Alejandro Sanz emocionó con sus clásicos a la concurrencia entre la que se encontraba Méndez de Vigo, ministro de Cultura.

Sanz endulza la noche con su ‘Sirope’

El cantante presentó en Marbella su nuevo trabajo y recordó sus imprescindibles como ‘Corazón partío’

joaquina dueñas

Jueves, 20 de agosto 2015, 23:42

Alejandro Sanz no hizo esperar a su público que llevaba desde las siete y media de la tarde aguardando largas colas para ver a su ... ídolo y apenas unos minutos después de las diez la pantalla rezaba «Yo de pequeño tenía un sueño» para inmediatamente después iniciar una cuenta atrás como preludio emocionante a su aparición sobre el escenario con El silencio de los cuervos de su nuevo trabajo Sirope. El cantautor madrileño arrancó con la gira de presentación hace apenas unos días, el pasado 30 de julio y uno de los secretos de su éxito, además de sus letras y de las melodías que él mismo compone, es la calidad de los profesionales de los que se rodea, una espléndida banda formada por cinco hombres y cuatro mujeres de España, Estados Unidos y Cuba. Mike Ciro a la guitarra, Alfonso Pérez en piano y teclado, Nathaniel Townsley, batería, Brigitte Sosa, bajo, Sara Devine, coros, Cristal Rovel Torres, trompeta y Glenda del E, también al piano y coros.

Publicidad

Desde que pisó por primera vez el escenario de Starlite en 2013, el cantautor no ha perdido la oportunidad de repetir en cada edición y, por supuesto, este año no ha sido menos, más aún con un nuevo álbum recién estrenado.

Pronto quiso dirigirse a su entregado público: «Que alegría estar aquí y verles tan ordenaditos y tan bien peinados, eso es algo que solucionaremos durante el concierto», prometió mientras prometía ofrecer «el mejor concierto que hayan escuchado hasta el momento».

Nadie se quiso perder esta ocasión tan especial de disfrutar los aires de blues y dejes flamencos del artista y su banda, estaba incluso el actual ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, acomodado en un palco en el que también se encontraba el actor Imanol Arias junto a su pareja, Irene Meritxell. Fieles son también otros de los asistentes como Agustín Bravo o José Manuel Parada. Directamente de Madrid para acudir a esta ineludible cita acudió la actriz Mónica Estarreado acompañada por Makoke.

«Tengo sentimientos encontrados», confesó. «Uno de mis sueños de pequeño era poder estar en un escenario, estar cantando pero siempre me pregunto ¿qué ha sido de mi carrera de danza? ¿Por qué no rompo a bailar?, pero ¡cuidado!, puede ser esta noche, ¿y si fuera esta noche?, ¿qué? Viviríamos un momento único en la historia. No pestañeen porque no bailo muy bien pero lo hago muy rápido y se lo pueden perder», rió con sus admiradores.

Publicidad

Alejandro Sanz lleva 20 años sobre las tablas y ha vendido más de 22 millones de discos. Todos sus trabajos publicados, 15 en total, han sido Discos de Platino en España, Latinoamérica y Estados Unidos. Por eso el público esperaba entusiasmado poder corear con él sus clásicos y al filo de las diez y media llegó el primero, Desde cuando, que elevó las voces de la concurrencia hasta hacer temblar La Cantera de Nagüeles para seguir arrancando gritos una vez más con Quisiera ser.

Unas tímidas gotas amenazaban con el inicio de una lluvia pero parece que la música aplacó los nubarrones y puso al público, mayoritariamente femenino, que había llegado horas antes de punta en blanco. Mucho tacón y mucha pestaña para ver a su ídolo.

Publicidad

No me compares abrió el momento más íntimo con dos pianos acompañando la voz del artista junto a bajo, guitarra y batería que rompían con fuerza en los estribillos sumando las voces del coro y de las admiradoras que no perdían oportunidad de corear el nombre de su cantante predilecto. No podía faltar su himno La música no se toca que puso al respetable a saltar enfervorecido durante el estribillo para cumplir aquello que decía al principio de su actuación sobre despeinarlos. Ya con el ambiente caldeado terminó de encenderlo con un popurrí de tres de sus clásicos imprescindibles, Amiga mía , Mi soledad y Y si fuera ella, lo que derritió a más de una, mientras parejas cómplices se dedicaban emocionadas miradas. Y, por su puesto, no dudó en partir corazones para ponerlos a todos bailar a ritmo de rumba logrando que hasta el ministro se entregara al cante y al baile.

Un espectáculo en el que alternó momentos llenos de fuerza con otros más relajados como el tema Labana, repletos de sensuales sones cubanos o Camino de rosas. Al cierre de esta edición, una simbiosis perfecta entre público y artista.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad