pero muchos se perdieron para siempre», ilustra José Antonio Fernández Molina, que señala la firma del militar en el manuscrito enviado a Málaga en julio de 1810 desde su cuartel general en Sevilla. Una misiva que también da la medida de la dureza del personaje, ya que expone que, tras presentarse el prefecto de Antequera en la capital hispalense para pedir un descanso por motivos de salud, fue tratado casi como un desertor y enviado de nuevo a su puesto.

Secreto de confesión

Precisamente, la presencia de estos archivos firmados por Soult y Sebastiani dan un valor especial a la colección de documentos, en el que también destacan los decretos reales y órdenes que, en nombre de José Bonaparte, conocido popularmente como 'Pepe Botella', solicitan una y otra vez dinero a Málaga para el sostenimiento de tropas y el pago de deudas de la ciudad. Aunque en castellano y francés de hace un par de siglos, los textos se dejan leer. «Por el estado de conservación, han estado custodiados y el que me los vendió en el rastro sabía que valían dinero», reseña este recuperador histórico que, pese a la insistencia, no revela ni bajo secreto de confesión lo que le ha costado adquirir estos registros. «Su valor no es lo que se ha pagado», zanja la cuestión.

Publicidad

Los hombres de confianza de Napoleón en España usan amenazas y mano dura en sus escritos para imponer el nuevo orden

En el lote no solo venían papeles, sino también varios souvenirs, como una medalla de Napoleón que se abre y muestra un coqueto espejo interior para últimos retoques, y varias medallas entre las hay también una pieza difícil de conseguir. «Esta condecoración es la Legión de Honor, la máxima distinción francesa que instauró el propio Bonaparte en 1804», ilustra Fernández Molina con rostro de victoria dos siglos después de la batalla ocurrida en este mismo escenario de la entrevista, mientras saca la distinción, cuyo centro de oro reproduce una efigie rematada con una corona de laurel y rodeado de una leyenda: «Napoleón Emperador de los Franceses».

«La medalla es valiosa, pero no podemos afirmar que perteneciera a algunos de los mariscales en España o a otro personaje, porque no tenemos los documentos que lo acreditan», confiesa el experto que sigue estudiando los detalles de los archivos, los cuales le gustaría exponer en la ciudad por su trascendencia. «Siempre me hace ilusión recuperar objetos o archivos del rastro, pero este caso es especial y me ha tocado la fibra, porque como malagueño esto habla de nosotros, es parte de nuestro pasado», confiesa José Antonio Fernández, el último en sumarse a las filas de aquella resistencia al invasor de hace un par de siglos. Una historia heroica y cruel que regresa del pasado relatada de puño y letra de sus propios protagonistas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad