La artista actuará el 7 de agosto en el Castillo Sohail de Fuengirola. Cortesía de Paloma San Basilio

Paloma San Basilio, ante su despedida de la música: «Pretender trascender me parece un acto de vanidad innecesario»

La artista hace parada en Fuengirola con sus canciones antes de afrontar un nuevo reto teatral. «Ahora necesito pasar a una etapa más pequeña, más íntima, sin tantas expectativas»

Martes, 5 de agosto 2025, 00:08

Paloma San Basilio lleva el Castillo Sohail de Fuengirola marcado en la piel. Y no es metafórico. En su última visita junto a Luis Cobos, ... un traspiés le hizo chocar contra esos muros de piedra. En la segunda parte del concierto cantaba mientras se limpiaba la sangre de la ceja con el clínex que una señora del público le dio, y necesitó puntos al finalizar. Hoy recuerda aquella anécdota de forma divertida, entre risas y deseando volver «sin sangrar». Lo hará este jueves, 7 de agosto, dentro de la gira con la que se despide de la música (Marenostrum Fuengirola, desde 38,50 euros). Sin nostalgia, dando las gracias y con ganas de afrontar nuevos proyectos en el teatro. Nunca ha tenido miedo a los retos. Ahora, a sus 74 años, menos aún.

Publicidad

–Ahora sí que ya se acerca el final, queda el último tirón, ¿cómo lo está viviendo?

–¡Y parecía que quedaba todo por delante! La verdad es que se está alargando más de lo previsto, porque yo pensé que ya a finales de julio o agosto terminaríamos, y terminaremos a finales de octubre en Barcelona. Estamos ya en cuarenta y tantos conciertos, y estoy agradecida. Lo de la 'Gira Gracias' ha venido al pelo. Y volver otra vez a Málaga, después de ese Teatro Cervantes que fue el primero que se llenó en España, me apetece mucho.

–Y, además, al Castillo Sohail, que es un entorno muy mágico.

–Muy mágico. Me acuerdo, cuando estuve con Luis Cobos, que en el intermedio salí para ir al baño, tropecé y me di con una esquina de ladrillo en la ceja y empecé a sangrar. La segunda parte estaba sangrando, y una señora vino y me dio un clínex. Y un cirujano que estaba viendo el concierto luego me dio unas puntadas. Fíjate cómo sería. Lo curioso es que ese directo es el que está en el disco de Luis Cobos conmigo, 'Encantados'. Tengo una cicatriz, o sea que tengo un recuerdo específico del castillo. Así que tengo que volver sin sangrar (ríe).

–Es un ejemplo claro de la frase: 'El show debe continuar'.

–Sí, sí, totalmente. Alguien me decía '¿por qué todo el mundo tiene algo o se le muere alguien y suspende lo que esté haciendo y vosotros no?'. Es una deformación que tenemos la gente de escenario, nunca puedes dejar a la gente fuera.

Publicidad

–Imagino que ya tendrá ganas de cerrar este ciclo.

–Hay momentos donde pienso que me va a dar pena. Pero no lo sé, porque los sentimientos son libres. Ahora mismo estoy muy contenta, porque creo que está siendo una de las giras más bonitas que he hecho. El show es muy elaborado, a la gente le gusta muchísimo y se sorprende del trabajo que se ha hecho en escena. Y hay momentos que dices 'pues vamos a ver, ¿por qué te tienes que ir?' Pero yo creo que no hay que escuchar los cantos de sirena, tú tienes un sentido natural de las cosas y tienes que responder a él. Creo que es un momento muy bueno para irme con la voz en su sitio, con todo lo que yo quiero darle a la gente. Y también para poder hacer otras cosas y no quedarme en el mismo sitio. Aunque realmente en el mismo sitio no he estado nunca (ríe).

–Es un lujo elegir el momento de la despedida, y hacerlo sabiendo que ha dejado huella. ¿Cómo le gustaría que las generaciones futuras se acercaran a su música?

–Mira, es que yo tengo un sentido del universo como algo tan inmenso, tan grande, tan descomunal, que nos sobrepasa… que soy como una gota en el océano. Entonces, intentar o pretender trascender me parece un acto de vanidad innecesario de alguien que no se ha parado a ver una noche de estrellas o un océano. Cada vez que ves la inmensidad, dices ¡dios mío, qué pequeña soy! Y no me importa, me parece un privilegio formar parte de ese mundo, pero no tengo ninguna necesidad de trascender. Yo creo que la gente que me siga teniendo, que se acuerde y que me comparta será maravilloso, y los que se olviden, pues no pasa nada, absolutamente nada.

Publicidad

«Es un momento muy bueno para irme con la voz en su sitio y con todo lo que yo quiero darle a la gente»

–Hay personas a las que les aterroriza el olvido.

–No, no, el olvido es necesario, hay que dejar hueco para otras cosas. Imagínate, cuando tienes ya tantos años, yo ya tengo unos cuantos, a veces meter cosas nuevas me cuesta porque tengo tanto en la memoria… El disco duro lo tengo tan lleno que digo 'dios mío, voy a vaciarlo un poquito'. El olvido es necesario para regenerar y para que entren corrientes nuevas, gente nueva, imágenes nuevas. Yo ahora mismo me pongo a pensar en gente maravillosa que he conocido, gente muy importante que ha dejado una impronta enorme en la música, en la danza, en el teatro, en todo, y muchos están absolutamente olvidados. Todo el mundo recuerda a Picasso porque hay un cuadro, pero no todos tenemos un cuadro. La escena es muy efímera y creo que eso es bueno para ella, porque nunca se deja sellar por nadie, sino que transitamos por ella y la escena nos permite pasar e irnos.

–El peso de la memoria y de los recuerdos es algo muy importante en su última novela, publicada este mismo año, 'Uxoa, el secreto del valle' (HarperCollins).

–Sí, lo que pasa es que ahí hay una necesidad vital de alguien que quiere saber de dónde viene, que le asusta el desconocimiento, le asusta que su vida sea una mentira por no saber la verdad. Hay que enfrentarse al pasado si lo necesitas para saber qué pasó o quién eres, para no vivir una mentira. Ahí es muy importante volver atrás. Pero a partir de que ya lo conoces, hay que soltar lastre y seguir viviendo.

Publicidad

–¿Tiene en mente ya otra historia o sigue con 'Uxoa' en la cabeza?

–Tengo una idea de algo, pero todavía es una idea. Yo soy una escritora vocacional, no soy una profesional, no me siento a escribir todos los días. Escribo cuando tengo algo que de pronto me despierta el interés y me conmueve. Cuando esa historia aparezca, me sentaré a escribir. Pero mientras tanto disfrutaré de 'Uxoa'. Estoy dándole vida para no atragantarnos. Es como lo de los discos, antiguamente tenías un disco y duraba un montón de tiempo dando vueltas. Y ahora es todo de un consumo tan rápido que casi no te da tiempo ni de metabolizarlo.

Por instinto

–De alguna manera, ¿esa forma de funcionar de la industria musical está detrás de la decisión de parar?

–No, yo voy a mi bola, no me dejo llevar demasiado por las cosas que pasan. Siempre he seguido mi instinto, lo que me gusta hacer, lo que me gusta contar. Tiene que ver más con mi evolución y mis necesidades personales que con el momento musical en el que vivimos. Ahora necesito otra etapa. Yo diría que necesito una etapa más pequeña, más íntima, más con mi pequeño mundo, sin tantas expectativas, sin tanta presión de que tienes que ir a un sitio y tienes que llenarlo...

Publicidad

–¿En qué consiste el proyecto teatral en el que se embarcará?

–Es una historia en base al personaje de Dulcinea. La obra está escrita por Juan Carlos Rubio y es una recreación del clásico, pero con una visión desde lo que Dulcinea podría decir y desde lo que Aldonza podría decir y no ha dicho. Es el teatro dentro del teatro. Hay un trabajo de actriz muy divertido, porque hay comedia, y hay otra parte más dramática. Tiene que ver un poco con la ensoñación de hasta qué punto Don Quijote nos hace falta en un mundo que a veces está carente de ideales. Es un ejercicio complejo, pero yo nunca he sido buena en las cosas simples. Entonces, ahí voy a ver hasta dónde voy y qué hago. Realmente es un experimento. Va a ser muy apasionante.

–Está claro que se atreve con todo.

–Pues sí, porque el que no se arriesga no pasa la mar. La nuestra es una profesión de riesgo, no es fácil de definir ni de aprehender, en el sentido de agarrarla. No sabes nunca tampoco en qué terreno estás, pero yo ya estoy acostumbrada a moverme por esas aguas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad