Ojeando cierra la edición en la que el indie pasó a la historia
El festival se consolida como un tributo a las raíces flamencas y una música adaptada a los nuevos estilos
En nuestro recorrido por la XVII edición de Ojeando, la opinión mayoritaria fue que el festival ha vuelto a sus orígenes, a sus raíces, a ... cuando todo empezó allá por 2008 y el festival se llamaba Callejeando.
Publicidad
En este 2025 flamenco fusión, flamenco pop, flamenco rock, rock andaluz y muchos DJ's amenizaron los espacios públicos previstos durante estos dos días de festival 11 y 12 de julio: Circo, Terrazas, Plaza y Molino. Con el toque especial en el Escenario Patio que se llenó el sábado 12 con el inconfundible flamenco pop-rock-funky-fusión de Miguel Campello; el rock andaluz de Medina Azahara, que se está recorriendo todo el país en lo que es su gira de despedida; la malagueña «flamenca valiente» María Peláe y Les Castizos, con su trayectoria de más de 13 años en clubes con su techno.
Las calles céntricas de Ojén estaban un año más a rebosar de vecinos y visitantes, disfrutando de dos noches de verano en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves y de un entorno cultural maravilloso y envolvente para todas las personas, aunque ciertamente algunas de ellas echasen de menos el ambiente de los años en los que la música indie llenaba todos los espacios.
«Antiguamente había mucho más público, con la música indie había más gente en Ojén el fin de semana del festival, acampaban en el polideportivo, estaba todo lleno y se notaba el ambiente. El año pasado pasó igual, ha cambiado totalmente el estilo de música y eso se nota», afirmó Felipe, un vecino de Ojén, mientras Teresa, al lado, sentados los dos en una terraza. «Pero nos gusta mucho que el pueblo esté así de ambientado», concluyó ella disfrutando del ir y venir de personas delante de sus ojos.
Publicidad
«Mire cómo está el pueblo, habitualmente no está así y fíjese qué fin de semana más especial», nos contaba María con más de 70 años a sus espaldas y algún que otro Ojeando también.
«Yo llevo muchos años fuera y veo la evolución del pueblo cuando vengo, es impresionante. Recuerdo perfectamente cuando empezó el festival la primera vez en 2008 y todo ha cambiado muchísimo. Vengo de año en año, vivo en Madrid y sí, Ojén ha crecido y todo ha cambiado a mejor», aseguró a SUR Juan Espadas. «Yo soy de Raphael y la Jurado pero esto también me gusta. Para mí es un orgullo ver esto, me crié aquí y me encanta ver la evolución de Ojén y de su festival Ojeando».
A su lado Maite Villarrubia añadía: «Yo creo que desde primera hora el festival es beneficioso para el pueblo y el pueblo tiene que cambiar porque la vida cambia».
En nuestro caminar nocturno por las calles de Ojén hablamos también con Alejandro e Inmaculada, de Málaga capital, que fueron a ver exclusivamente a Miguel Campello huyendo del «achicharramiento malagueño». «Hemos venido principalmente a verlo a él y nos hemos quedado con ganas de otras canciones pero ha estado genial el concierto y aquí se está en la gloria. Es la primera vez que venimos a Ojén y nos ha sorprendido el ambiente y el clima».
Publicidad
Por su parte, José y Rocío volvieron por segundo año al festival desde Marbella: «Hay bastante ambiente y hemos estado muy bien cenando, tomando algo y viendo los conciertos. Esto está muy animado», afirmaron. Claudia, veinteañera de Ojén y amante confesa de su pueblo, nos contó que disfruta de la cita musical desde que tiene recuerdos. «Es un festival muy especial que está recuperando sus orígenes y que vuelve a los patios con música en abierto. Antes Ojeando era techno e indie en los escenarios y ahora es techno, flamenco, afromusic… viene más gente diferente. Hemos vuelto a música para todos y a nuestras raíces andaluzas, como empezó Ojeando» celebraba antes de marcharse a ver a María Peláe. Y nosotros a ver a Nya De La Rubia en el Escenario Plaza, donde también actuaron este sábado Gonzalo Alhambra, 90Roll y Los Calvin, con otro estilo inconfundible de bulería, bachata y salseo aderezado con las raíces flamencas de una tierra que absorbe el flamenco desde la cuna y que lo expresa no sólo en sus canciones sino en un estilo de vida que se perpetua por los siglos de los siglos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión