Pat Metheny actuará este domingo en el Castillo Sohail de Fuengirola.

Pat Metheny: «Siento que estoy empezando a entender las cosas»

«Lo de ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ fue una excepción. Creo que me vuelvo a jubilar de hacer bandas sonoras», dice el guitarrista, que inaugura los conciertos en Sohail

Regina Sotorrío

Viernes, 27 de junio 2014, 22:21

Empezó a tocar la trompeta a los 8 años. A los 12 se pasó a la guitarra. Diez años después ya tenía en el mercado ... su primer álbum instrumental. Tardó dos años más en fundar su propio grupo. Desde entonces y hasta ahora ha firmado 42 discos y unas 15 bandas sonoras. Un trabajo que le ha valido 20 premios Grammy y un Goya. Eso dice el currículum de Pat Metheny. Él, en cambio, declara:«Sé que suena raro después de tanto tiempo, pero realmente siento que estoy empezando a encontrarle el sentido a todo. Siento que estoy empezando a entender las cosas». El guitarrista estadounidense de jazz y de todo los géneros que se le pongan por delante inaugura este domingo la programación musical del Castillo Sohail de Fuengirola.

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Es un músico hacia adentro, de los que viven por y para la música, que como ha declarado alguna vez desearía ser invisible y solo dedicarse a crear y que huye de las alfombras rojas. De sus 20 Grammy, solo ha ido a recoger uno:el último y porque a sus hijos les hacía ilusión. Se muestra también esquivo en las entrevistas.

Contesta a este periódico por cuestionario y con respuestas genéricas para hasta cuatro preguntas diferentes (¿Cómo se pueden hacer más de 40 discos y no repetirse? ¿Queda mucho por explorar en la música? Lo fácil sería hacer una y otra vez la fórmula que funciona. ¿No le gusta sentirse cómodo? Traspasa las fronteras del jazz acercándose a distintos géneros. ¿Hay alguno con el que no se atreva?). «Parecen ir juntas ... así que yo le responderé como una», escribe, sin entrar al detalle. Hará lo mismo con otras cuatro preguntas más adelante.

Aunque le persigue la etiqueta jazz, explica que en su lenguaje musical no existen los géneros. «Los términos que se usan para describir la música son básicamente un discurso cultural y político que que no me interesa mucho», asegura el guitarrista de Missouri. La música es «universal». Confiesa que los artistas a los que más ha admirado son aquellos que tienen «una reserva profunda de conocimientos de la vida en general y pueden iluminar las cosas que aman con sonido».

Ha trabajado con diferentes formaciones, sexteto, cuarteto, en solitario e incluso inventó una orquesta totalmente robotizada (Orchestrion). Ha patentado instrumentos propios como la guitarra Pikasso de 42 cuerdas. Y fue el primero jazzero en usar el sintetizador... Parece que no tiene límites. «Para mí cada oportunidad musical es libre y abierta. No me preocupan mucho los materiales, solo lo que puedes hacer con ellos», indica. La cuestión es no repetirse.

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¿La clave? «Siempre dejo que la música decida en qué dirección voy. Me hace feliz tocar de una forma densa o dispersa, muy fuerte o muy suave, dentro de los acordes o fuera de los acordes; no me importa mucho, lo que suene mejor para lo que está pasando en ese momento», explica este maestro de la improvisación. Admite que ahora es cuando está empezando a entenderlo todo, a controlar la técnica hasta el punto que siempre había deseado. «Mi principal motivación es intentar entender la música lo mejor que pueda. Siento como si estuviera empezando a llegar al punto donde hay cierta conexión con lo que siempre había sospechado que estaba detrás de la música». Lo consigue a base de «esfuerzo y trabajo duro».

Una de sus frases memorables dice así: «Si sois los mejores músicos de vuestra banda, estáis en la banda equivocada». Para él la meta siempre es aprender. «Y creo que eso se puede aplicar a casi todo en la vida», indica.

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Premio Goya

A lo largo de su trayectoria, el músico ha colaborado con artistas tan diversos como Herbie Hancock, Enrique Morente, David Bowie o Carlos Santana; y ha compuesto unas quince bandas sonoras. La última, para la película española Vivir es fácil con los ojos cerrados, dirigida por David Trueba. Llevaba tiempo sin firmar una por la dedicación que conllevaba. «Me di cuenta de que podía utilizar mejor mi tiempo haciendo discos y conciertos, así que me jubilé de aquello». El filme que protagoniza Javier Cámara fue «una excepción». «Y me encantó, pero creo que vuelvo a la jubilación», puntualiza. Y eso que sus composiciones fueron reconocidas con un Premio Goya que, fiel a su filosofía, no recogió.

Pat Metheny no para de inventar y de crear proyectos y melodías nuevas, pero si se le pregunta qué idea le ronda ahora mismo por la cabeza responde tajante:«Tocar esta noche y tocar bien».

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