La Bien Querida expande su hechizo junto al mar
Los Atardeceres Larios clausuran su última puesta del sol con un concierto acústico en El Balneario
Larios, que lleva repartiendo felicidad desde hace más de un siglo, ha tenido una idea gloriosa: armar un ciclo de conciertos acústicos en El Balneario ... para convencernos de que otro verano es posible. Por aquí han pasado Los Secretos, Sole Giménez, Christina Rosenvinge o Nacha Pop, entre otros, el precio de las entradas está destinado a la rehabilitación del parque de los Baños del Carmen mientras que se pone banda sonora a uno de los atardeceres más bonitos del mundo.
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La Bien Querida apareció en el escenario puntual a las nueve de la noche conjuntada para la ocasión, con los colores que visten a Larios 12 (la versión sofisticada de la ginebra preferida por los malagueños) y le acompañaba David Rodríguez, de La Estrella de David (y de Beef o Telefilme) con guitarra eléctrica y coros. No hubo programaciones, y los temas más electrónicos estaban adaptados a la imposibilidad del baile. Me refiero a canciones como 'Poderes extraños', '9.6' o '¿Qué?', igualmente bailables desde nuestros asientos. El público se sintió afortunado, como en todos los atardeceres a los que le viene bien la ginebra: el Martini de mar que escribió Rafael Pérez Estrada.
Al anochecer, empezaron a escucharse algunos fuegos artificiales por la Virgen del Carmen que nos había cedido sus baños para asuntos más prosaicos. Cae la tarde y resplandece la poesía de las canciones escritas y cantadas de una manera tan especial por Ana Fernández-Villaverde, la bilbaína detrás de la máscara de 'Labienque'. Sonaron sus mejores canciones, un repertorio con 18 temas que alumbraron a la luna y nos iluminaron el corazón. «Nos besamos como en las películas, nos quisimos como en las canciones», dice en una de sus letras, ecos de Luis Alberto de Cuenca, también están por ahí Pedro Salinas, Gustavo Adolfo Bécquer y otras tantas influencias tan potentes como la que ella misma expande en discos como 'Romancero' (sonaron canciones antiguas que distinguían a sus verdaderos seguidores), 'Premeditación, Nocturnidad y Alevosía' (una joya de canciones y un prodigio de producción) o 'Brujería', su último trabajo largo.
Novedad en el bis
En el bis, ampliamente solicitado mientras Ana y David se escondían detrás de una caja de altavoces, sonó 'Un gatito', su maravillosa y última novedad, y 'De momento, abril', uno de sus primeros éxitos en una carrera que va en ascenso gracias al compromiso artístico que se mezcla con la profesionalidad y el sentimiento de la misma manera en la que la ginebra brota entre la tónica y encuentra ahí el sentido de su existencia. Ojalá la bien querida ginebra Larios repita el año que viene esta experiencia que más que un ciclo de conciertos es un estado de ánimo. Si el mundo fuera ideal, todos los atardeceres serían parecidos a este.
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