La impecable voz de Juan Diego Flórez hace enmudecer al Teatro Cervantes

No podía tener mejor comienzo el recital lírico que con la gran bienvenida que ofreció la Filarmónica. Bajo la dirección musical de la batuta del estadounidense Christopher Franklin, la interpretación de 'Obertura', de L'italiana in Algeri dejaba al público sin pestañear con su impecable actuación. Algo majestuoso por parte de esta orquesta malagueña que fue correspondido con un fuerte aplauso del público para que, acto seguido, pisase las tablas del Cervantes el tenor Juan Diego Flórez. El teatro iba a llenarse con unas de las grandes voces de la ópera y el silencio solo se rompía para escuchar la música o aplaudir. El Cervantes enmudeció ante el recital lírico que vivió durante dos horas.

Días antes de llegar a Málaga, el tenor peruano se mostraba alegre por su visita al Cervantes: «Estoy contento de regresar después de tantos años para brindarles un concierto lleno de emoción y música maravillosa». Pues no se equivocaba. Su voz emocionó a un teatro malagueño que estaba a sus pies, pero que rozaba el cielo escuchando las delicias del recital en el que se interpretaron arias de Rossini, Lalo, Massenet, Donizetti, Gounod, Mascagni y Puccini.

Entre los primeros del programa del domingo de lírica en el Cervantes estuvo la brillantez de 'La speranza più soave', de Semiramide, que con la voz de Juan Diego Flórez y la delicadeza de la Filarmónica, fue uno de los más aclamados de la noche en el teatro. El programa siguió hasta la nueve de la noche con otros como 'Una furtiva lagrima', de L'elisir d'amor; 'Entreacto' del acto III de Carmen; 'Ah, lève-toi soleil', de Roméo et Juliette o 'Intermezzo', de Cavalleria rusticana.

Silencios. Elegancia. Pasión. Delicadeza. Fuerza. Emoción. Esos adjetivos acompañaron en el viaje que la lírica llevó e hizo que el Cervantes se trasladase a lugares como Italia o Francia con el recital que se dio desde Málaga. Juan Diego Flórez cerraba los ojos, alzaba los brazos, sonreía, ponía sentimiento y hacía impecable cada nota.

Parecía que se despedía del Cervantes. Pero no. Juan Diego Flórez volvía con su guitarra, se sentaba en el banquillo y seguía sorprendiendo al público un rato más. «Voy a cantarles una que seguro que conocerán», anunciaba el tenor. Su impecable voz en 'La malagueña', 'Core 'ngrato', 'La flor de la canela' y 'Cucurrucucú paloma' iban anunciando el final de un recital que fue perfecto para abrir la temporada de Lírica en el Cervantes. El público quedó enmudecido y, al final, se puso en pie para ovacionar. Pero todavía quedaba más. Volvía la Filarmónica junto a Flórez para ir terminando con 'Granada'. Pero la grandeza de 'Nessun Dorma' puso el broche de oro.