Sidonie: "Hay muy buenas bandas, ahora falta que nos lo creamos"

'Sierra y Canadá' ha supuesto un cambio de sonido en el grupo. ¿Están satisfechos por cómo ha sido recibido?

Marc Ros: Uno se queda muy tranquilo cuando consigue hacer algo que tenía en la cabeza y cuando logra plasmarlo en un disco. Nos ha costado bastante. Ha sido un disco muy trabajoso porque intentamos cambiar las reglas del juego. Pero estamos muy orgulloso de haber hecho el 70% de lo que teníamos en la cabeza.

¿Había miedo a la respuesta de la gente?

Marc Ros: Nosotros siempre tenemos miedo, antes de sacar un disco siempre estamos cagados. Con este incluso más, pero la tranquilidad de irte a la cama habiendo hecho lo que has querido es muy importante.

El reto es no repetirse aunque la fórmula funcione.

Axel Pi: Es muy respetable, pero hay grupos que sí tienden a repetirse, pero básicamente porque encuentran una fórmula y se sienten cómodos en la repetición. No es el caso de Sidonie, justamente lo que nos motiva es no caer en eso, intentar ser siempre personales pero cambiar y evolucionar para siempre asumir nuevos retos. Eso es lo que hacemos en todos los discos. Cada uno está marcado por un estilo, y esa necesidad de cambio forma parte de la identidad del grupo, para estar estimulados y no pararnos.

¿El fenómeno indie está de moda? Hay más festivales que nunca...

Jesús Senra: Eso es un motivo de celebración. Durante años siempre han copado las listas otras artistas, pero es una alegría que bandas como nosotros mismos, Vetusta o Lori, cientos de bandas que hay, estén teniendo mucha repercusión. Eso significa que los gustos están cambiando. Hay un montón de bandas que están llenando muchos más sitios que otros nombres más conocidos.

¿La gente se ha cansado de escuchar siempre lo mismo?

Jesús Senra: Mi interpretación es que las bandas están haciendo buenas canciones y están conectando con la gente. Después de quince años o más que llevamos tocando que pase esto ahora... es muy bueno.

Marc Ros: Ahora falta que nos lo creamos entre todos, que esto se convierta como ocurre en Francia que tiene esa cosa chovinista y orgullosa de barrer para casa de sus grupos. Aquí parece que no, todo está como en parcelas. Si eres comercial por un lado, si eres indie por el otro. Nadie se pone de acuerdo y al final el que sale perdiendo es el público que no tiene acceso a esas bandas. Lo bueno es que con las nuevas tecnologías y las redes sociales llegamos a la gente y al final son ellos los que deciden.